Horacio Otheguy Riveira.

Estrenada en 1916, cumple 109 años de antigüedad con una trama tan actual como la de cualquier clásico en plenitud de condiciones ideológicas y escénicas. Tal el texto original, hoy adaptado con nobles licencias por un dramaturgo como García May -habitual aliado del director Pérez de la Fuente- quien, rodeado de mucho talento en todas las disciplinas, ha forjado un Arniches vigoroso, enfocando su valiosa tragicomedia -que en su momento subtituló: Farsa cómica en 3 actos- en una línea de grotesco bordeando el esperpento, pero con la riqueza audiovisual propia de un director que siempre trabaja con la diversidad y la amplitud de miras, huyendo de las etiquetas.

Esta Señorita de Trevélez de ahora es drama brutal, comedia negra, musical con estupendo espacio sonoro, mucha coreografía y un puñado de canciones, y sobre todo un fabuloso espectáculo que rinde tributo al gran autor, hoy apenas representado, a pesar de tener una producción numerosa de gran valía, unas 270 obras escénicas estrenadas a lo largo de un período de más de cuarenta años, que va de Los aparecidos (1892) a Don Verdades, terminada el día antes de su muerte repentina, ocurrida en 1943, a la edad de 77 años.

 

 

Divertirse y llevarse a casa una emoción y una enseñanza: eso debe ser el teatro. Reírse y que quede en un rinconcito de nuestro recuerdo una lección que sea provechosa y consoladora para nuestra vida.Carlos Arniches Barrera. Radio El Mundo. Buenos Aires 1937.

 

Daniel Diges, Daniel Albaladejo y Silvia de Pé. – Copa en mano, Numeriano Galán, un novio atrapado por una broma terrible; a su lado sus víctimas, Florita Trevélez y su hermano Don Gonzalo.

 

Silvia de Pé, Flora Trevélez en una noche apasionada en el jardín, ajena a la broma macabra del Guasa Club.

 

Críspulo Cabezas, el pérfido líder del Guasa Club con dos de su equipo y, sentado, Daniel Albaladejo, divirtiéndose consigo mismo y cuanto le rodea, mucho antes de la catástrofe planeada.

Espléndida función

 

Todo lo que sucede en escena es una lectura nueva de Arniches, con aportes de otros años en la filigrana de los diálogos, pero, de fondo, respetándole profundamente. Un hombre que, desde lo muy popular, siempre se ocupó de divertir con el costumbrismo madrileño amasado con enorme cariño por su gente de a pie, y decidido crítico ante las instituciones, el caciquismo, el abuso de poder.

La amalgama de recursos (con vestuario modélico de época diversa, a ratos imprecisa) esgrimida por el director cuenta con una esencial organicidad: personajes e intérpretes respiran, caen y se levantan como si hubieran nacido en esta farsa donde los malvados dan pasos de baile mientras se confabulan, y la buena gente es atropellada por ellos hasta transformarlos en la misma canalla… Aunque, eso sí, con unas víctimas que, dando risa por momentos, acaban produciendo la desasosegante impresión de que aquello que se denunciaba a comienzos del siglo XX, hoy persiste con distinto contexto pero idéntica crueldad de grupos ávidos de violencia contra compañeros, vecinos, amiguetes… diferentes e indefensos.

Un reparto homogéneo consolida la fluidez coral, con personajes protagónicos y secundarios interpretados en una misma tonalidad de frescura sana o también horripilante.

Encabezan Daniel Albaladejo, fantástico comediante hasta dar con el amargo final, del que sale exhausto en el saludo final, mientras Silvia de Pé sonríe, alegre, con esa máscara inocente de su gran personaje. Los galanes rabiosamente enfrentados, dos actores con prestancia y dominio del espacio, aprovechando su excelente condición física: Críspulo Cabezas y Daniel Diges.

 

 

Autor: Carlos Arniches (Alicante, 1866-Madrid, 1943)
Versión: Ignacio García May
Dirección: Juan Carlos Pérez de la Fuente

Reparto:
Daniel Albaladejo – Don Gonzalo de Trevélez (+ Don Gonzalo de Ulloa)
Marta Arteta – Conchita (+ La espectadora de al lado)
Críspulo Cabezas – Tito Guiloya (+ Don Luis)
Daniel Diges – Numeriano Galán (+ Don Juan)
Óscar Hernández – Peña
José Ramón Iglesias – Don Marcelino
Edgar López – Lacasa (+ voz de Ciutti)
Noelia Marló – Soledad
Silvia de Pé – Flora de Trevélez
Julia Piera – Maruja (+ Una espectadora)
Rodrigo Sáenz de Heredia – Señor Menéndez
Natán Segado – Manchón
Juan de Vera – Torrija (+ Regidor)

 

Diseño de escenografía: Ana Garay
Diseño de vestuario y figurines: Almudena Rodríguez Huertas
Diseño de iluminación: José Manuel Guerra
Espacio sonoro: Ignacio García
Movimiento escénico: Guillermo Weickert
Maestro de esgrima: Jesús Esperanza
Ayte. de dirección: José Luis Sixto
Ayte. de escenografía: Isi Ponce
Ayte. de vestuario: Pablo Alcándara
Diseño y Realización de maquillaje: Elvira García para LKM
Maestro de billar: José María García Luna
Tocados: Mélida Molina ( Vanvará)

Una producción del teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa
en colaboración con Producciones Teatrales Contemporáneas

TEATRO FERNÁN GÓMEZ. HASTA EL 20 DE ABRIL 2025

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Otras creaciones de Pérez de la Fuente en CULTURAMAS:

Torquemada, de García May/Pérez Galdós con Pedro Casablanc

Óscar o la felicidad de existir, de Eric-Emmanuel Schmitt con Yolanda Ulloa

Pingüinas, de Fernando Arrabal: «Diez mujeres que se ponen el mundo por montera»

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