La invención de Hugo (2011) de Martin Scorsese

 

Por Leyre Rueda

 

Nos adentramos en la ciudad parisina de los años 30; un lugar único, rodeado de poesía y misterio. Y todo gracias a un niño, Hugo Cabret (Asa Butterfield), trabajador y especial, que no deja de trasmitir.

 

Resulta maravilloso lo que un niño de 12 años, huérfano, puede llegar a enseñar y a emocionar con su buen hacer. Él vive escondido en la estación de tren Gare Montparnasse de París. Sus horas rutinarias son dedicadas a tres cosas: ajustar los relojes, robar comida para sobrevivir y trabajar en un proyecto que dejó sin acabar su difunto padre (Jude Law). Algo tan misterioso, mágico y extraordinario como la reparación de un autómata estropeado, o lo que es lo mismo, un hombre mecánico capaz de escribir con pluma.

 

Hugo, quien vive cada vez en peores condiciones, no lo tendrá fácil para reparar lo que su padre dejó a medio terminar y a lo que tanto tiempo dedicó. El problema es que faltan piezas que no tiene y debe buscarlas. Mientras, conocerá a una chica, Isabelle (Chloë Moretz), que tiene la llave que podría resolver el secreto del robot. Entre ellos se crea una gran amistad y en el camino descubren que el padre adoptivo de esta, Georges (Ben Kingsley), esconde algo de su pasado relacionado con el cine. El gran misterio está servido.

 

Este filme, con 11 nominaciones a los Oscar , ha logrado ganar 5 premios técnicos. Se lo debemos al director Martin Scorsese, un cineasta con mayúsculas que nos enseña una lección de historia jamás contada. Gracias también al extraordinario papel de Hugo, el niño de triste mirada azul que esconde vida y una magia de infancia única.

 

Destacamos al homenajeado Ben Kingsley y al cómico actor Sacha Baron Cohen en un papel al que no nos tiene acostumbrados, el de un tipo serio encargado de vigilar la estación. Ambos sorprenden. 

 

Estamos ante una película maravillosa y emotiva, con una chispa de aire fresco de cine y de vida. Es correcta visualmente y utiliza inmejorablemente las tres dimensiones, sin duda es un homenaje sincero y lleno de amor al cine y a la literatura, una película mágica recomendable para todos los públicos, que busca satisfacer las necesidades tanto de niños como de adultos.

 

La grandeza del cine la tienen obras maestras como estas. Uno se va con la satisfacción de haber recibido una mezcla de sentimientos agradables y amistosos, acompañados por Hugo, un grande que existe para resplandecer. Redescubrimos el cine a través de la mirada de un niño en una cinta fantástica. Muy recomendable.

 

 

 

 

La invención de Hugo (2011) se estrenó en España el pasado 24 de febrero de 2012.

 

 

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