Materia del amor, por Ángel Guinda
Materia del amor
32 páginas
Lastura, 2012
Por Alberto García-Teresa
En esta plaquette se recoge una quincena de poemas inéditos de Ángel Guinda, escritos entre 2008 y 2009, en una humilde pero valiente apuesta editorial.
Materia del amor recupera la mejor vertiente del poeta; aquella que trabaja afiladamente con la precisión de las palabras, dejando a un lado las largas enumeraciones y las transmutaciones léxicas y el impulso irracionalista que han caracterizado parte de sus últimas creaciones.
El tema de todas las piezas es la relación amorosa. Guinda alcanza un alto nivel lírico, y une la fuerza emotiva con un trabajo de cincelado impecable de los versos. Con oraciones breves, producto de esa concisión, y abundantes paradojas, el autor básicamente canta al amor; lo celebra. Explora su necesidad, la angustia por la separación y el gozo de la presencia. La entrega absoluta y total, de raíz aleixandrina (que ya determinó sus primeros poemas), resulta la característica principal.
En efecto, esa fusión con el otro, con la amada, constituye el eje del libro. Aparece como aseveración y también como deseo. Los poemas, en ese sentido, consisten en declaraciones dirigidas a la amada. También en descripciones metafóricas, en la línea de la exaltación tradicional. Así, el «yo» y el «tú» se hallan claramente delimitados.
Guinda lo enmarca en un ámbito existencial, acorde con toda la línea de su obra. Pero sabe revitalizar esa tradicional hipérbole con los juegos de palabras y a través de un tono contenido, en absoluto desbordado. La ausencia, al respecto, se refiere a la muerte real (tanto de uno como del otro). Entonces, la distancia sí constituye algo irreparable.
Por otra parte, subyacen algunas líneas eróticas en los versos, que se encuentran integradas en esa relación de entrega y de comunión total de la pareja. Tampoco es infrecuente la proyección en la naturaleza de los sentimientos, siguiendo la estela del Romanticismo.
De este modo, Materia del amor presenta un breve conjunto de poemas vigorosos y chispeantes, conmovedores, donde el trabajo de Ángel Guinda con la palabra continúa deslumbrándonos.