Héctor Peña Manterola.
Pablo Alaña (Castelló de la Plana, 1991) es un escritor con raíces vascas y gallegas que vive en Santander desde los ocho años, ciudad donde trabaja como abogado. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Cantabria y ha cursado el Máster en Derecho de la Empresa en las universidades de Deusto e ICADE. Con su primera novela, La sospecha eterna (Versátil) obtuvo el Premio València Nova de narrativa en castellano 2022. Ahora llega a Grijalbo con El hijo del asesino, un absorbente thriller literario que encierra heridas familiares y secretos que se resisten a ser descubiertos.
- HÉCTOR PEÑA.- Buenos días, Pablo. Muchas gracias por dedicarnos este tiempo. Sabes que no es la primera vez que leo una obra tuya, pero dado que nos dirigimos a un público más alto, empezaremos por el principio. ¿Quién eres y por qué escribes?
RESPUESTA.- Soy un escritor y abogado que vive en Santander desde los ocho años. De pequeño leía mucho, y ya entonces soñaba con colocar algún día mis propias historias junto a los libros que iba amontonando en las estanterías de la habitación. Escribo porque me apasiona, porque disfruto haciéndolo. Además, me permite vivir otras vidas a través de los personajes, y poder compartirlas con los lectores es una gran satisfacción.
- HP.- Dado que mencionas que desde niño tuviste una gran afición por la lectura, ¿cuáles consideras que fueron tus mayores influencias literarias?
RESPUESTA.- Es difícil decirlo porque siempre me ha gustado leer de todo. De mi niñez y adolescencia, me acuerdo especialmente de las novelas de Tolkien, Ruiz Zafón y Agatha Christie. Con ella descubrí el mundo de las novelas policíacas y los finales sorprendentes.
- HP.- Tanto La sospecha eterna como El hijo del asesino están ambientadas casi en su práctica totalidad en Cantabria, aunque tus orígenes no se ubican allí. ¿Por qué? ¿Qué papel le das a la ambientación en tus obras?
RESPUESTA.- Llevo viviendo casi toda mi vida en Cantabria y me gusta ubicar mis novelas en esta zona para rendirle homenaje. Además, conocer de primera mano los lugares y tenerlos cerca me permite ser preciso y riguroso en su descripción. En mi opinión, la ambientación es clave en todas las novelas, pero aún más en los thrillers, en los que se requiere una atmósfera que te atrape.
- HP.- En la actualidad, la oferta de novelas negras escritas por autores españoles es amplísima. Sin embargo, en El hijo del asesino encontramos un factor diferencial desde los primeros capítulos: nos remontamos a treinta y dos años antes de la acción de la novela para iniciar con un suceso que marcará a Daniel Somoza, el protagonista, de por vida, y que finalmente le alejará de Reinosa. ¿Por qué lo enfocaste así?
RESPUESTA.- Lo que pretendía era colocar al lector desde el inicio ante la tragedia que sufrió Daniel de niño, en el verano del setenta y cinco. Quería plantear una trama intrigante que, además, me permitiera retratar a un personaje atormentado por ser el familiar de un asesino. Me interesaba explorar esa circunstancia sin perder el elemento de misterio que tanto me gusta. Ese elemento de misterio, en este caso, es algo que de pronto no encaja, un detalle que Daniel descubre treinta y dos años después.
- HP.- En la novela nos encontramos con dos líneas temporales. ¿Por qué? ¿En qué afectan a la trama?
RESPUESTA.- Lo que ocurrió en el verano del setenta y cinco en Reinosa es fundamental para Daniel y lo que se cuenta en el presente, y quería que el lector lo viviera directamente. Quería que viera cómo se comportaban los personajes aquellos días, que escuchara lo que decían, que reflexionara sobre lo que callaban… Por eso decidí emplear dos líneas temporales. Eso afectaba a la forma de construir la trama, claro. Cada vuelta al pasado debía servir para revelar algo esencial y al mismo tiempo estar conectada con el presente de la novela. Añadía un grado de dificultad, sin duda.
- HP.- Daniel Somoza es un abogado, al igual que tú y que Clara Caballero, la protagonista de La sospecha eterna. ¿Cuánto hay de ti en cada uno de estos personajes?
RESPUESTA.- Es verdad que ambos comparten mi profesión de abogado, pero en lo demás intento separarme todo lo posible del personaje. Introduzco rasgos y personalidades diferentes a los míos para que sean auténticos y tengan su propia entidad.
