Redacción.- Este año se cumple una década desde que, en 2015, la singladura del aforismo español experimentase un punto de inflexión con la concurrencia de varios acontecimientos simultáneos: la publicación de la antología Aforistas españoles vivos, la apertura de la colección Aforismos de La Isla de Siltolá, la puesta en marcha de Libros al Albur y la inauguración de la revista digital El Aforista. Estas propuestas se sumaban a la colección Aforismo de la editorial Trea (con la pionera antología Pensar por lo breve, de José Ramón González) y a la que consagraba al género conciso la granadina Cuadernos del Vigía, convocante del Premio Internacional José Bergamín de Aforismos. A partir de entonces, se produjo una cascada de publicaciones e iniciativas que permiten calificar a dicho período de «década prodigiosa» del aforismo español.
Con motivo de esta efeméride, realizamos una ronda de consultas con agentes aforísticos de primer orden para que nos propongan diez títulos que, en su opinión, pueden considerarse como hitos de la década. Lógicamente, se trata de una lista subjetiva fruto del juicio personal, pero en cualquier caso hablamos de personas firmemente comprometidas con el género, lo cual les imprime una consistencia suficiente como para servir de guía introductoria a la materia.
Francisco Ferrero (Melilla, 1980) publicó su primer libro de aforismos, titulado La revolución de la paciencia, en la colección Libros al Albur, antes de alzarse con el VI Premio Internacional José Bergamín de Aforismos con Un silencio propio, editado por Cuadernos del Vigía. Fue seleccionado en el Certamen de Prospección Poética con su colección de aforismos Sinestesia, recogidos en la revista Aforistas 2024. En 2025 ha visto la luz en Cypress Cultura su ensayo El aforismo y su circunstancia, donde defiende la práctica aforística desde el rigor y la autoexigencia, frente a la banalización de la brevedad propia de nuestra sociedad frívola e inhumana. Esta es su selección de libros de la década, donde acoge tanto títulos escritos por autores españoles como traducciones de obras extranjeras.
Bernard Noël, Diario de la mirada (Libros de la Resistencia, Barcelona, 2015). Esta obra puede deleitar a los admiradores de John Berger. Plagado de aforismos y fragmentos sobre lo artístico, el cine, la fotografía o la pintura desarrollado en una panoplia de pensamientos en torno a la mirada y la visualidad como fenómeno estético, epistemológico e indagatorio acerca de la realidad mediada por los actos de ver. Es una obra que goza de un lenguaje muy rico y de amplio alcance filosófico.
Christian Bobin, La presencia pura.(Gallo de Oro. Bilbao, 2017). Este libro se desarrolla alrededor de la pérdida del padre del autor, con extrema sensibilidad y delicada prosa. Algo como la muerte de un familiar y el intenso dolor que comporta el consecuente acompañamiento de la misma le sirve al autor para desplegar un conjunto de fragmentos íntimos de carácter contemplativo, dotado de expresiones y pensamientos hermosísimos, que conducen a la escritura fragmentaria -tan usual y particular en Bobin- a un nivel superior de concepción artística. Bobin es un preciosista de la palabra que logra con la escritura breve un ejercicio de confesión magistral que destila una prístina conciencia interior a través de toda su producción literaria. Las notas poéticas de Bobin no son tales por hacer uso de cierta retórica de la belleza de forma gratuita; se trata, en efecto, más bien de vehicular comprehensivamente una retórica de lo espiritual, de aquello que podemos reconocer por esencialmente espiritual en la naturaleza humana. Por supuesto, su lenguaje se vale de un determinado armazón retórico porque es un lenguaje destinado a permear sobre el juicio del espectador y para ello no existe un mayor y mejor objeto de comprensión trascendente que la intimidad poética.
Sergio García Clemente, Mirar de reojo (Cuadernos del Vigía. Granada, 2017). Uno de los autores españoles actuales más interesantes y originales. En los aforismos que reparte en esta obra dominan la ironía, la paradoja y la nota poética de manera sobresaliente. A mi juicio, sus magníficas obras pueden considerarse dentro de las causas que justifican el renovado éxito y práctica contemporánea de aforismos en España.
