Horacio Otheguy Riveira.

Míticas figuras en representación de mujeres que, ya en aquellos lejanos tiempos, lucharon por ser ellas mismas y procurar romper los asfixiantes lazos patriarcales. Tan unidas espiritualmente, tan distintas en hechos y leyendas, tan hermosas en su vertiginosa caída y resurrección histórica. Simbolizan trágicos paisajes que articula Hada Torrijos, autora de este Vendaval; filóloga y crítica teatral -habitual colaboradora en CULTURAMAS-, expresa en versos dramáticamente expuestos, como si la teatralidad inherente permitiera a Itziar Otuño, prologuista, estructurar un potente monólogo. Actriz popularizada en series y películas, tiene gran trayectoria escénica en euskera.

El dolor y la belleza son búsquedas inherentes en el camino poético, y esta mágica Hada consolida una voz propia en la que se acompaña de una voluntad de crecer entre palabras por las que escalar sin mirar atrás, afirmándose en cada empeño, como si cada vocablo fuera un peldaño por el que a ratos se trastabilla, y casi siempre se hace más fuerte. Más enérgico en el andar como en el respirar, que ha costado tanto amainar su poder destructivo.

 

RAE: Vendaval.

Del fr, Vent d´aval `Viento de abajo´

1. m. Viento fuerte que sopla del sur, con tendencia al oeste.

2.m. Viento fuerte que no llega a ser temporal declarado.

 

 

Fácil resulta, página a página, escuchar a la poeta y a su emocionada mentora, que en el prólogo afirma:

«… esta joven escritora se narra a sí misma en sus dolores, desaciertos, reflexiones y aprendizajes, atreviéndose a mirar cara a cara a su propia galerna, sobrevolando sus miedos en soledad, adentrándose en la niebla de las ausencias y los desamores y asomándose a la oscuridad de las penas del alma.

Ella va como una luciérnaga en plena ventisca, con su luz pequeña, pero poderosa e invencible, va… y va titilando y alumbrando un antiguo mosaico de tres mujeres en el que se reconoce, aunque ella misma es la auténtica protagonista de esta historia: mujer mítica atravesando su Vendaval…»

 

 

A caballo entre mis versos y tus ojos

 

Hoy te veo. Luz entre mis dedos.

No pienses que te olvido,

pero tampoco crear que te pienso.

En esta piel que habito

eres músculo insaciable

que resbala por mi frente.

Hoy te veo. Agua rota en el abismo.

Nunca escribas lo que sientas

sin saber para qué lo haces.

Te dejo en calma.

Mañana (te) olvido.

 

 

… Torrijos se deja acompañar por Eurídice, Dafne y Ariadna, “tres clásicos de la mitología griega”, de la que la autora se declara “muy fan”, y con los que se propone, además, ejercer “justicia poética para equilibrarlas en sus propios mitos”. La elección de esta compañía reside además en que “ellas también han vivido algo parecido” a esos pasadizos en los que ha consistido su proceso emocional.

Vendaval es, pues, “un abrazo a destiempo, del presente al pasado, a una misma y a quien lo lea”, porque cree que a veces no se ha abrazado lo suficiente y ha “permitido cosas que no debería haber permitido”. Confiesa que, pese a las ganas, este libro lo ha hecho con “mucho miedo”. “Pero lo he hecho”, se reafirma.

Extracto de la entrevista publicada el Diario del Alto Aragón, Huesca.