- HP.- Siempre se ha dicho eso de «Pueblo pequeño, infierno grande». Peyton place es un buen ejemplo de ello. ¿Crees que se aplica a la Reinosa que reflejas en la novela?
RESPUESTA.- Sí. Reinosa es una ciudad pequeña, que se cruza en apenas veinte minutos. Aunque su población en el setenta y cinco era mayor que la de ahora, siempre ha sido un lugar donde todo el mundo se conoce, donde un crimen supone un auténtico terremoto. Eso era precisamente lo que buscaba para ahondar en la opresión que siente Daniel, en ese peso que lo acaba alejando de allí.
- HP.- La novela presenta un amplio abanico de personajes, y dejas entrever una serie de motivaciones que podrían señalarlos como culpables. Sin embargo, mantienes la expectación hasta el final (y reconozco que es la segunda ver que me equivoco), al más puro estilo Agatha Christie. ¿En quién (o en qué) te inspiraste para concebirlos? Háblanos de ellos.
RESPUESTA.- Suelo mezclar rasgos de algunas personas que conozco con detalles que invento. Lo que busco es dar forma a personajes que resulten creíbles, y eso implica que no sean perfectos, que tengan miedos, rencores, heridas… En esta novela quería retratar a toda una comunidad marcada por un crimen en un arco temporal de treinta y dos años, lo que obligaba, como dices, a mostrar un amplio abanico de personajes, cada uno con su personalidad.
- HP.- Después de conocer la ambientación, las motivaciones y los personajes. ¿Cómo surgió la inspiración para escribir esta historia?
RESPUESTA.- La chispa se produjo cuando leí una noticia sobre un crimen horrendo. No recuerdo los detalles, pero sí que en ese momento me paré a pensar no solo en los familiares de la víctima, sino también en los seres queridos de la persona que había cometido el asesinato, en cómo lo estarían viviendo y cómo marcaría su vida. Ese fue el germen de la novela.
- HP.- ¿Qué consejo le darías a un escritor que está iniciándose?
RESPUESTA.- Que se esfuerce, que confíe en sí mismo y que disfrute del proceso. Y que lea todo lo que pueda para seguir aprendiendo. Creo que es difícil escribir una buena novela sin haber leído mucho.
- HP.- ¿Hay algún hecho o evento histórico que te haya inspirado para escribir la novela?
RESPUESTA.- No hay un hecho histórico concreto que me haya inspirado directamente para la historia. Sin embargo, como una parte de la novela está ambientada en septiembre del setenta y cinco, sí que he tenido que documentarme sobre esa época, que no viví.
- HP.- La sospecha eterna fue condecorada con el Premio València Nova de narrativa en castellano de 2022. ¿En qué afectó el galardón a tu trayectoria literaria?
RESPUESTA.- El premio fue el comienzo de todo, puesto que conllevaba la publicación con Ediciones Versátil de la que era mi primera novela. Fue una gran alegría y una inyección de confianza. Estoy enormemente agradecido.
- HP.- Ya hemos introducido a Clara Caballero, la abogada que protagoniza La sospecha eterna. ¿Qué más podrías contarnos de la novela?
RESPUESTA.- Se trata de un thriller que combina los géneros policiaco y judicial y que tiene como protagonista a una abogada se ve obligada a investigar un crimen para defender a una de sus mejores amigas. Esa amiga, llamada Irene, ya fue sospechosa seis años atrás de otro asesinato, un caso quedó sin resolver. Es un domestic noir con una investigadora no profesional que indaga en el mal que encontramos día a día.
- HP.- ¿Tienes alguna de esas famosas manías de escritor?
RESPUESTA.- No sé si se puede considerar una manía, pero diría que corregir las frases una y otra vez.
- HP.- Me gustaría agradecer el tiempo que nos has dedicado, Pablo. Creo que no se ha notado que has colaborado bajo amenaza. Gracias. Para terminar, me gustaría cederte el micrófono. ¿Qué le dirías al lector indeciso para que se atreva con tus obras?
RESPUESTA Y CIERRE.- Le diría que encontrará unas novelas que buscan enganchar desde la primera página, que entrelazan historias y secretos del pasado con sucesos del presente y que van incrementando su ritmo hasta cerrar la trama con un final inesperado. Muchas gracias por la entrevista. Ha sido un verdadero placer pasar este rato con vosotros.