Miguel Catalán, Suma breve (Trea, Gijón, 2019). La obra aforística de este filósofo es una plétora de originalidad e ingenio sin límite. Este libro, que reúne sus aforismos desde el año 2000 hasta el 2018, representa una excelente muestra de ello. Catalán siempre parece estar extrayendo aristas nuevas a los más complejos aspectos de la realidad, haciendo uso de una sofisticada veta irónica y, a la vez, de una gran profundidad analítica, desprovista de la gravedad plúmbea de la retórica filosófica. Un pensador brillante.
Carlos Marín-Blázquez, Contramundo (Homo Legens, Madrid 2020). Su propio título ya representa una declaración de intenciones. Se trata de unas valiosas reflexiones de tono moralista, con acento muy incisivo sobre numerosas cuestiones que atañen al mundo contemporáneo, tales como el nihilismo, el ocaso de Occidente, la política, posmodernidad o la degradación ética. Empleando una afilada perspectiva crítica, Blázquez demuestra mucha pericia con un verbo muy certero, acometiendo imperdibles apuntes de una gran inteligencia. Lo vincularía con el estilo de Gómez Dávila, y ello sin que pase en absoluto por un heterónimo bastardo del mismo. Considerando la planitud de la mayoría de propuestas actuales, diría que “Contramundo” resulta una obra imprescindible.
Juan Varo, El demonio meridiano (Cuadernos del Vigía. Granada, 2021). A mi parecer, Juan Varo es un clásico del aforismo español contemporáneo. Un autor inteligentísimo, cuya obra fragmentaria es todo sustancia. Con sencillez aparente, demuestra una magnífica inventiva que no permite que ninguna de sus líneas caiga en irrelevancias expresivas.
Dionisia García, El hilo de la cometa. Antología esencial. Edición de Carmen Canet (Apeadero de Aforistas, Sevilla, 2021). Hablamos de una obra y una escritora imprescindibles entre los clásicos españoles históricos de este género. Pionera en el aforismo de corte intimista, se trata de una autora de una extraordinaria originalidad, que hace uso de excelentes recursos literarios en su escritura. Goza de una visión particular muy interesante que manifiesta una estética que linda entre el apunte impresionista y el retazo reflexivo.
Ramón Andrés, Caminos de intemperie (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2022). Se trata de un conjunto misceláneo de fragmentos donde se intercalan aforismos, pequeñas prosas ensayísticas y apuntes anecdóticos de exquisita erudición. Aunque algunas fórmulas expresivas empleadas puede arrojar la impresión de encontrarnos ante aforismos convencionales de un estilo reconocible, eso no los vuelve predecibles, antes bien, el estilo sobrio se compensa muy bien por la sensibilidad y profundo conocimiento que Andrés imprime a su pensamiento. El libro se articula en el formato tradicional de los libros de aforismos, es decir, sin un orden aparente, muy disfrutable. Dada la calidad del contenido y la hondura reflexiva que su autor vierte en este libro, a mi parecer, resulta una obra de un muy alto valor literario y filosófico. Andrés es filósofo, erudito, músico, un gran humanista como pocos autores en la actualidad. Domina exquisitamente los géneros del ensayo, la poesía y el aforismo, elevándolos a niveles magistrales en todas sus obras y este librito no hace más que confirmar, de nuevo, su deslumbrante trayectoria.
Paul Valery, Cuadernos (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2022). En este “Cuadernos”, conviven la prosa filosófica, pensamiento metaliterario, ejercicios poéticos, pensamientos a vuelapluma, apuntes diarísticos y, por supuesto, una amplia muestra de sus trazos aforísticos en los que el pensador francés tanto se prodigó. Valery es una fuente de constante inspiración a la que siempre conviene recurrir, un clásico de la escritura fragmentaria que no cesa de demostrar un repertorio expresivo tan sugerente como inagotable en su sofisticación.
Carlos Edmundo de Ory. Aerolitos completos (Firmamento, Cádiz, 2022). De Ory es el fondo de la forma. Acrobacias gramaticales, cruce entre chanzas y artefactos de contemplación poética. Dentro de un lenguaje destellante, delirante, deleitoso, de Ory compone un género aforístico propio muy diferente al resto de autores españoles, aunque estas expresiones linden con las greguerías, cuya deuda estilística resulta evidente. Esta es una obra tan necesaria de explorar como lo son las de Ramón Gómez de la Serna, no sólo por lo que suman a la diversidad de fórmulas expresivas sino por la originalidad que proyectan todas sus composiciones.