Bárbara G. Rivero: “Mis novelas sobre Laila son todo una cosmogonía, a la mínima mi mente vive allí”
Por Merche Rodríguez.
Gaditana, nacida en 1971, en su vida diaria Bárbara G. Rivero es médico de familia en las urgencias de un hospital de su tierra. Cuando se sienta en el sofá de su casa, cuando desconecta de su trajín cotidiano es la creadora, casi la cuidadora (le sale el oficio) de Laila Winter y sus amigas, cuatro hadas nada clásicas que se mueven de reino en reino sorteando los resortes del poder y de las intrigas de los que mandan o quieren llegar a hacerlo. Una futura tetralogía, de momento hay dos títulos publicados y un tercero recién escrito que saldrá antes del verano.
A G. Rivero le habían gustado siempre las historias de hadas, la fantasía en sí misma, pero se cansaba un poco de que la mujer en esos relatos estuviera al pairo de lo que hiciera su compañero de páginas, casi siempre el protagonista y casi siempre miembro del club masculino. Así que sin romper bruscamente con su niñez decidió crear todo un universo y no es una forma de hablar, es que sólo le falta ponerle nombre a las calles de la cantidad de información que da sobre los reinos que visitan los personajes.
Así las cosas, la historia nació partiendo de unas fichas primorosamente descritas y almacenadas de las que ha ido surgiendo la saga de Laila. Esta es la historia, compuesta hasta el momento por Laila Winter y las Arenas de Solarïe y Laila Winter y los señores del viento (Editorial Almuzara). Recientemente le ha comprado los derechos de su novela, la primera, una editorial polaca y está en negociaciones para hacerse con la segunda también. Le resulta curioso que tan al norte vayan a leer su trabajo.
-¿De dónde sale este universo?
-Es una amalgama de cosas. Por un lado quería tener mi propia historia de hadas, después con el paso del tiempo y de las lecturas se me iban quedando cortas, porque todo me parecía demasiado empalagoso, me parecía que teniendo tanto poder no hacían nada especial y no era justo así que me planteo una historia en la que ni son bondadosas ni les apetece. Y después, le doy el protagonismo a una chica, decidí que la mujer tenía que tener un poquito de protagonismo en pleno siglo XXI. Así nace Laila.
-Es como el mundo interior de las hadas, el que viven cuando no están “trabajando”…
-Sí, en cierta forma sí. Es el mundo de sus intrigas, el de las maldades de su política porque la eternidad da para mucho, no se tiene prisa para ir derribando rivales. Pero la llegad de Laila desencadena una serie de hechos, se recuperan las hadas de pelo verde y su presencia pone en marcha un mecanismo de luchas por venganzas anteriores.
-Como autora para los lectores que no conozcan su obra ¿les puede hacer de guía?
-Deberían empezar por Solarïe porque aunque la historia parezca un poco infantil, está ordenada y tiene su motivo. Quería empezar la saga hablando de un reino que se pareciera a lo que interpretamos por un cuento de hadas y después ir metiéndola en el laberinto que se va creando. Los cuatro libros representan las cuatro estaciones del año. El primero es una aventura de verano, el segundo describe la amargura del otoño, en el tercero se precibe la obscuridad del invierno y es donde se producen los grandes hechos y en el cuarto, llega la primavera, con sus cambios, para bien o para mal. En todos, Laila va madurando como persona, porque al principio ella no se acepta a sí misma, bajo ningún concepto, cuando alguien se le acerca se comporta como una tirana… la madurez total empieza en el tercer volumen, al fin y al cabo tiene 16 años y no le puedo pedir que responda como una persona adulta. También sus amigas van madurando.
-En los libros se da una profusión de datos…
-Pueden ser muy densos, sí. Cuando empecé a hacer las fichas de mis personajes y de los reinos en los que vivían no quería dejar ningún dato fuera, que pareciera cogido con alfileres y puede resultar abrumador, pero es que… ¡es todo un mundo completo entrando a la vez!. Es toda una cosmogonía.
-Y ¿cómo compagina todo este universo de fantasía con su profesión: médico en urgencias?
-Cuando estoy en el hospital (su tono de voz se vuelve serio), la literatura se queda fuera. Eso sólo queda para cuando estoy en casa y dejo que mi mente vuele por sí sola. He conseguido, después de cinco años cambiar el chip y soy capaz de vivir en dos mundos de forma locuela, porque el mundo de Laila es como si fuera mi segunda casa, mi mente vive allí a la mínima de cambio porque ¡…es tan real! y no puedes dejar a los personajes a la buena de Dios. Llevo casi seis años trabajando con ellos y me pueden quedar unos dos más para que la saga resulte como yo quiero.
-En su opinión, como autora de fantasía, ¿hay buenas historias para lectores jóvenes?
-Hay ciertos libros que a quiénes les guste la literatura romántica puede encontrar alguna diversión, pero ¡a los que además les guste la literatura fantástica… los comportamientos de algunos personajes dejan que desear!
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