Entrevista a Manuel Borrás, una de las figuras más relevantes de la edición española
Eduardo Suárez Fernández-Miranda.
Manuel Borrás (Valencia, 1952) es una de las figuras más relevantes de la edición española. Su interés por la literatura le llevó a fundar en 1976, junto a Manuel Ramírez y Silvia Pratdesaba, Pre-Textos, de la que es su editor literario. La editorial ha recibido importantes galardones por su destacada labor en el mundo de los libros. Hemos tenido la oportunidad de charlar con Manuel Borrás sobre el mundo de la edición y la concepción que él tiene de la literatura.
- Pre-Textos cumplirá en 2026 cincuenta años de existencia. ¿Cómo cree que ha evolucionado el catálogo de la editorial desde que se fundara en 1976?
Ha evolucionado, lógicamente, en el plano cuantitativo porque a día de hoy tenemos más de dos mil títulos publicados. Desde el comienzo hasta hoy ha cambiado mucho la configuración de las colecciones. De hecho, cuando iniciamos la andadura editorial no queríamos hacer distingos entre colecciones porque seguimos pensando, además, que cada una de las disciplinas del mundo de la cultura escrita están interconectadas. ¿Qué pasó? Los comerciales, distribuidores… nos decían que teníamos que distinguir e identificar los libros por colecciones, porque eso facilitaba la labor archivista de los libreros. Nosotros, ya te digo, un poco a disgusto, aceptamos, porque se hacía difícil, incluso, la propia distribución de los libros sin esa distinción inicial. Acabamos aposentando y definiendo cada una de las colecciones: de ahí nacen las de poesía, las dos de narrativa y las tres que yo creo son más singulares en nuestro catálogo: la de Poéticas, con espléndido diseño de Manuel Ramírez; el Pájaro Solitario, diseñada también por Manuel, en la que se han editado libros de poesía cuyo único protagonista es el mundo de las aves.
- “Uno edita o bien los libros que considera que la gente debería leer, o bien los libros que piensa que la gente quiere leer. Los editores de la segunda categoría, es decir, los editores que obedecen ciegamente al gusto del público no cuentan”. ¿Está de acuerdo con las palabras de Kurt Wolff?
Ten en cuenta que Kurt Wolff para mí ha sido una especie de referente, de faro. Fue un insigne editor a imitar. Cuando hablamos de Franz Kafka, Robert Walser, son mitos indiscutibles hoy de la literatura, pero cuando sus editores primigenios estaban apostando por ellos no eran nadie. Eran unos grandes desconocidos a los que nadie echaba de menos. Y yo creo que la misión del editor, del editor verdaderamente literario, es precisamente esa, la de llamar la atención sobre la existencia de valores que hasta ese momento han pasado desapercibidos. Mira, Juan Ramón [Jiménez] dijo algo importantísimo que siempre le robo, decía: “Yo no escribo para el público, yo escribo para lectores”. Aplícamelo a mí como editor: “Yo edito para lectores, no para el público”. Me he pasado la vida editando libros que podría leer cualquiera, cualquier lector gustoso, cualquier persona que ame realmente la literatura, la buena literatura. Pre-Textos apela a la lectora o al lector de verdad, no a aquel que se mueve a golpe de las modas, de los dosieres de prensa de prestigio de la prensa internacional. En Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Estados Unidos… editores que para mí han sido modélicos, veo lo que están publicando y se me caen los palos del sombrajo. ¿Cómo es posible que esto lo consideren literatura?
- Una parte muy importante del catálogo de Pre-Textos es la poesía. La editorial participa en galardones literarios tan importantes como el Premio Internacional de Poesía Francisco Brines o el Premio Internacional de Poesía Arcipreste de Hita. ¿Son imprescindibles estos premios, sobre todo en poesía, para descubrir nuevos valores?
Nosotros llevamos varios premios. Hay dos que se distinguen especialmente por el descubrimiento de nuevos valores al ser premios a poetas menores de treinta o treinta y cinco años, uno es el Premio Poesía Joven Radio Nacional de España, que precisamente acabamos de entregar hace unos días, el acto se celebró en la Casa Encendida; otro, el primer premio que hicimos para jóvenes valores, que fue con el Centro Cultural de la Generación del 27 de Málaga (por cierto, uno de los más codiciados por los jóvenes poetas tanto de acá como de América Latina), y es el Premio Emilio Prados. Estos en lo que a descubrimiento de jóvenes valores respecta, la deriva de otros premios, como el Premio Unicaja, el Premio Fundación Ródenas, Oliver Belmás, Juan Rejano… han contribuido de manera sustantiva a sacar a la luz muchos buenos libros de poemas. Estos premios además suponen una oportunidad para dar a conocer a una buena parte de nuestra poesía que está moviéndose solo en los márgenes de la edición. Desde ese punto de vista, creo yo, son muy útiles para la sociedad literaria.
