Horacio Otheguy Riveira.

Liana es una niña de agua que acaba de cumplir ocho años y va a ser la guardiana de la Poza de la Silenciosa.

Allí hará nuevos amigos, como la Vieja Encina, el corzo Miel y ese niño que la fastidia tanto. Con la ayuda de todos y su inmensa alegría, cuidará su rincón del bosque de los graves peligros que le acechan.

Fantasía, humor, astucia, amistad, alegría de vivir y respeto por los demás: valores que transmite esta nueva Colección, fiel a las líneas maestras -y habituales- de la Editorial sm. 

El primer título, Liana, la danza de la alegría, estructura una narrativa en la que niños y niñas se sientan a gusto, y tras su disfrute un contexto sencillamente natural en el ámbito de la conciencia ecológica que sostenga la importancia del respeto y cuidado del entorno.

Un mágico don

Liana es una protagonista enérgica, sensible y divertida que aprenderá a usar sus dones y la magia de las mujeres de agua para defender el bosque de sus amenazas. Tiene una larga melena con propiedades mágicas que deberá aprender a utilizar en su nuevo hogar: la Poza Silenciosa.

Otros personajes que la acompañan en sus aventuras son: La Vieja Encina, el corzo Miel y ese niño fastidioso como él solo. Con la ayuda de todos y su inmensa alegría, cuidará su rincón del bosque de los graves peligros que le acechan.

 

«[…] —Liana, vas a hacer amigos en un periquete. Ya verás. Además, acuérdate de tu don.

Su don. Antes de irse del Gran Estanque, las mujeres del consejo les hicieron pasar una prueba, y cada niña descubrió cuál era su don. El suyo le encanta. Tiene que ver con su pelo. Liana se ajusta el coletero hecho con flores del bosque. Cuando se lo quita, su larga melena llega hasta el suelo, y entonces… Entonces pasan cosas mágicas.

—Mañana todo irá mejor. Y si necesitas algo de mí, el águila dorada me avisará -se despide la Anciana Más Anciana.

—Hala, eso me gusta -sonríe Liana.

—Aunque te cueste, intenta descansar. Buenas noches, mi niña.

La cara de la Anciana Más Anciana desaparece.

—Ojalá tenga razón y mañana todo vaya bien…

Liana oye un ruido. Parece que alguien ha pisado unas ramas. Mira a su alrededor y no ve a nadie No es la primera vez que tiene esa sensación. Durante todo el camino ha tenido la impresión de que alguien la seguía. Tiene miedo, pero se levanta y grita:

—¡Eh! ¡Seas quien seas, sal!

Nadie aparece.

—Me lo debo estar imaginando…

Liana se echa de nuevo entre el musgo. Se quita el coletero y se suelta su larga melena. Se tapa con ella como si fuese una mantita. El pelo parece cobrar vida y empieza a hacerle cosquillas.

—¡Mecachis la mar! ¡Estate quieto!

Liana se atusa el pelo y este se calma. Normalmente duerme dentro del agua, pero está muy oscuro. Mañana explorará la poza. Cierra los ojos y, al momento, los abre. Vuelve a oír ruidos raros.

—Buf -resopla muerta de miedo.

Se hace un ovillo y se tapa mejor con su melena para no oír ni ver nada. Intenta dormir y al final lo consigue.

Lo que no sabe es que alguien la está espiando y ahora duerme muy cerca de ella…»

 

Anna Manso: prolífica dedicación a la literatura para niños con delicada atención a sus emociones e imaginación; «55 años de creatividad, 55 libros y 17.000 ejemplares vendidos».