La publicación de ÉTER sacude el aforismo español
Redacción.- En un contexto editorial caracterizado por la atonía y cierto conformismo de corto vuelo, el aforismo español anda necesitado de apuestas ambiciosas y proyectos con perspectiva de futuro. Este es el caso de Éter, el libro de Demetrio Fernández Muñoz que acaba de ver la luz de la mano de Apeadero de Aforistas, la plataforma literaria del género más breve que más está haciendo en nuestros días por renovarlo desde dentro.
Demetrio Fernández Muñoz (Vila Joiosa, 1987) es uno de los referentes más destacados del género más breve en España. Autor de La lógica del fósforo. Claves de la aforística española (Thémata, 2020), actualmente es el director del portal «Aforística española actual» de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Obtuvo el premio Artemisa por su libro de aforismos Plancton (Detorres, 2022) y el Valencia Nova por el poemario Carrera de relevos (Hiperion, 2023). También ha publicado la antología Puntales de la brevedad. Aforistas en construcción (Cypress, 2023).
Mediante un esqueje presocrático, Éter concibe una cosmología a partir de una estructura aforística que entrama los elementos clásicos de la naturaleza con las dimensiones del amor según el mundo griego. Aire, agua, fuego y tierra se entrelazan con la filantropía, la amistad, el eros y el amor familiar con el fin de reproducir un plasma capaz de surcar la dispersión y la armonía de lo real a través de un río continuo de ida y vuelta.
La forma del viaje se desarrolla con un aforismo poético que experimenta desbordar sus propias fronteras, resquebrajando su cerrazón autonómica y avizorando su relación simbiótica con el conjunto. Concretamente, se busca acoger al aforismo bajo direcciones como las sostenidas por Fernando Menéndez, quien lo entiende como «línea sin punto», y así provocar una textualidad en cadena entre los constituyentes, condicionada por la densidad material entre el elemento y el amor abordados en cada una de las partes.
De esta manera, aquí los aforismos no son acotados ni concluyentes, sino que, limítrofes en sus orillas, se ceden el testigo unos a otros bien a partir de una letra, una sílaba, dos sílabas o una palabra que los hermane tanto lineal como circularmente.
En aras de integrar y disolver el fenómeno, este núcleo elemental queda enfrascado entre la acosmia y el sphairos, dos ristras de definiciones endecasilábicas del odio y del amor respectivamente que, a modo de espejo (aunque cada espejo a su modo), revelan que todo principio y todo fin nace y desemboca en un mismo punto bilateral que se retroalimenta a sí mismo.
«En esencia, en Éter no hay término, ni origen; solo, destino», reza la nota editorial.
Con este libro, el género más breve da un paso más en su consolidación como instrumento apto para acometer proyectos literarios e intelectuales de envergadura.