«DISCLAIMER»: Grandes expectativas. Pobres resultados.
Por Gerardo Gonzalo.
Disclaimer (el título de esta ficción, no traducido al castellano, que de haberlo hecho sería algo así como “Descargo de Responsabilidad) es una miniserie de 7 episodios estrenada en 2024, creada y dirigida por Alfonso Cuarón, que nos cuenta la historia de una afamada periodista de investigación, Catherine Ravenscroft, que recibe un libro de la que ella es protagonista referido a un episodio de su pasado, y que abre una espiral de venganza que destruye su prestigio personal y su credibilidad profesional.
Además del sello de calidad de tener a un gran director detrás, como es el mexicano Cuarón, esta ficción está protagonizada por Cate Blanchett y Kevin Kline en sus papeles principales, secundados además por otros notables y conocidos actores como Sacha Baron Cohen o Kodi Smit McPhee. Así, con todas estas piezas, podríamos deducir que nada puede salir mal…..¿o sí?
No puedo dejar de reconocer que la serie se ve con cierto interés. Pasan cosas, mantienes la atención y sin llegar a apasionarte, tampoco te planteas abandonarla, lo que añadido a una buena factura técnica en un contexto, como el de los últimos años, de grisura en la ficción televisiva, no es poco.
Pero también son evidentes algunos traspiés que creo que lastran la calidad de esta miniserie. La primera se refiere a cierto maniqueísmo en el relato. La historia, según sea el que lleve la iniciativa de la trama, apenas tiene oposición ni conflicto. Todo se asume, todo se da por cierto, y evoluciona sin más. No hay inconveniente en que años de lealtades laborales o relaciones personales desaparezcan sin pestañear, en apenas unos segundos, por lo que diga un desconocido.
Por otro lado, hay un par de aspectos, más de percepción personal por mi parte, que me rechinan especialmente. Uno es la cuestión del narrador. Durante muchos pasajes hay una voz que te explica lo que sienten o piensan los personajes, y salvo casos y momentos muy concretos, creo que en cine o televisión, muchas veces es un recurso usado ante la incapacidad o la falta de talento, de mostrar en imágenes lo que está pasando, de ahí que haya que explicarlo con una voz en off.
Por otro lado, también, reconozco que no siento muchas simpatías (esto me viene desde El Sexto sentido) por ese tipo de historias que durante el 90% de su metraje te muestran una realidad determinada, casi incontrovertible, para un ratito antes de terminar decirte que no, que todo eso que has visto no es así, y que la realidad era otra, normalmente la contraria. Mucha gente compra este recurso argumental muy utilizado, pero yo no, y salvo que el director sea John Ford, y la película se llame El hombre que mató a Liberty Valance, la mayoría de las veces me parece más un artificio que otra cosa.
Entrando en otros detalles, lo siento, sé que es casi un pecado decirlo, pero Cate Blanchett no está bien, está a años luz de su mejor versión actoral. La interpretación de Kevin Kline, es un pura caricatura, sin apenas matices, pero la palma se la lleva Sacha Baron Cohen, que creo que podría estar justamente nominado a algún premio de estos que dan al peor actor del año, en su papel de marido panoli artificiosamente indignado.
No obstante, también hay cosas buenas. Creo que algunos momentos que se desarrollan en la parte del pasado de la historia, en Italia, están muy bien rodados. A lo que hay que añadir alguna secuencia de gran erotismo inolvidable y la interpretación de la bellísima actriz Laila George, que hace de Blanchett cuando era joven, y que está magnética y absolutamente soberbia.
En resumen, sí, pero no, entretenida sin más. La sigues más por curiosidad que por un apasionado interés. Varias cosas chirrían, otras ni fu ni fa, y alguna está muy bien. Los actores que no suelen fallar, aquí fallan, pero alguno que no conoces te sorprende positivamente. Y así todo, varias de cal y alguna de arena, que te van llevando hasta un final, que una vez encauzado, también se impone con cierta facilidad, en una serie donde el conflicto desaparece en favor de la asunción sin más, de la verdad que se impone en cada tramo de la misma.
Resumiendo, un aprobado justo con bastantes tachones. Esperaba más del autor de obras maestras como Gravity o Roma.