La función Chopin
LA FUNCIÓN CHOPIN
ANTONIO COSTA GÓMEZ
Irrecuperables
Ya está en las librerías en nuevo libro de Antonio Costa Gómez: “La función Chopin.(El fragmento como método de liberación)” Editorial Irrecuperables, Badajoz, 2025.
El autor lo explica su intención en las primeras páginas:
“Con sus ruidos machacones, con sus tic, tic, asesinan a Chopin en todas partes. En las praderas, en las cabañas, en las casas de las ciudades. Asesinan esa intimidad radical e imprevisible, sin fórmulas, sin programas, ese ser uno mismo sin fin de millones de maneras, ese inagotable manifestarse interiormente. Ese decir desde el misterio de uno mismo, con radical sinceridad, sin fórmulas, cuanto cada uno lleva en su secreto, en su noche. Es desplegar los ojos interiores, las manos interiores. Y tocarse interiormente sin fin sin que pueda formularse. Ese estar más allá del lenguaje, de la producción, en notas sueltas, en golpes de sentir, en fragmentos libres, sin sujeción alguna. Ese licuarse los ojos y el ánimo en sus infinitas variaciones, en la soledad de cada instante.
Asesinan a Chopin y la libertad de nuestra vida interior, y todo cuanto nuestra noche revela, más allá de los programas, de los mecanismos, de las sujeciones. Asesinan a Chopin y toda nuestra vida auténtica y todo lo que somos fuera de los focos. Cuánto guardamos secretos en nuestras sombras.
Pero ellos no admiten secretos, quieren controlarlo todo y contabilizarlo todo. Nos quieren reducir para entrar en su contabilidad. Son contables que solo manejan sus números. Y Chopin se les escapa por todas partes y por eso lo asesinan. Pasternak decía que Chopin nunca hacía trampas. Pero ellos lo eliminan porque son los tramposos, los líderes del remedo y de lo exterior.
Asesinan a Chopin en los parques, en las praderas de Polonia, en los bosques del Norte, en los rincones de los Cárpatos. En los rincones secretos que aún persisten en las viviendas industriales. En las casas interiores que tantas personas guardan con sus memorias y sus deseos. En todo cuanto no puede decirse y formularse. Pero Chopin está siempre vivo y libre. Y nos devuelve todo”.
Todas las palabras son engañosas, perdieron su significado. No sirven para mostrar sino para encubrir. Sirven en muchos casos para obligarte a algo. O para conducirte o para chantajearte. Espiritual no significa que tengas espíritu (aliento) sino que eres religioso en sentido convencional o de la new age. Camarada no es de verdad tu camarada, sino el miembro de tu mismo partido. Liberal no significa generoso o que está en favor de las libertades. O en todo caso, sólo en favor de la libertad de enriquecerse por encima de todo y de prohibir cosas a los demás.
Amor no significa amor. Ya no hablo de los que le dicen mi amor a todo el mundo. Hablo de los que llaman amor a machacarte, a meter-te en sus esquemas. Salvación significa meter a alguien en el redil. Progreso no significa vivir mejor o ser más feliz, significa tener muchas máquinas. Le llaman entusiasmo al fanatismo, cuando el entusiasmo nunca promueve el encierro sino la expansión. Las palabras ya no significan nada o son medios para enjaularte o reconducirte.
Me voy con Chopin y sus fragmentos que no se encuadran. Que no se encajan, que son libres inclasificables. Que vienen del silencio y no de la técnica. Que son vida y no son técnica.
Antonio Costa Gómez nació en Barcelona, creció en Lugo y vive en Salamanca. Publicó 23 libros y miles de artículos. Visitó 55 países. Siempre fue escritor por encima de todo.