Holy Motors (2012) de Leos Carax
Por Alberto Quintanilla
Inquietante y absolutamente inclasificable. Así es Holy Motors, la nueva propuesta del francés Leos Carax y ganadora de cuatro flamantes premios en el último festival de Sitges (extrañamente no ganó el que daban por hecho todas las quinielas: el de mejor actor para Denis Lavant).
Hablar de Holy Motors es hablar de un surrealismo fuerte, exagerado, que probablemente hubiera hecho las delicias de genios del movimiento como Buñuel o André Breton pero al que nadie puede negar la originalidad de su propuesta. Es tan compleja que no deja indiferente a nadie (tanto para bien como para mal).
Lo primero que hay que decir, para que nadie se sienta engañado, es que esta es una película difícil. Incluso se podría calificar de pretenciosa para cualquiera que no esté acostumbrado a las rarezas. Hay que dejarse imbuir para meterse en el mundo del absurdo que rodea al filme y tratar de acercarse a ella para seguir, por decir algo, su hilo argumental. Porque ahí radica su magia: no hay hilo argumental lógico.
Vemos desfilar por la pantalla a figuras reconocibles como Eva Mendes o Kylie Minogue aunque sobre todas prevalezca claramente la de Denis Lavant. El actor hace un trabajo sublime y se presta a un papel en el que cabe casi todo. Su personaje transita por París en una limusina conducida por un extraño chófer (Edith Scob) y se ve envuelto en momentos cada vez más extraños o absurdos. La película conjuga escenas de surrealismo, muerte, existencialismo, criticando con dureza las rutinas del ser humano y el mundo de la moral en nuestra sociedad.
Lo mejor de Holy Motors es su idea, su metáfora general sobre el ser humano atrapado en la vida esperando la muerte. Da una bofetada al espectador, al que parece decirle: «despierta y sal de tu mundo aburrido y rutinario».
Holy Motors es una buena mezcla de paranoia, caos, absorción de fotogramas sorprendentes, recovecos inesperados, un golpe al cerebro, un viaje por sonidos e imágenes impactantes… Es una película compleja, sublime a ratos, soporífera otros, olvidable muchas veces y adorable también otras. Resumiendo: es una locura, pero una locura absorbente. Sus escasos diálogos dicen mucho más de lo que aparentan y uno desea descifrarlos… Holy Motors atrapa.
Holy Motors se estrena en España hoy día 16 de noviembre de 2012