“Arte se escribe con M de mujer”, de Erika Bornay
Por Silvia Alzueta.
Erika Bornay, Arte se escribe con M de mujer, Barcelona, Sd edicions-Mudito & Co, 2010
ISBN: 978-84-92607-22-8
184 págs. 17 x 21 cm Rústica
PVP: 29,00 €
Arte se escribe con M de mujer es una compilación de diferentes artículos escritos por Erika Bornay y publicados en El país, La vanguardia y en congresos o conferencias que la autora ha impartido desde los años 80 hasta nuestros días. Es un recorrido en el que se afronta la presencia de la mujer en el arte desde tres puntos de vista: el otro, es decir, la imagen que el arte finisecular y de vanguardia nos devuelve a través de la mirada masculina, las creaciones femeninas y sus castraciones y, por último el de aquellas mujeres, “libres y seductoras” es cómo lo titula la profesora Erika Bornay, que a pesar de las barreras fueron transformando todo aquello que las rodeaba.
La labor que desde hace años la profesora Bornay está realizando para insertar dentro de la Historia del Arte oficial se base en incluir a las grandes creadoras dentro de las compilaciones historiográficas. Las motivaciones de estas clamorosas ausencias se deben en muchos casos a que la Historia, hasta hace días, está escrita por hombres para hombres, y en otros casos por simple desidia, desconocimiento y falta de rigor. El no cuestionarse cómo la creación, inherente al ser humano, ha pasado desapercibida a un género como el femenino altamente cualificado para la misma sería un motivo más que suficiente para que muchas de nuestras investigaciones pusiesen especial interés en el arte hecho por mujeres sin caer en posturas simplistas y maniqueas. Los estudios sobre género deberían esforzarse por incluir el arte realizado por mujeres dentro de la Historia del Arte establecida, incluirlas en el círculo de aquellos artistas que han configurado nuestra visión del arte. Con rigor y constancia es como se consiguen publicaciones como esta que apuntan de forma no exhaustiva a la presencia de la mujer en el mundo del Arte como modelo, creadora y motor del arte.
La autora revisa iconografías finiseculares como la de la femme fatale, Salomé, Lolita/Alicia en el País de las Maravillas, la Olympia de Manet y el por qué de su escándalo fruto de la doble moral burguesa y cómo algunas Historias bíblicas como Lilit, Eva, Judith o Salomé han sigo trastocadas o desvirtuadas en una cultura machista imperante.
Otro aspecto a destacar que resulta bastante elucidador, como apunta la escritora, es cómo las mujeres tenían un acceso difícil al arte y en general las que lo hacían era por que procedían o bien de una familia que se dedicase al arte o bien por que procedían de una familia acomodada. Claro ejemplo son Tamara de Lempicka, Olga Sacharoff, Lucia Moholy, entre otras. Luego está el epígrafe dedicado a aquellas mujeres que por su condición de relegadas sociales y fuera de la moral imperante consiguieron vivir más o menos como quisieron y hablar de igual a igual con el otro género aunque a un alto precio en este caso.
Erika Bornay es una autora muy conocida por su especialidad en los estudios sobre la mujer artista, sobre todo por el ensayo Las hijas de Lilith, del que ya han aparecido seis ediciones. Posteriormente, ha escrito La cabellera femenina. Un diálogo entre poesía y pintura, Las mujeres de la Biblia en la pintura y Aproximación a Ramón Casas a través de la figura femenina. Como escritora, se ha dedicado también al género de ficción y ha publicado Los diarios de Fiona Courtauld y Las historias secretas que Hopper pintó, de reciente aparición.