Alberto Medina
Llega diciembre y como regalo anticipado a las navidades el Teatro Cervantes de Málaga nos regaló la última obra de la compañía Barco Pirata y protagonizada por una inmensa Aitana Sánchez-Gijón. Con el cartel de no hay entradas, los malagueños y foráneos disfrutamos del retorno de Aitana Sánchez-Gijón a los escenarios.

Foto Miguel Gómez.
Escrita por Florian Zeller (El padre), es el prestigioso director peruano Juan Carlos Fisher quien pone en escena una obra producida por Barco Pirata. Con numerosas obras y premios, Fisher lleva a Aitana Sánchez Gijón a las más altas cotas de locura, manejando los tiempos y el espacio escénico.
En esta obra estrenada en marzo de este año, Aitana es la protagonista absoluta del espectáculo, en el papel de Anne, en el que durante más de una hora y media demuestra el amor de una madre por su hijo Nicolás (Álex Villazán), y las relaciones con todo su ecosistema social y familiar, por ejemplo con su marido interpretado por Juan Carlos Vellido.
¿Qué ocurre cuando Anne ha construido una vida alrededor de su hijo Nicolás y, ahora que se ha ido, debe enfrentarse a la pérdida, al nido vacío y al verdadero vínculo con su marido. ¿Ha vivido para ella o para los demás? ¿Ha valido la pena? ¿Hay algún sentido para vivir en paz y armonía?

Aitana Sánchez Gijón, Almudena Salort, Àlex Villazán, Juan Carlos Vellido. Foto Miguel Gómez.
El público es testigo de una obra que puede parecer ambigua, dejando al espectador en la incertidumbre del final. Aunque también el texto puede pecar el texto de repetitivo y monótono. Además, la protagonista principal hace que el resto de personajes secundarios carezcan de suficiente profundidad y el espectador quede con ganas de más, como ocurre con el protagonizado por Almudena Salort. El escenario minimalista, en el que como máximo puede haber algo de mobiliario básico, la iluminación es parte acompañante de toda la historia. Un prisma blanco que puede parecer aburrido y monótono al comienzo parece que toma vida en el transcurso de la historia. Los cambios de iluminación realzan los diferentes estados mentales de la protagonista.
En definitiva, una obra introspectiva en la que el público intentó dilucidar que era lo cierto y lo falso en la vida de Anne.
Dramaturgia: Florian Zeller
Dirección: Juan Carlos Fisher
Con Aitana Sánchez-Gijón, Juan Carlos Vellido, Álex Villazán, Almudena Salort
Composición Musical: Joan Miquel Pérez
Diseño de Escenografía: Alessio Meloni
Diseño de Vestuario: Elda Noriega
Ayudante de Dirección: Rómulo Assereto
Dirección de Producción y Producción ejecutiva: Nuria – Cruz Moreno
Una producción de BARCO PIRATA