Los lunes al sol: resiliencia para tiempos oscuros
Alberto Medina.
En el marco del Festival de Teatro de Málaga llegó a Málaga la obra teatral “Los Lunes al Sol” basada en la película de Fernando López de Aranoa. Un clásico del cine español que retrató la crisis económica que vivió España a comienzos del siglo XXI y que desembocó en un drama social en los hogares. Este guion se ha reconvertido en obra de teatro, que como la película, retrata las vidas de un grupo de amigos desempleados en una ciudad costera del norte de España tras el cierre de un astillero. Cada personaje enfrenta el desempleo de manera diferente.
Por una parte, tenemos a Santiago (Santa), el carismático protagonista interpretado por Fernando Cayo, lidera este grupo de hombres que intentan lidiar con la incertidumbre económica y emocional mientras pasan sus días entre bares, paseos y discusiones ¡Hasta disfrutan de un partido de fútbol en las obras de un piso paralizado por la burbuja inmobiliaria!
Otros miembros de la pandilla son José (Marcial Álvarez)que lucha con los conflictos en su matrimonio causados por la precariedad económica; Amador (César Sánchez) que vive solo y se refugia en el alcohol tras ser abandonado por su esposa; Lino (Jose Luis Torrijo) sigue buscando trabajo a pesar de su edad avanzada, intentando competir con jóvenes en entrevistas de trabajo, y Rico (Fernando Huesca) representa el único personaje que logró establecer un pequeño negocio propio, aunque no está exento de las dificultades del sistema económico. Otros personajes que también aparecen son Nata, la hija de Rico (Yune Nogueiras), Ana (Lidia Navarro) como mujer de José, y Reina (Fernando Huesca) que como él se define es técnico de seguridad
El desafío de mantener la esperanza
A lo largo de la obra de teatro, los personajes reflexionan sobre las injusticias del sistema laboral, la pérdida de dignidad y los desafíos de mantener la esperanza en un entorno adverso. Incluso “Los Lunes al Sol” alterna entre momentos de humor y drama, mostrando una profunda conexión humana entre los personajes. También momentos de ternura, aunque pocos, como la secuencia en la que Ana parece que va a separarse de José, o la relación entre Rico y su hija.
Todos los personajes hacen un gran papel a lo largo de la obra de teatro, pero quizás también se le podría haber otorgado a ellas un papel algo más desarrollado, conocer la mirada más femenina ante la crisis. Probablemente sea porque la obra se basa por entero en el guion cinematográfico, pero quedaron muchas cosas en el hilo, como haber profundizado en el debate de la inmigración, sobre la clase política o el incipiente servicio de comida a domicilio.
La escenografía retrata los alrededores del Astillero, ya paralizado, y que pronto serán reconvertido en urbanizaciones de lujo. También las luces, en forma de barras, retratan un mundo hostil e industrial que pone a prueba la entereza de todos los personajes.
A pesar de los años que han pasado tras el estreno de la película, esta obra de teatro sigue resaltando cómo la unión fortalece psicológicamente a individuos que estando separados no pueden adaptarse al cambio. La obra terminó con un largo aplauso del público malagueño.
GG Producción Escénica y Teatro del Nómada
Guion original Fernando León de Aranoa e Ignacio del Moral
Adaptación Ignacio del Moral y Javier Hernández-Simón
Con Yune Nogueiras, Marcial Álvarez, José Luis Torrijo, Fernando Cayo, Fermi Herrero, Fernando Huesca, César Sánchez y Lidia Navarro
Dirección Javier Hernández-Simón