Hada Torrijos Suelves

¿Qué hacemos con el duelo de lo que nunca seremos?

Hay obras de teatro que entretienen, otras que hacen pensar, pero pocas son las que, escena tras escena, se van transformando en una conversación urgente con nuestro propio yo. Pero así, cara a cara y con tanta verdad que abruma y remueve a quien está presente en las butacas del Teatro Valle-Inclán.

Los nuestros de Lucía Carballal pertenece a esta última categoría: su pluma golpea con la sutileza de la verdad y nos deja desnudos ante nuestra propia historia familiar y, por supuesto, personal.

Carballal, con su precisión quirúrgica para construir diálogos y su capacidad para revelar lo que se esconde en los silencios y en las miradas, nos sumerge en el complejo universo de las relaciones familiares. ¿Cómo se teje una identidad cuando estamos atrapados entre lo que fuimos, lo que esperaban de nosotros y lo que realmente somos? Esa es la pregunta que late en cada escena, en cada gesto contenido, en cada palabra no dicha, pero implícita. Un viaje emocional en toda regla es “Los nuestros”, para quien se deje abrazar durante la hora y cincuenta que dura.

Los protagonistas, reunidos en un mismo espacio para cumplir el Avelut (duelo judío) por la muerte de Dinorah, caminan por diferentes etapas de sus vidas a través del recuerdo o la fantasía de lo que fueron o serán, están escritos con una humanidad que conmueve.

Todos ellos están intentando encontrarse en medio de una maraña de expectativas, rencores soterrados y afectos que, a veces, duelen más que sanan. Es inevitable no reconocerse en ellos y sentir ese pellizco en el alma al recordar sus propias batallas con el amor, con la familia o con la idea de pertenencia. Gran parte de que el público empatice con estos personajes se debe a unas interpretaciones con mucha verdad en lo que cuentan, destacando a Mona Martínez (Reina), quien llega a atravesar el patio de butacas con sus parlamentos.

En palabras de la autora y directora “esta familia sefardí abre la idea de la familia como un relato extendido, mucho mayor que nosotros, con el que podemos volver a pensar qué significa pertenecer, qué significa emprender un camino propio”.

Al fin y al cabo, todos somos parte de alguna otra historia, por lo que todo lo que acontece en “Los nuestros”, en mayor o menor medida, lo hemos transitado. En esta ocasión, Lucía Carballal consigue con su dramaturgia convertir la ficción en un reflejo tan real que nos duele, nos remueve y nos transforma.

“Los nuestros” es más que una obra de teatro: es un reflejo íntimo, un viaje emocional que invita a mirar hacia adentro, para comprender de dónde venimos. Esas raíces que se enroscan en nuestro interior y, con su propuesta teatral nos ayuda, quizás, a reconciliarnos con ellas.

Sin lugar a duda, Lucía Carballal nos regala, porque este texto sí es un auténtico regalo, un retrato honesto, valiente y profundamente conmovedor sobre la identidad, la familia y el amor que, pese a todo, nos une y nos (re)conecta.

Texto y dirección Lucía Carballal

Reparto 

Miki Esparbé (Pablo), Marina Fantini (Tamar), Mona Martínez (Reina), Manuela Paso (Esther), Ana Polvorosa (Marina), Gon Ramos (Mauro), Alba Fernández Vargas / Vera Fernández Vargas (Niña) y Asier Heras Toledano / Sergio Marañón Raigal (Niño)

Diseño de escenografía Pablo Chaves Maza AAPEE

Diseño de iluminación Pilar Valdelvira AAI

Diseño de vestuario Sandra Espinos

Composición musical y coach vocal Irene Novoa

Diseño de sonido Benigno Moreno

Coreografía y asesoría de movimiento Belén Martí Lluch

Asesoría sefardí Eva Chocrón

Ayudante de dirección Javier L. Patiño

Ayudante de escenografía Amalia Elorza Izaguirr

Ayudante de iluminación Marina Cabrero

Ayudante de vestuario Igone Teso AAPEE

Diseño cartel Emilio Lorente

Tráiler y fotografía Bárbara Sánchez Palomero

Realización de escenografía May Servicios, Ricardo Vergne, Scnik Movil y Fermisa

Producción Centro Dramático Nacional y Teatre Nacional de Catalunya

TEATRO VALLE INCLÁN. HASTA EL 6 DE ABRIL 2025