Por Yordan Arroyo

Tengo el placer de referirme a uno de los ensayos más importantes, reflexivos y retadores que se han publicado en lengua castellana respecto al estudio, desde un enfoque socio-literario, de dinámicas populistas y mediáticas en la poesía española del siglo XXI. Hasta hoy no he encontrado una sola persona que logre desmontar, con argumentos rigurosos y serios, muchas de las ideas que allí se plantean, eso sí, he escuchado objeciones expresadas desde los resentimientos, las riñas personales o bien la alerta de que ciertos privilegios dudosos y ciertas personas hayan sido puestos en duda, según corresponde, mediante acciones y análisis de hechos.

Considero que un libro como el que enseguida comento solo podría ejecutarlo alguien que armonice la faceta de investigador con la de poeta y que luche por ir más allá de los claustros académicos (muchas veces y hoy más que nunca, llenos de telas de araña). Razones sobran para justificar por qué Contra los influencers. Corporativización tecnológica y modernización fallida (o sobre el futuro de la ciudad letrada), publicado en 2023 por la editorial Pre-Textos en Valencia amerita una lectura profunda y atenta en diferentes países de habla hispana que se sientan preocupados por el derrumbe de la(s) ciudad(es) letrada(s).

Martín Rodríguez Gaona se ATREVIÓ a ejercer una tarea que nadie había realizado, quizás por prevención, no lo dudo, y por eso me lanzo, sin flotador ni traje alguno, a este peligroso mar del Mediterráneo sabiendo que puedo ser devorado por algunos tiburones, pues a muchas de las personas aquí señaladas no les gustará leer conjeturas argumentadas mediante paradigmas críticos, cuyo horizonte de expectativas me remiten a un investigador y un poeta que ya lleva más de diez años buceando entre los libros y apuntando y analizando fenómenos socio-literarios en recitales y lecturas mediocres, actividades entre ciertos gurús, premiaciones (otorgadas incluso desde mucho antes de cerrarse el envío de libros), espectáculos en redes sociales (el paso de la figura del poeta que ama el silencio y trabaja en soledad a la de un ser extraño que ama los espectáculos, casi un actor o actriz energúmenos), manejo nefasto de dineros y favores políticos y demás elementos que definen a la modernización fallida o a una sociedad líquida que hace ya varios años le roba el oxígeno a los nadadores de la ciudad letrada.

Este libro, que comento brevemente, es parte de una trilogía que inició en 2010 con Mejorando lo presente. Poesía española última: posmodernidad, humanismo y redes y continuó en 2019 con La lira de las masas. Internet y la crisis de la ciudad letrada. Una aproximación a la poesía de los nativos digitales. Rodríguez Gaona tiene muy claro quiénes integran la lira de las masas y el listado de influencers literarios en España. Para mencionar algunos nombres, Luis García Montero aparece en un primerísimo plano debido al inmenso daño, desde una perspectiva rigurosa y no de cultura de masas populares, que le ha hecho a la poesía española, con su lema, entre otros, de “poesía de la experiencia”, mucha de ella sumamente cuestionable, a pesar de que hoy sea un culto para millones de lectores de diferentes partes del mundo, lo cual me conduce a otra investigación de interés personal: el lector o miope digital (que a veces también es “poeta”) como responsable promedio de la expulsión de los mamuts del circo romano, debido a su falta de criticidad y pocas lecturas (conocimiento y desinterés en la tradición) o lo que Rodríguez Gaona, según entiendo, comprende como una “democratización” del pensamiento de las masas y las celebridades. Y a esto se suma el paradigma de la corporativización engarzado al mundo de las letras, en tanto se convierte en objeto de interés empresarial y las valoraciones, por ejemplo, de tipo estético, desaparecen para enfocarse en otros aspectos cercanos al mainstream, asunto que favorece, mayormente, a los populistas literarios.

Asimismo, es destacable su apunte, en línea con las consecuencias de la visita de Andy Warhol a España, al deterioro de la cultura española a través de actitudes propias, por parte de García Montero, quien se ha ligado, a la manera de un gánster de las letras, a los influencers o poetas digitales para hacer de su figura un espectáculo mediático, de consolidación del mainstream, de los entertainers y de eclosión a través de las redes sociales, las cuales forman parte de un proyecto neoliberal (a espaldas de los más ciegos) que ha conducido a la disolución de la ciudad letrada, otorgándole el trono a una cultura de masas que cada vez enferma más a sus espectadores. Hoy son cada vez más, más allá de España, los escritores peleándose, deseando, dispuestos a todo, por tener en sus contraportadas un comentario que en su firma diga: Luis García Montero, más allá de las valoraciones de su obra, sino lo que su imagen corporativa representa.

