El TeatroscopioEscena

Ópera Joven en una Carmen con puesta en escena seductora e ingeniosa. 

Francisco Collado

Carmen es una metáfora del fatum, del destino inclemente que castiga el ansia de libertad y la rebeldía frente al patriarcado. Bizet eligió, acertadamente, una visión castizante (casi de cliché) del entorno hispano, que resultaba exótica al pensamiento foráneo, con pinceladas de España negra y oscurantista. Aunque en la partitura tan sólo encontramos seis números que exhiban rasgos netamente hispanos. La transición de opereta en sus inicios, hasta transmutar en ópera trágica, supone la ruptura de Bizet con sus anteriores composiciones comiques.

Carmen es el envés de la concepción romántica de lo amoroso, el otro lado del espejo del amor novelesco. Como se refleja en la habanera “Si tu ne m´aimes, je t´aime…”, basada en una habanera de Sebastián Iradier titulada “El arreglito”. La entrada de la mezzosoprano Olga Syniakova es espectacular, con su letanía al amor como derecho y libertad en allegretto (casi andantino) y el soberbio empaste del Coro de Extremadura en el leitmotiv, están arropados por una notable coreografía, donde el diseño de vestuarios juega con gamas de grises y negros. Gran control en las frases cromáticas descendentes, donde se evoca la sensualidad de Carmen. Expresión corporal segura y voluptuosa por parte de la cantante mientras el Coro, al cambio de modo, responde en forma concertante.

Destila suavemente las ligaduras y los expresivos portamentos de voz de octava o la técnica del messa di voce (apianar) con maestría y fluidez. En esta aria ya encontramos los cambios dinámicos extremos que acompañarían al romanticismo musical. La orquesta acompaña la enfatización del texto. La cantante; de amplio registro; hizo gala de un poderoso vibrato, voz redonda y elegante fiato. La expresión dramática en esa tierra de nadie entre la sensualidad refinada y la zafiedad adonde puede conducir el personaje, sin pérdida de la necesaria carnalidad.

El elenco extremeño, soberbio. Mar Morán compone una pícara y jocosa Frasquita, con certero control en el ataque, un timbre señero, su habitual seguridad en la proyección, brillantez en el agudo y opulencia de medios. Rubén Molano (Dancaire), de poderoso y metálico timbre, demuestra tablas sobradas para la ocasión. Micaela nace desde la voz de una Irene González de canto bien delineado, potente en el centro y los agudos, con atractivo timbre. Ricardo Jara (Andrés) y Sergio Aunión (Remendado) con voz de denso cuerpo y atractivo color. Ricardo Jara (Andrés correcto en la brevedad de su personaje
La puesta en escena es seductora e ingeniosa. Siete chimeneas-puertas sobre las que el maping proyectado va cambiando escenarios con exquisito gusto y sincretismo. La dirección de Pedro López Bellot y Marife Suárez (ayudante) es espléndida. La estética, de carácter vanguardista, rompe el cliché castizo-estereotipo en base al atractivo vestuario, sin los excesos conceptuales y visuales en los que abocan otras propuestas operísticas con ansias frustradas de rupturismo. Todo está en su justa medida. El movimiento escénico ágil, fluido, con gran utilización de todo el escenario.

El vestuario, a caballo entre los años 40 y el particular imaginario de Luisa Santos, sobresaliente. Los guiños a las comedias de puertas, el aprovechamiento de las chimeneas con las  hermosas proyecciones (Nuria Prieto) que se mimetizan para transmutarse en sevillana taberna, albero de matiz espagnolo o fábrica de tabacos. El juego de la iluminación (Jorge Rubio) aporta calidez, dramatismo o instantes de regocijo con una inteligente utilización del foco, de las sombras y las proyecciones sobre los personajes.
Las coreografías de Fuensanta Blanca son de enorme esteticismo, jugando con amplios grupos y contrastes, con las líneas de fuga y la composición pictórica. Resolviendo las escenas de masas con claridad narrativa, equilibro en el tempo y estética voluntariosa.

El trabajo del Coro de Extremadura, fusionando el canto con el movimiento y empastando en situaciones altamente complicadas, es para quitarse el sombrero. El esfuerzo de Amaya Añua ha dado frutos de profunda belleza, extrayendo el sabor localista que posee la brillante escritura coral.  Asimismo, las voces blancas (María Rodríguez) destilan todo su potencial en el coro “Con la guardia montada…”, donde los golfillos son sustituidos por niños con uniformes escolares.
Enorme acierto la inclusión de un decano del teatro como Juan Carlos Castillejo que aporta calidad dramatúrgica a la escena en la taberna de Lillas Pastia o con  un  simple carrito de limpieza del albero (inteligente entreacto).

