Frankenstein o el moderno Prometeo
Frankenstein o el moderno Prometeo. Mary W. Shelley (ilustraciones de Lynd Ward). Epílogo: Joyce Carol Oates. Traducción de Rafael Torres. Sexto Piso editorial. 264 págs. 24.00 €
Por Esther Ginés
Un profesor me dijo una vez que a las buenas novelas hay que volver al menos una vez en la vida. Y aunque con los tiempos que corren, las prisas que nos invaden y las jornadas de trabajo caóticas resulte bastante complicado, lo cierto es que hay editoriales que no nos dejan otra opción que querer revisitar estos títulos… En este caso hablo de Sexto Piso, un sello que, en mi opinión, edita muy bien y cuida mucho los libros que tiene entre manos. Ahora acaban de sorprendernos con una nueva visión de Frankestein o el moderno Prometeo, la conocida obra de Mary W. Shelley. Es un libro que me gusta especialmente por sus múltiples lecturas: una gran novela gótica, un texto de ciencia ficción y –para mí, sin duda la mejor–, una interesante reflexión moral sobre la naturaleza del ser humano y los límites entre el bien y el mal. Es, por ello, una obra que resulta difícil que no guste a casi cualquier lector.
La edición que acaba de lanzar Sexto Piso tiene el añadido de contar con las ilustraciones de Lynd Ward, dejando claro lo mucho que influyó Frankestein no sólo en el campo cinematográfico, sino en las artes plásticas. Los grabados de Ward, considerado uno de los padres de la novela gráfica, son de 1934 y en ellos la criatura, el monstruo que se rebela contra el padre creador, aparece retratada como un ser temible pero también desolado, sin esperanza. La marca del expresionismo está presente en los claroscuros y el enfoque de algunos de los grabados a través de los cuales somos partícipes de la historia de uno de los mitos literarios más conocidos de la historia.
Como sucede en toda gran historia, de su lectura extraemos diferentes ideas: el dilema moral que suscita la figura del doctor Frankestein al sustituir a Dios dando vida a una criatura que, sin embargo, acaba desatando la violencia; la transgresión de las leyes de la naturaleza y sus temibles consecuencias, el remordimiento, la negación de los actos…No hay que olvidar que Mary Shelley, que escribió esta obra siendo muy joven y debido a un curioso reto literario propuesto por su colega Lord Byron, se adelantó a su época creando una novela considerada el pilar de la ciencia ficción.
Otra de las grandes virtudes de esta edición es el interesante epílogo de la famosa escritora Joyce Carol Oates, en la que habla de la obra como “una combinación única de elementos góticos, fabulescos, alegóricos y filosóficos”, y de cómo el monstruo podría identificarse con Adán, pero acaba estando ligado a Satán, convertido en un ángel caído al que la desgracia convierte en demonio. Además, rastrea la enorme influencia de El paraíso perdido, de John Milton, en la obra de Shelley, y nos cuenta cómo Frankestein se ha convertido, con el paso de los años, en parte de la conciencia cultural colectiva. ¿Cuántos personajes literarios han conseguido desligarse de la voz de su autor para acabar siendo rostros familiares para cualquier tipo de lector? Según Joyce Carol Oates, Don Quijote, Drácula, Sherlock Holmes, Alicia y Frankestein. Todos ellos, popularizados por el cine, han acabado cobrando autonomía propia y pertenecen por ello a todo el mundo.
Una obra que merece ser revisitada y que nos deja frases de este calado: “¿Acaso soy yo el único criminal cuando toda la humanidad ha pecado contra mí?”
Muy buen aporte