Deseos reprimidos: un triángulo a la sombra de Freud
Horacio Otheguy Riveira.
Susan Glaspell (1876-1948), la misma autora del gran melodrama Bernice, mujer de teatro con compañía propia, compone en 1915 esta breve parodia del impacto psicoanalítico en Estados Unidos.
Por primera vez estrenada en España, se ha realizado una versión que su director explica con claridad:
«En nuestro espectáculo hemos querido mirar las situaciones y los personajes de la obra de una manera horizontal, evitando los prejuicios y alejándonos de cualquier parodia o moralismo para acercarnos a Glaspell desde la contemporaneidad. El resultado es un espectáculo minimalista centrado en la relación pura entre el intérprete, el personaje y el texto y despojado de los convencionalismos que pudieran asociarse al texto original, para poder articular una comicidad cercana al público actual. Como en toda nuestra trayectoria, con Deseos reprimidos hemos continuado explorando la relación entre los textos clásicos y los lenguajes escénicos contemporáneos, los procesos creativos no convencionales y la creación de un imaginario escénico propio con el que acercar a esta autora imprescindible al espectador de hoy».
No siempre lo que ve el director es lo que encontramos en escena, pero en este caso la acción tiene perfecta correlación, ya que cuanto se pone en juego en contenido y puesta en escena cuenta con una notable dinámica contemporánea.
Si en 1915 interesó satirizar el boom freudiano en Estados Unidos (por entonces mal visto en Europa), aquí y ahora se correlaciona con un conflicto muy próximo a nuestra vida cotidiana.
Muy lograda comedia negra
Henrietta asume el fanatismo clásico de quienes descubren en una terapia la fórmula perfecta, en este caso el psicoanálisis presuntamente freudiano a través de un festejado Doctor Russell, psiquiatra y psicoanalista (dos disciplinas que estaban en Jung y Freud, pero que son independientes, ya que el primero también es médico, y el segundo solo psicólogo). Russell se convierte en un gran personaje ausente al que, tras la presión de Henrietta, todos terminarán unidos.
Aunque parezca una parodia del descubrimiento freudiano de los Deseos reprimidos que oprimen y enferman, esta función se convierte en una muy lograda comedia negra en torno a una obsesión propia de hoy, en cuanto al impulso enfermizo de convencer a cualquier costa, hasta que su propia línea de combate se vuelve en contra y entonces todo se da vuelta, y lo que ayer era primordial, hoy ya no conviene defenderlo: una pareja y la hermana de la mujer conforman un inesperado triángulo con final tan explosivo como abierto.
Acertada la dirección, envolvente el clímax creado en la encantadora nueva sala semicircular del Español, cabe añadir que me entusiasma el dominio de los tres intérpretes. Convencen, atrapan, sorprenden en una muy feliz unión con dirección, iluminación y vestuario para lograr que la brevedad de la representación tenga la riqueza suficiente para darnos una impresión de teatro completo: de psiquis versus sentimientos, influencias sociales versus propias ideas… dentro de un magnífico juego de teatro-en-el-teatro con los actores narrando acotaciones del texto e interpretando con plena entrega.
Autora: Susan Glaspell
Versión y Dirección: Josete Corral
Reparto:
Henrietta: Ana Ruth Resco
Mabel: Ede
Stephen: Luis Heras
Escenografía e iluminación: Víctor Longás
Vestuario: Anna Bardopoulou y Beatriz López
Una producción de Vida Cantina
TEATRO ESPAÑOL. SALA DE LOS BALCONES. HASTA EL 8 DE DICIEMBRE 2024