Daniel Vázquez Sallés a propósito de Franco y “Si levantara la cabeza”
«–Los milagros no existen. Yo soy un experimento creado por los hombres y los hombres son obra de Dios. Y por esa sagrada regla de tres, yo soy el hijo de Dios y el vivo retrato de mi otro yo.»
Daniel Vázquez Sallés (Barcelona, 1966) es licenciado en Ciencias de la Información por la UAB y siguió estudios cinematográficos en la Universidad de Nueva York. Ha colaborado en El País, La Vanguardia, El Periódico y actualmente en El Mundo, así como en las revistas Fotogramas y Qué Leer. Ha publicado las novelas Flores negras para Michael Roddick (2003) y El intruso (2013), una ácida sátira sobre el mundo del fútbol; y los ensayos Comer con los ojos (2006), La fiesta ha terminado (2009) y Recuerdos sin retorno (2013). Si levantara la cabeza es su último y esperado trabajo.
Si levantara la cabeza. Daniel Vázquez Sallés. Editorial Destino, 2014. 190 páginas. 18,90 €
¿Qué pasaría si Franco levantara hoy la cabeza? ¿Qué podría ocurrir si a partir de células secretamente guardadas del Generalísimo se hubiese creado un clon del mismo? Pero entonces, si no fue la oveja Dolly el primer mamífero clonado… ¿quién fue? ¿y dónde ha estado todo este tiempo? Es hora de abrir los ojos y despejar la mente: Paquito ha decidido saltar al ruedo para erigirse como nuevo salvador de la patria. Treinta y tres años oculto le han dado a este desatinado clon de Francisco Franco Bahamonde la necesaria perspectiva para creerse capaz de poner las cosas en su sitio, de salvar a España de sus males ancestrales.
P.- Viendo tus últimas novelas, ¿la sátira y el humor es lo tuyo?
Me gusta escribir novelas distintas y en esta decidí darle un humor muy berlanga, fundamental para describir un universo tan españolamente friki. Si la sátira o el humor es lo mío lo tienen que decidir los lectores, aunque no me voy a especializar en el género. Me divierte, pero reconozco que necesitas estar permanentemente en guardia para no perder un tono irreverente sin caer en el insulto, y algunos días me despierto con el diente torcido.
P.- Tu novela es un delirio que provoca la hilaridad en cada página, ¿buscas la complicidad del lector ávido de desconexiones y de risas?
Busco que el lector no descanse, pero al mismo tiempo, que se divierta colocándole en situaciones que, por muy esperpénticas que sean, tienen muchos visos de realidad. Eso si, enfrentándose a una historia estructuralmente muy clásica: inicio, desarrollo y fin. En el fondo, soy un clasicorro.
P.- Aprovechas para hacer crítica mordaz de la realidad actual que nos gobierna, sobre todo de los políticos y del sistema. ¿Ya tocaba?
Hay mucha gente que critica mordazmente al sistema y de una manera muy inteligente, como Wyoming y su equipo, o Polonia. De todas maneras, estos políticos nostálgicos nos lo ponen muy fácil. Hasta el punto que un ministro del Interior ha dado la medalla del mérito de la Guardia Civil a una virgen, y dicen los mentideros que este ministro sueña con operarse para convertirse en mujer y poder realizar su sueño de hacerse monja de clausura en Melilla.
P.- Tras leer tu libro, me sigo planteando si realmente un personaje como Paquito, el Franco revisitado, tendría hoy cabida en una sociedad como la nuestra…
Bueno, no creo. Los franquitos ya están en el consejo de ministros y en muchas de las delegaciones ministeriales.
P.- Entonces, ¿podríamos creer que la situación política española hoy día es el caldo de cultivo perfecto para populismos y extremismos desnortados?
Sí. Claro que yo soy poco neutral y los populismos y los extremismos los veo más de los del bando de la cabra y la trompeta, o de los políticos que no dudan en ponerse en pelotas en los carteles electorales para relucir el contenido fundamental de sus ideas políticas.
P.- La manipulación informativa en prensa y televisión son abordadas por modernos asesores especialistas en tendencias. ¿Está el ciudadano más propenso que nunca a ser manipulado?
Siempre ha habido manipulación, pero, y remarco, que aunque no siempre las redes sociales son positivas para buscar la realidad y pueden tener un efecto boomerang, estas nos permiten combatir desde el anonimato los mensajes tipo 1984 o Bravo Mundo feliz. Vivimos en una época de transición, y veremos si el poder real, ese que existe y que controla los mercados desde nubes invisibles, logra o no domesticar las redes sociales para convertirlas en páginas de venta por catálogo.
P.- Operación Gibraltar Español, toda una declaración de principios… La puerta para volver al pasado, ¿crees que hay muchos que están deseando abrirla de nuevo?
Sí. Y la política de este gobierno neo liderado por Mariano Rajoy es una prueba. Pero no nos deberíamos de extrañar, si pensamos que el fundador del partido que nos gobierna debería haber sido juzgado como colaborador durante el franquismo de crímenes de estado.
P.- ¿Es adecuado reírse uno de sus fantasmas, de su pasado, de personajes históricos tan recientes y decisivos como Franco?
¿Lo dices por mi seguridad personal? No sé si es adecuado o no, pero es sanísimo. Estos franquistas han caminado con total impunidad desde la sobrevalorada Transición y ahora se atreven a dar lecciones de democracia. Hasta que una parte de España no pueda desenterrar a sus muertos de las cunetas, todo esto me seguirá pareciendo una farsa.
P.- Sigo pensando que la parodia y la comicidad nos salva del hastío. Si ahora ha sido Franco, lo siguiente que busques satirizar ¿quizá podría ser la transición?
La transición no la voy a tocar. Aunque pensándolo bien, igual convierto a los hombres que redactaron la constitución en Caballeros Jedi dispuestos a escribir constituciones por todos los planetas del universo. Una gira parecida a la que hicieron en su momento los chicos operación triunfo, con un invitado de lujo, Aznar como un nuevo maestro Yoda. Darth Vader sería, seguramente, algún nacionalista perverso o un converso a la altura del joven Anakin.
P.- Siguiendo una de las grandes preocupaciones de Paquito, ¿cómo ves el futuro de la unidad española?
La veo desde el otro lado del río. Cuando escucho a los neo franquistas me dan ganas de construir un nuevo país para acabar de una vez por todas con esta lacra.
Por Benito Garrido.