Vargas Llosa dice que fue “boom” latinoamericano más que buenos libros
El escritor peruano-español Mario Vargas Llosa afirmó que el “boom” latinoamericano de novela se trató más que buenos libros: fue la presencia de América Latina y del español en el mundo y una batalla común por la literatura. El Premio Nobel de Literatura 2010 inauguró el congreso “El canon del boom”, que del 5 al 10 de noviembre se realiza en varias ciudades españolas, con la participación de expertos e interesados en estudiar ese movimiento literario latinoamericano. En el acto realizado en Casa de América, rememoró los años del “boom”, su relación con Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, José Donoso y José Lezama Lima, así como el papel en la generación de Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias y muchos otros.
Al recordar esos años, Vargas Llosa definió como “los cinco años más bonitos de mi vida” los que compartió en Barcelona -noreste de España- con su editora Carmen Balcells, García Márquez, Donoso y las visitas puntuales de otros representantes del movimiento. Consideró que el “boom” sí tiene una fecha de finalización, 10 años después de hacerse iniciado, y fue con el caso del cubano Heberto Padilla, lo que les dividió políticamente, afectó los vínculos y el trabajo literario. Explicó que con ese episodio, que inició en la década de 1970, “la empresa común pasó a ser una empresa individual; pero quedó la literatura, las puertas que se abrieron al estímulo y el ejemplo para el buen aprovechamiento de las siguientes generaciones”. Refirió que si bien para los jóvenes latinoamericanos no es fácil dar el paso en la vida para comenzar a escribir, ahora se sienten parte de una realidad no acotadas por fronteras, tienen conciencia del patrimonio común del lenguaje y una base de experiencia compartida. “Pero el ´boom´ ya es historia.
Les pido que tengan presente que no fue sólo buenos libros. Fue presencia de América Latina, la importancia que el mundo le dio al español, las relaciones entre los protagonistas y el dar juntos la batalla común por la literatura y la cultura”, señaló. Vargas Llosa recordó que a finales de la década de 1950 el descubrimiento del la literatura latinoamericana se hizo desde París y en la de 1960 en Barcelona, y eso salta a
Yo me formé en Perú, y me formé leyendo traducciones de americanos y europeos y desconociendo en literatura mucho de lo de América Latina. Hasta llegar a Europa no conocí a muchos de los otros escritores”, rememoró. Asimismo, contó su experiencia en París en 1958 cuando conoció a Julio Cortázar, del que le tocó ver su transformación en un escritor ajeno a la política y la vida pública, a ser casi un “revolucionario juvenil”, a la vez que ver de cerca cuando publicó “Rayuela”.
Recordó que por esos años conoció en París a Pablo Neruda y Jorge Luir Borges, y que en ambos casos se sorprendió mucho, principalmente con el segundo por la forma en que deslumbró a Francia, no sólo con su obra sino con sus conferencias.
Precisó que ya había leído a Carlos Fuentes cuando en 1962 lo conoció en Ciudad de México, y desde ese mismo día se hicieron amigos, y del que destacó sus obras de aquel momento “La región más transparente” y “La muerte de Artemio Cruz”. “Carlos era la imagen de un triunfador: mexicano cosmopolita, hablaba idiomas, había viajado por el mundo, era educado, un ciudadano del mundo que sabía todo lo que ocurría en las ciudades importantes, era una fuente de información rica; era simpático, divertido, buen mozo, y todas las mujeres caían en sus brazos. “Era un trabajador incansable. La prueba es la obra que dejó, y cultivó todos los géneros, fue conferencista y un extraordinario promotor cultural. Nadie acercó tanto a los latinoamericanos para proyectos conjuntos como Fuentes”, dijo del mexicano.
De Gabriel García Márquez, el autor de “La ciudad y los perros” expuso que antes de conocerlo en París leyó su novela “El coronal no tiene quien le escriba”, del que le “encantó” su “prosa limpia y clara”, lo que le valió buena crítica y traducción en Francia.
Aseguró que antes de conocerlo ya había una correspondencia entre ambos, y la primera vez que le vio fue en Caracas, en un encuentro de escritores por el Premio Rómulo Gallegos, y que acababa de publicar “Cien años de soledad” y le vio “aturdido” por el éxito de la obra. “Fue la primera obra escrita del boom que leyeron hasta las piedras. Desde conocedores hasta todo tipo de público. Tenía éxito de crítica y público”, recalcó. Comentó que entre sus planes estuvo hacer una novela a cuatro manos sobre una guerra entre Perú y Colombia, para lo que intercambiaron esquemas pero nunca prosperó.
Puntualizó que tanto Carlos Barral como Carmen Balcells fueron quienes ayudaron a poner a Barcelona como “centro del ´boom´”, y que por ella fueron él y García Márquez a esa ciudad. “Allí era un lugar para triunfar, había editores, se publicaba, fue la ciudad de España con más apertura cultural, como consecuencia positiva del ´boom´. Desde la Guerra Civil española las literaturas de ambas orillas se habían dado la espalda y eso cambió en Barcelona”, añadió. “La sensación de que todos éramos de una patria común, que era la lengua compartida.
Lengua renovada, viviente, aleteante, con obras novedosas que alcanzaban un público mayor, merecían interés de otras lenguas, era algo que nos unía a vivir experiencias exaltantes”, añadió. El Congreso es organizado por la cátedra Vargas Llosa y Acción Cultural Española, con motivo del 50 aniversario de la publicación de “La ciudad y los perros”, la primera del Nobel y una de las principales del “boom”. Los más de 40 escritores y periodistas que participan lo harán en las distintas universidades españolas que conforman la Cátedra Vargas Llosa: la Europea de Madrid, La Rioja, Castilla La Mancha, Valladolid, Granada, Málaga, Murcia y Alicante, la Biblioteca Miguel de Cervantes y Casa de América.
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