42 Este con Madison
Por Daniel Dimeco
En Nueva York la libertad parece como que tiene demasiadas opciones… se cuela la voz de Bono por el altavoz de una radio, mientras una mujer rubia con falda corta masca chicle y acuerda un precio en la esquina de la 42 East con Madison Avenue. El aire baja gélido y traidor cortando las carnes, los rostros surgen de las entrañas de Central Station entre espantados y sorprendidos, los locos se fugan en charlas imaginarias, voces negras en rítmico góspel, solitarios que comparten piso con una cacatúa imitando al detective Tony Baretta, reminiscencias blues de los setenta, ancianas con gorros de lana hasta las orejas empujando un carro al que le chirría una rueda… En Nueva York me encontré a un amigo… continúa la voz del líder de U2.
Recrear la capital del mundo en el flamante escenario de El Umbral de Primavera, como ha hecho Antonio de Cos, autor y director del montaje Dos en la ciudad, puede parecer sencillo, pero esa misma sencillez resulta engañosa por tratarse de la ciudad más vista del orbe gracias al cine, gentes de todos los rincones del planeta pueden decir algo sobre Nueva York, pero ahí está la magia del teatro para convertir una esquina mítica, 42 East St y Madison Ave., en el punto de partida de una comedia que resalta momentos urbanos protagonizados por personajes variopintos, perdidos en la inmensidad de cemento, a cargo de tres brillantes actores que conducen a los espectadores a la risa y a la ternura: Joaquín Navamuel, Carlota Romero (puntualmente sustituida por la cada vez más enorme Irene Ruiz) y Mario Retamar.
A Dos en la ciudad no le faltan los diálogos picados al mejor estilo de Cos y en ella se suceden los encuentros y desencuentros, las esperas de seres que nunca llegan, el teléfono que no deja de sonar en las cabinas públicas y las mujeres que cogen yellow cabs con destinos inciertos. Una serie de historias breves que se cruzan en los pasos de peatones y recrean las ilusiones, el amor, los desengaños, la soledad, el dolor pasajero y el que es capaz de empujar hasta la azotea del Empire State desafiando al vértigo y al impulso de caída gracias a un dueto de gran comicidad entre Navamuel y Retamar. Las luces y las miserias de los habitantes de la gran colmena, en fin… el alma de Manhattan, desde donde, los días claros, puede verse la bahía de Cádiz.
Autor: Antonio de Cos
Dirección: Antonio de Cos
Intérpretes: Joaquín Navamuel, Carlota Romero (sustitución Irene Ruiz) y Mario Retamar
Lugar: El Umbral de Primavera. (c/ Primavera, 1, Madrid)
Días: sábados de mayo a las 20.00h.