Biografía mágica del forajido literario

El mítico escritor William Burroughs siempre será recordado por su capacidad para la innovación literaria y por aportar a la novela moderna una experimentación sin precedentes. Sus técnicas del cut-up, que desarrolló junto a su amigo Brion Gysin, consistían en recortar páginas  al azar para reordenarlas y así obtener novedosos resultados. Lo que pocos sabrán es que Burroughs no solo contemplaba esta práctica como una técnica literaria, sino también como una exploración oracular de la realidad. Creía que al recombinar textos (también sonidos e imágenes), estos le ofrecían visiones del futuro, como si encerrasen mensajes ocultos que, al ser alterados, se revelaban.El universo mágico de William S. Burroughs

Burroughs adquirió, a pesar de su educación en Harvard y su fino intelecto, una fascinación por lo sobrenatural que se forjó desde su infancia. Una infancia marcada por una madre “psíquica e interesada en la magia” y una cuidadora que le enseñó  extraños hechizos. Burroughs, como los magos del caos, no creía en las casualidades, sino en una suerte de “voluntad” que movía todos y cada uno de los incidentes del universo. Un “universo mágico” al que se podía acceder a través de la potencia transformadora de la escritura, de los sueños (que siempre tuvo presente en su literatura) o la pintura. Burroughs era un mago, pero sobre todo era un escritor que se valió de todos los recursos a su alcance para componer sus extraños libros. Desde la magia del caos, pasando por los cut-ups, la Máquina de Sueños, creada por Sommerville, el Acumulador de Orgón, las drogas, las cintas grabadoras o su breve incursión en la Cienciología.

El autor de El almuerzo desnudo opinaba que el hombre debía expandir su consciencia a través de viajes al espacio, lo que evidenciaba su interés por los subgéneros de la ciencia ficción, además del esoterismo.  Pero en última instancia, lo que Burroughs trató de hacer, con su arte y sus experimentos literarios, fue expandirse él mismo, trascender la realidad y combatir las limitaciones de la vírica palabra. Fue un artista radical y libre que experimentó con sustancias y todas las técnicas que estaban a su alcance, y que consideró que la literatura encerraba una magia capaz de transformar el mundo.

En El universo mágico de William S. Burroughs Matthew Levi Stevens, demuestra conocer a la perfección la vida y obra del “forajido literario”, y a través de episodios curiosos, anécdotas chispeantes y análisis de algunas de sus obras, traza una peculiar biografía, en la que ilustra la relación que establece Burroughs con la magia, con las prácticas chamánicas y la literatura. En definitiva,  el libro consigue mostrarnos una de las caras menos conocidas del novelista americano. Un escritor cuyos libros, según comentó Peter Christopherson en una entrevista, parecen suceder en un tiempo más allá del ahora, en un espacio distinto, en un mundo espiritual.