Redacción.
Las devoluciones en caliente se han convertido en un pilar sistemático de la política migratoria griega y, por extensión, de la europea. Una práctica que vulnera derechos fundamentales como solicitar asilo o la propia vida. Desde 2020, más de 100.000 personas han sido abandonadas a su suerte en mar abierto después de ser «interceptadas» mientras intentaban llegar a las islas griegas, e incluso cuando ya habían llegado a tierra firme.
En aguas griegas, «los hombres encapuchados», un cuerpo paramilitar que opera en coordinación con los guardacostas, destruyen los motores de las barcas y las remolcan hacia aguas turcas, dejándolas a merced de las corrientes. En otros casos, los refugiados son obligados a subir a embarcaciones de la Guardia Costera griega, donde sufren malos tratos, palizas y robos, para luego ser forzados a embarcar en balsas salvavidas inflables, dejándolos a la deriva, a veces maniatados mar adentro.
Incluso aquellos que logran alcanzar la costa helena no encuentran refugio. Son detenidos por estos mismos encapuchados, sometidos a vejaciones y violencia física, despojados de sus pertenencias y obligados a embarcar en balsas salvavidas, nuevamente a merced del viento y de las corrientes.
Con el agua al cuello expone cómo, en apenas una década, tras el acuerdo de la vergüenza en la primavera de 2016, Lesbos y otras islas griegas han pasado de ser un ejemplo mundial de solidaridad, a convertirse en un escenario de represión y atrocidades, mientras Europa mira hacia otro lado.
El trabajo del periodista Hibai Arbide Aza es imprescindible no solo porque documenta el sufrimiento de millones de personas en tránsito, sino porque cuestiona el tipo de sociedad que estamos construyendo. Este libro nace de su estupefacción como informador, y de la necesidad de hacernos llegar la dimensión y la crueldad de la política europea de las devoluciones en caliente.