Por su parte, en un segundo portal de espectáculos, aunque no menos importantes (todo lo contrario), aparecen una lista de “nativos digitales”, “poetas pop tardoadolescentes” o “populistas electrónicos”, quienes hasta el momento de cierre de la investigación de Rodríguez Gaona (2023), gracias a sus 594 000 (Elvira Sastre), 386000 (Miguel Gane), 265 000 (Marwan), 83500 (Loreto Sesma), 46600 (Luna Miguel), 44900 (Elizabeth Duval) y Elena Medel (12500) seguidores, logran acaparar una multitud de masas, sustituyendo el sacrificio de la escritura por la obtención de “selfies”, “likes” y “followers” y por su narcisismo que ya no solo enferma a sus consumidores mediante un lavado de cerebros a través de escrituras cargadas de populismo y autopromoción, sino que ahora los conducen, como “autores marca”, a llenar estadios, comprar camisas, bolsillos y otros elementos en donde figuren sus rostros o el culto de sus imágenes. No obstante, estos personajes poseen una “poesía” (son muy necesarias las comillas) todavía más cuestionable que la de García Montero, quien a pesar de todo, no llega a niveles tan demacrados, “[…] de lemas publicitarios o redacciones de autoayuda” (colocando el ejemplo de Elvira Sastre, p. 22), de exceso de emociones y banalidades o en palabras propias, de frasecitas parasitarias que terminan colocándose en un imán para luego pegarlas en el refrigerador y terminar siendo la oración de las mañanas y de las noches de muchas personas.

El propio Marwan, en una discusión en el Escorial, en 2019, con Rodríguez Gaona[1], ha confesado, desde una válida posición autocrítica (valoro su honestidad), ser parte de un sistema neoliberal corporativo diseñado para avalar, proyectar, difundir y masificar obras como las de él. Mientras tanto, en países hispanoamericanos, hay quienes faltos de rigor y desde una posición de supuestas autoridades, no han tenido las capacidades intelectuales ni críticas de analizar este fenómeno socio-literario a fondo por razones que deben argumentarse en otros trabajos. Eso sí, eso se debe a una suerte de derrotismo que los conduce a la simpleza de decir que a casos como el de Marwan hay que apoyarlos y no cuestionarlos. Todo lo contrario, más bien, considero necesario comenzar a hablar de Marwanismo, Elviranismo, Vallejismo, desde el diálogo crítico, con el propósito de comprender estas dinámicas operativas. Existen tendencias que adquieren matices religiosos fanáticos y como tal es necesario analizarlos.

También, el libro de Rodríguez Gaona suma otros fenómenos del siglo XXI, entre ellos el otorgamiento de premios y espacios que testimonian un cambio paradigmático de lo estrictamente literario a lo ideológico y mercantil (en tanto mueva masas y promueva fanatismos rentables para el sistema económico), tales son los casos de autores que tiendan a querer llamarse, por un asunto de modas o estrategias corporativas y no de honestidad y ética: feministas, LGBTIQ+, a escribir en lenguaje “inclusivo” y a utilizar otro tipo de narrativas (promoviendo la música de Bad Bunny, abriendo espacios a periodistas y comentaristas “influencers”) que comprueban la crisis de la globalización en tanto representan altas ganancias para ciertas editoriales que prefieren apostar por las obras de estos personajes y sus premios, en vez de escrituras serias y hoy más necesarias que nunca (las hay, en su mayoría en los márgenes. No es posible caer en el sesgo de ignorar esto, según algunas personas lo pretenden).