- Otra de las colecciones más significativas de la editorial es ‘Narrativa Clásicos’. Sherwood Anderson, Henry James, Joseph Conrad o Eça de Queirós forman parte de ella. ¿Qué otros clásicos tienen pensado publicar?
La colección de Clásicos de Pre-Textos nace en un momento en que se estaba dando la espalda a los clásicos. Contribuimos, de alguna forma, a que otros editores se animasen también a poner en circulación a autores clásicos. Con todo, la filosofía que nos ha movido a nosotros creo que se ha distinguido respecto a la de la mayoría que se ha apuntado a ese rescate. Estamos contemplando cómo se está tirando de traducciones en muchos casos obsoletas por ahorrarse gastos. Pre-Textos ha hecho lo contrario, ha optado por hacer de nuevo traducciones, por ejemplo, de Lord Jim de Joseph Conrad. Estudiamos todas las traducciones que había al alcance del público lector en el ámbito de nuestra lengua y concluimos que Lord Jim nunca se había leído bien en español. Cuando publicamos a Tolstoi, su obra Resurrección, resulta que las ediciones anteriores no estaban completas y nadie había reparado en ello por omisión. En resumen, con esta colección teníamos dos objetivos, uno, editar libros que jamás se habían publicado en nuestra lengua, y que eran libros importantes de la tradición literaria universal como por ejemplo, Verano tardío de Adalbert Stifter o Tar de Sherwood Anderson y, dos, verter esos libros en el español que hoy hablamos.
- Precisamente de Eça de Queiroz han publicado Los Maia y El primo Basilio. Libros editados con el apoyo del Instituto Portugués do Livro e das bibliotecas. ¿En qué consiste la colaboración con instituciones de otros países?
Los gobiernos portugueses como los franceses u otros como el ruso, tan denostado hoy, disponen de unas ayudas para los editores que se ocupan de los autores de sus respectivas nacionalidades. Hay unas convocatorias para ese menester. Se trata de estar informado y presentarte a ellas. Por ejemplo, proHelvetia es una sociedad suiza, muy bien organizada y que aplica un criterio de excelencia muy riguroso. Puedes presentarles un proyecto de traducción, si les parece que es buena, que la colección en la que va a inscribirse es seria y tiene buena reputación, entonces te conceden la ayuda.
- Las editoriales independientes, Pre-Textos es una de ellas, suelen descubrir a escritores de gran calidad y cuando éstos son reconocidos, en ocasiones, los grandes grupos terminan publicando su obra. Ocurrió con Jon Fosse. ¿Ve alguna solución a este problema? ¿Es culpa de los propios autores, de sus agentes…?
Eso es verdad, y da idea del horizonte ético en el que se mueve nuestro medio. Estamos en una sociedad de mercado, dependemos de la oferta y la demanda, pero yo cuando me han ofrecido a un autor de la índole que sea que ha publicado otra editorial, llamo antes a mi colega y le digo: “Mira me han ofrecido tal cosa de un autor que tú llevas publicando muchos años antes que yo, ¿tienes intención de editarlo o no?” Si me dicen que están esperando a ver, yo soy el primero en retirarme. Eso lo hacemos, y me incluyo, editores que se cuentan con los dedos de una mano. Por ejemplo, la editorial Siruela, al mando de mi querida amiga Ofelia Grande, es también en ese aspecto de una rectitud absoluta.
- Ana Blandiana, autora de Pre-Textos, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias. ¿Qué nos puede contar de la poeta rumana?
A mí me parece una de las poetas indiscutibles en el ámbito europeo y te diría que también en el ámbito mundial. Ana es un premio Nobel in pectore, está en las últimas ternas, creo que muy merecidamente. A Fosse no lo conocíamos casi nadie, me incluyo yo, y piensas este será un nórdico más … pero luego lo lees y te das cuenta de que es un autor muy valioso. Ana Blandiana es una poeta primordial. Estoy muy contento de haber sido, hasta donde sé, los primeros que publicamos su poesía en nuestra lengua, y llamamos con ello la atención sobre su existencia. Creo que hemos editado parte de sus mejores libros. Ha publicado en otras casas editoriales de prestigio, cosa que también me alegra.