No es nada habitual, en nuestros días, que una misma serie pueda verse en varias de las principales plataformas de contenido que tenemos a nuestra disposición. Lo más normal es que una de ellas quiera ofrecerla en exclusiva a sus suscriptores y sea un gancho para atraer a nuevos clientes. Sin embargo, una producción del calibre de Yellowstone se encuentra accesible en España en tres de ellas desde hace algunas semanas.
Concretamente, se trata de SkyShowtime (con las 5 temporadas), Netflix (con las 4 primeras) y Prime Video (con las 3 iniciales). No sabemos exactamente cómo se han alineado los astros para que esto ocurra, pero los aficionados a los buenos shows televisivos estamos de enhorabuena, pues tenemos diversas alternativas para disfrutar de esta serie, de una excelente calidad. Pese a que muchos puedan pensar que no van a aguantar otra producción de Kevin Costner haciendo de vaquero, es necesario señalar que estamos ante un producto totalmente diferente.
Si estás harto de ese concepto tan manido del “western crepuscular”, Yellowstone puede ser tu serie. Y no sólo porque se emplace en una era mucho más actual. Además, las tramas de poder y las relaciones familiares casi lo convierten en un Falcon Crest moderno, pero con caballos y vacas, en vez de viñedos. Y, por qué no decirlo, con un poco más de mala leche. Costner, como patriarca de la familia Dutton se alza como un personaje con una presencia prácticamente omnipresente, que recuerda al Vito Corleone de la primera parte de El Padrino.
Por su parte, los hijos, cada uno con sus peculiaridades, tienen la enorme cualidad de no caerte bien más de tres capítulos seguidos. Más vale no aferrarse demasiado a ningún elemento en esta serie, ya que la situación cambia a una velocidad vertiginosa. Si acaso, si existe una sola constante, además de los enormes retos a los que se enfrenta esta familia, es la de la belleza de los paisajes de Montana (dato curioso: una parte destacada del rodaje se desarrolló en Utah, no en Montana; cosas de los productores).
Para los que no saben nada de nada de su argumento, sólo os daremos unas pequeñas pinceladas. Los Dutton llevan décadas luchando por conservar su extenso rancho lejos de las injerencias del resto de la sociedad, con sus propias reglas. Pero, en esta ocasión (y nos referimos a los primeros compases de la temporada inicial) se enfrentarán a unos “vecinos” con sus propias pretensiones; que están relacionadas con, nada más y nada menos, que la construcción de un resort e incluso un gran casino. Al parecer, desconocían que la online roulette ya está disponible en internet, pero ellos dale que dale con la construcción faraónica.
Al bueno de John Dutton este plan le parece, como muchos lectores adivinarán, una idea terrible que amenaza su modo de vida y su preciado legado (esto último es un leitmotiv en la trama). A partir de aquí, las diferencias entre el salvaje Oeste y el western actual ya pasan a ser algo más difusas. Claro que no todo se resuelve mediante pólvora; las intrigas en los despachos políticos y las grandes empresas también tiene su protagonismo. Por otra parte, el cuadro actoral lo hace francamente bien y consigue sacarte de quicio en más de una ocasión (unas 3 o 4 veces por capítulo, para ser exactos).
Entonces, ¿vale la pena verla o la dejamos correr? Bien, no es casualidad que Yellowstone tenga el favor de la crítica y el público. Cinematografía, actuaciones y guion están muy conseguidos. Y acaba atrapándote ese entorno, del que muchos personajes intentan huir, pero que parece imposible dejar atrás. Ahora, con estas tres posibilidades de acceso a la serie (Prime, Netflix y Sky), tal vez sea la ocasión perfecta para sumergirse en el universo de los Dutton, del que hay hasta precuelas. Pero, cuidado, tal y como les pasa a los protagonistas, después no será tan fácil estar lejos del rancho. Y los episodios se devoran a toda velocidad.