‘Animales de ida y vuelta’: La profundidad de lo efímero
Por Manuela Vicente Fernández
@ManuelaVicenteF
Animales de ida y vuelta, es un libro escrito por María Charneco, licenciada en Publicidad y profesora de Escritura Creativa, e ilustrado por la artista plástica Yolanda Serpa. La obra obtuvo el II Premio Soledad Verdú de cuentos con ilustraciones convocado por la Editorial Adeshoras y la Asociación AMEIS.
En Animales de ida y vuelta nos encontramos historias de mujeres que atraviesan momentos de cambio que resultan claves en sus vidas. El universo femenino y las emociones que lo pueblan aparecen retratados en cuatro cuentos cuyas protagonistas son mujeres en diferentes etapas y circunstancias personales en las que no faltan símbolos, como los animales de paso, remarcados en cada historia, que parecen alinearse extrañamente con el momento que les toca vivir a cada una de ellas.
El primero de los cuentos, Rabo de nube, profundiza en la distancia que comienza a establecerse entre madre e hija con la adolescencia de la segunda. En este cuento se trata esta etapa crucial a través del paralelismo que la madre establece con sus recuerdos de juventud para caer en la cuenta que la rueda de ciclos continúa y a la que le toca volar es ahora a su hija. Destaca aquí la imagen cargada de significado simbólico de las salamanquesas, animales adaptativos por naturaleza propia.
El segundo cuento, Sin vida, pero va a quedar muy bien, es significativo ya desde el mismo título que lo anuncia. Esta narración contiene una gran carga emocional y simbólica que refleja una realidad que sufren muchas mujeres. El aislamiento afectivo y social, así como la profunda soledad y sensación de pérdida manifestada en su protagonista, aquejada de un cáncer de mama, se exterioriza en la música que escucha al volante en sus trayectos, en las lecturas en las que se refugia y en esa carretera solitaria adornada por una fila de cigüeñas que, extrañamente, eligen las farolas de la hilera izquierda:
¿Es que el universo entero se ha confabulado para dejar vacío el lado derecho de las cosas? (pág.34)
En el tercer cuento, Estallidos, incursiona la realidad de los atentados del 11-M. La muerte frente a la imagen fértil de la protagonista, embarazada pero invisibilizada y ninguneada en su trabajo, con la incertidumbre como horizonte. Un horizonte poblado por serpientes que sigilosamente observan sus movimientos.
El último de los cuentos, Días sin mí, nos habla de una sociedad en confinamiento. El confinamiento real frente al confinamiento personal que vive una artista en su bloqueo creativo y sus relaciones personales. Un magnífico retrato de la sociedad en la que vivimos, simbolizada en esa imagen, cargada de significado, de los conejos destripados no sé sabe bien por qué o por quienes.
Animales de ida y vuelta es un libro de opuestos. De antítesis. De confrontación. Cuentos de corte realista que retratan un universo íntimo, magníficamente ilustrado tanto en la imagen como en la escrita por Yolanda Serpa y María Chanerco. Cuentos que retratan el vacío a través de suplantaciones que “quedan muy bien, pero carecen de vida”. Cuentos de una sociedad en proceso de cambio. Una sociedad fértil, como las cigüeñas o las mujeres embarazadas, pero que busca permanentemente su sitio. Una sociedad que se contradice a sí misma, quizás porque no admite la ley del espejo, una ley que nos muestra que la realidad externa que vivimos corresponde a lo que sentimos y somos internamente: animales de ida y vuelta.