 

 

Desde los primeros compases de la obertura, en forma de rondó, la orquesta aborda un posicionamiento descriptivo, con instantes casi impresionistas, donde brillan los instantes pizzicato de violas y chelos en “La marcha de los dragones de Alcalá” o los tutti orquestales con vertiginosas cuerdas, maderas y metales, acompañadas de timbales y platillos. De enorme belleza es el interludio del Acto III. Simbiosis entre la flauta y el arpa que se hibridan con el clarinete y la cuerda con un hermosos pizzicato de violas, concluyendo en un pianíssimo de carácter etéreo bajo la diestra batuta de P. Mauricio Sotelo-Romero. La partitura incidental encuentra una traducción precisa y consigue permanecer en segundo plano, casi simbiotizada con las voces, sin solaparlas. Un pulso difícil para la batuta, ya que la escritura mistura el melodrama más desaforado con un luminoso jolgorio. Tanto los tutti como las intervenciones solistas dejaron momentos de depuradas técnica y estética.
Alejandro Von Büren  está adornado de las condiciones que requiere un “barítono di grazia”. Su Escamillo goza de excelente musicalidad y arrojo. La “Canción del toreador” es apoyada por la orquesta en acompasado ritmo de cuerda y motivos sincopados en los metales.

Irene González es Micaela. Posee un centro de voz ancho, como solicita la partitura, de amplia y ágil emisión y conmovedor registro dramático. Voz redonda, extensa, de cincelado fraseo. Eduardo Pomares (Don José) brilla especialmente en la romanza de flor “La fleur que tu m´avais jetée”, con línea vocal depurada, amplio arco expresivo, extensión en los matices (hasta el Si bemol) y pianísimos que proyectan sensación de vulnerabilidad sentimental. La hermosa iluminación potencia el instante retrospectivo del Don José con un agudo final bien colocado. Laura Orueta (Mercedes) de ágil proyección brilla en los instantes a dúo con Mar Morán (Frasquita). Los instantes vocales compartidos por las “contrabandistas” tiene un alto nivel de empaste y amplia paleta cromática. Luis Rendas Pereira como Zúñiga, con buen registro y agilidad dramática. Es de agradecer el impecable acento francés en los intérpretes.

Pleno de humor, el soberbio quinteto que interpretan  Carmen, Frasquita, Mercedes y los contrabandistas Remendado y Dancaire. La conjunción del juego de voces con el sonido orquestal es esplendorosa. También destacan los momentos de contracanto del dúo final con acentos lastimeros y turbadores, de claro fraseo.

Algún instante rompe el excelente tono general de la dramaturgia, debido a los acentos esforzados de algunos cantantes, aunque en el caso de Carmen proporciona una nota de exotismo.
Colaboraron estudiantes del grado superior de Estilismo y Dirección de Peluquería del instituto San José, del grado medio de Estética y Belleza del colegio Sopeña y de Bachillerato de Artes del Reino Aftasí.
Ópera Joven ha colocado el listón a gran altura. Los espectadores lo agradecieron con fervorosos aplausos a la espera de una próxima edición.

 

 

AYUDANTE DE DIRECCIÓN MARIFE SUÁREZ
ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO LUISA SANTOS
AYUDANTE DE VESTUARIO VICTOR DURÁN
CARACTERIZACIÓN ROCÍO GONZÁLEZ
COREOGRAFÍA FUENSANTA BLANCO
VÍDEO ESCENA NURIA PRIETO
DISEÑO DE ILUMINACIÓN JORGE RUBIO
IMAGEN Y DISEÑO GRÁFICO PAQUI TREJO
MAESTRO REPETIDOR JOSE ALBERTO SANCHO
SUBTÍTULOS JAVIER BARCO ANTÚNEZ

ORQUESTA ÓPERA JOVEN 2024
VIOLÍN MANUEL CAMACHO, SELENA GUTIÉRREZ,
ALEJANDRA MIRANDA Y CELIA ROMERO
VIOLA DAVID MONTES Y MIGUEL CALDERÓN
CELLO FRAN CARMONA Y JULIA VAN LEEUWEN
CONTRABAJO PASCUAL PASTOR
FLAUTA SOFÍA SALAZAR
OBOE FRANCISCO JAVIER RUÍZ
TROMPAS RUBÉN VENEGAS Y MIGUEL ÁNGEL PULIDO
PERCUSIÓN SARAI AGUILERA
CLARINETE ANTONIO MARTÍN
FAGOT ÁLVARO GONZÁLEZ
GRADO SUPERIOR DE
ESTILISMO Y DIRECCIÓN DE PELUQUERÍA
DEL IES SAN JOSÉ, BADAJOZ
MARÍA BALONERO · ANA BLANCO
ELENA DONOSO · MARINA DURÁN
NATALIA GIROL · ROSA GONZÁLEZ
NOELIA GONZÁLEZ · ISIDRO LARA
GRADO MEDIO DE
ESTÉTICA Y BELLEZA DEL COLEGIO SOPEÑA
BADAJOZ

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *