Fracturas abiertas (I)
Por Ignacio G. Barbero.
«En el naufragio va la vida»– María Zambrano
I
El aire
que nos da aliento
nos oxida.
Los pasos
que nos acercan,
desgastan.
II
Movernos
es perder
el lugar que tuvimos
-lo que allí fuimos-
para siempre.
Nuestra existencia
se nutre, gozosa,
de las despedidas.
III
Vagamos perdidos,
inconscientes,
incapaces
de reconocer
este mundo
como un hogar compartido.
IV
Individualismo:
Consumo
de estilos de vida «personales»
-por la publicidad
manufacturados-.
Sinónimo no es
de libertad ni autonomía.
V
Locura y cordura:
dos caras
de una misma
y convencional
moneda.
VI
Melancolía:
hemorragia incontenible
del alma.
Paisaje
sin horizonte.
VII
La creación
es un pulso
a la constante pérdida
que es la existencia.
No lo gana,
pero su batalla
consuela.
VIII
Las ideas
sin carne, sin hueso,
sin bilis,
no son.
IX
Palabras:
espejismos
de nuestro desierto
interior.
X
En el centro
de cada instante
late,
inquieto y pavoroso,
el porvenir
-ser sin ser
que nos obliga
fatalmente
a decidir-.
XI
Todo acto,
palabra o idea
deja sus residuos
en el entorno.
De nosotros depende
el nivel adecuado
de toxicidad.