Impresionismo Americano
Así reza el catálogo que corresponde a la exposición del mismo título que tiene lugar estos días en el Museo Thyssen-Bornemisza. Se trata de un libro cuya disposición es clásica. En sus primeras palabras nos encontramos con los halagos mutuos de un proyecto de grandes dimensiones: Dar a conocer en Europa el impresionismo americano, que desplazado por el movimiento, especialmente francés, es poco conocido en nuestro continente.
A continuación encontramos unas pinceladas de aquello que supuso el movimiento en América, de la importancia de las relaciones entre artistas de ambos continentes, y algunos rodeos al propio concepto de impresionismo que son un excelente ejercicio de retórica.
Después un amplio desfile de las reproducciones de las obras que componen la muestra, con el que uno puede hacerse una muy buena idea de cuales son las intenciones de comisariado y de la importancia que se le concede al intercambio producido entre artistas en aquellos años.
Para terminar se incluyen las biografías de cada uno de los artistas, empezando por Cecilia Beaux y terminando por James Abbott McNeill Whistler. Una cronología escueta pero completa y una bibliografía científica pero bastante autorreferencial.
Sin duda, después de recorrerlo uno tiene la sensación de lo que anunciaba en mis primeras líneas, es un trabajo “bien hecho”. Un proyecto ambicioso que implica a tres naciones europeas (Francia, Inglaterra y España), en el que se busca poner a disposición del público una faceta poco conocida de la historia del arte. Con ella también se establece claramente la pretensión de crear lazos y establecer relaciones entre países y continentes a través de la comunicación que supone la obra de arte.
No se pierdan la muestra, que podrá verse hasta el próximo 1 de febrero de 2015 y no dejen de leer un catálogo institucional y canónico que cumple una gran labor didáctica.