‘Estaré sola y sin fiesta’, de Sara Barquinero
Gerardo Gonzalo.
Estaré sola y sin fiesta es una novela de 2021 de Sara Barquinero (Zaragoza, 1994) publicada por la editorial Lumen. Aquí, se nos cuenta la historia de la investigación que hace la protagonista del libro, a raíz de encontrar casualmente, en un contenedor de basura en Zaragoza, el diario de una mujer llamada Yna, intentando trazar a partir de los escasos datos que ahí aparecen, su historia personal y sentimental, centrándose especialmente en la búsqueda de un hombre al que se refiere reiteradamente y del que parece muy enamorada.
Llego a esta novela a través del enorme eco que ha provocado su última obra, Los Escorpiones de 2024, considerada de forma casi unánime por la crítica como una de las grandes novelas españolas de este pasado año y previo a una lectura, que casi con total seguridad acometeré este año 2025, me apeteció aproximarme a esta autora leyendo esta, su obra anterior.
El libro es interesante y original. Traza el relato inesperado de una aventura, una investigación poco probable, a partir de unos pocos retazos escritos en un cuaderno y encontrados al azar en la basura. Aunque realmente vamos observando como poco a poco, esa búsqueda no es tanto sobre la propietaria del cuaderno, sino sobre la propia protagonista en la relación con su pareja, trabajo, amistades y familia.
“Un tipo un poco agonías, a veces, un tristón. De esas personas que se nota que piensan de vez en cuando en morirse”. Una mujer compleja, a quien no terminamos de entender del todo, que parece inmersa en una especie de encrucijada, de crisis existencial, de la que no sabe bien salir y donde esos papeles encontrados, acaban siendo el pistoletazo de salida a una búsqueda que acaba fracturando parte de sus relaciones con su entorno y con su propio trabajo, deambulando por una espiral que roza a veces la sordidez y el engaño, donde el elemento sexual está muy presente, y en el que su rol investigador, contrasta con su rutinario y aparentemente más convencional estilo de vida habitual. Una protagonista perdida, insatisfecha en general, que parece querer reencontrarse a través de una investigación de imposible solución, pero que articula de forma obsesiva como un excusa suficiente para acometer cambios e incluso algunos saltos vitales al vacío.
“Después, cuando está casi dormida, cree que está a punto de tener una idea brillante y lucha por mantener la consciencia despierta unos segundos más. No lo consigue, y entonces la idea desaparece”
La lectura es ágil, interesante en su desarrollo, aunque detecto cierta falta de profundidad y rotundidad en una prosa que creo que va algo por detrás de una historia que tiene mimbres para apasionarnos aún más, pero que nos muestra el potencial suficiente para intuir a una gran narradora en progreso, en este notable relato de una búsqueda imposible sobre alguien a quien no conoce, pero que acaba convertido en un reflejo de sí misma. Balance muy estimable para una autora, cuya lectura de esta novela, me despierta aún más las ganas de leer su último trabajo. En resumen, un libro quizás no perfecto, pero sin duda muy interesante y estimulante.