A su vez, no es casualidad que Rodríguez Gaona (2023) analice, además, obras maduras y serias como las de Jaime Siles, Luis Alberto de Cuenca, Antonio Colinas, entre otros, para obtener y mostrar un dominio del campo poético español y contrastarlo con parte de las grietas que dan a conocer, durante el siglo XXI, muchos autores populistas digitales, en su mayoría jóvenes. Aunque, sin caer en los extremos es consciente de que este virus también está afectando y ha afectado a escritores adultos (ya vimos el caso extraordinario de García Montero), formando una legión de mediocres, populistas y mafiosos. Además, tiene prohibido generalizar, pues sabe que algunos jóvenes son autores de obras que podrían ser considerables y han huido de las consecuencias de la caída de la ciudad letrada, razón por la cual los encontramos en sus redes sociales muy desapercibidos, contrario a los “poetas pop tardoadolescentes”, quienes en palabras, bastante mediáticas y pobres, por parte de Pedro González, editor de Mueve tu Lengua, una de las editoriales que los promueven, son importantes porque interactúan a través del nuevo circo romano: “Alguien que no tiene red social no interactúa con su público y no genera una identidad ajena a la escritura, no fideliza” (p. 21), y a ello podrían sumarse otras lista de personajes quienes apoyan a esta oleada de influencers, con tal de obtener seguidores y ganancias económicas como editores o como poetas y editores (según sucede cada vez más con casos que no aparecen en el libro de Rodríguez Gaona y pendientes de estudio).

En conclusión, por medio de 447 páginas debidamente clasificadas en tres secciones y mediante subtemas bastante problemáticos, más un listado importantísimo de notas y un repertorio bibliográfico actualizado, Rodríguez Gaona logra sistematizar un corpus que abre un horizonte de posibilidades de estudios en otras latitudes, tal es el caso de Hispanoamérica, en donde los ejercicios, las redes, las mafias y capillas literarias y los métodos de difusión a través de redes sociales, premios e instituciones de poder, poseen sus propios mecanismos, asunto ligado a la economía y políticas propias de estos países. Un caso interesante, en el que trato de dialogar con los aportes de este autor es el de Costa Rica, según lo apuntaba en un estudio propio de 2023, publicado en Italia:

Cabe agregar que, en su mayoría, las manifestaciones creadas por estos escritores, desde sus lejanías, normalmente son invisibles para los discursos vallecentralistas (San José), llamado así para el caso de Costa Rica; igualmente, las mafias y sicarios literarios conformados en muchos casos, como si de una estructura arquetípica se tratara, por una pareja de escritores así llamados, en algunas ocasiones, “padrinos mágicos” y su grupo de alumnos, algunos de ellos ególatras y otros con personalidades psicopáticas, ideales de liderar un grupo o grupos, mover influencias para conseguir cargos, empleos y favores a cambio de otros y con ciertas obsesiones y manías por captar la atención de las masas por encima de quienes no pertenezcan a los intereses de sus capillas literarias (p. 318).

Así pues, mediante un análisis riguroso, sistemático y con análisis de hechos, podría mostrarse, por primera vez en la historia de las letras centroamericanas, cómo la ciudad letrada también se derrumba en tales sitios, viéndose obligada, igual que en España, a mostrar sus debilidades y dificultades para salir adelante con intelecto y resistencia, teniendo que entregarse, en muchos casos, a la red comercial y mediática de los influencers, los populistas y la cultura de masas, para quienes vale más un “like” en un “poema” (en muchos casos con una foto de ellos para conseguir el culto a la imagen, el mainstream) o en un video leyendo sus inmadureces, que un comentario, reseña o críticas serias, que identificaban, hace treinta o cuarenta años, a una ciudad letrada que anda con las costillas al aire libre y se arrastra pidiendo auxilio para no tener que prostituir el único tesoro que le queda, su mente.

 

Bibliografía

Arroyo Carvajal, Y. (2023). Dinámicas literarias y poéticas centroamericanas del siglo XXI. Tintas. Quaderni di letterature iberiche e iberoamericane, 12, pp. 307-331. https://riviste.unimi.it/index.php/tintas/article/view/22431/20056

Cedillo, J. (17 de julio de 2019). “La poesía superventas. Debate en el Escorial”. El cultural. https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20190717/poesia-superventas-debate-escorial/414460219_0.html

Rodríguez Gaona, M. (2023). Contra los influencers. Corporativización tecnológica y modernización fallida (o sobre el futuro de la ciudad letrada). Pre-Textos.

 

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[1] Véase un resumen aquí: Véase aquí: https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20190717/poesia-superventas-debate-escorial/414460219_0.html