Se exponen en Asturias los manuscritos ilustrados de Fernando Menéndez
Redacción.- Aparte de su quehacer como poeta y aforista, con numerosos libros publicados a sus espaldas, el asturiano Fernando Menéndez (Mieres, 1953) dedica una parte de su inspiración creadora a la confección de cuadernos personales, casi clandestinos, de naturaleza artesanal y circulación sumamente restringida. Se trata de manuscritos ilustrados, muchas veces compuestos en colaboración con otros escritores, donde utilizando distintas técnicas y procedimientos que sobrepasan el formato clásico del pliego o del códice, consigue acariciar con los dedos esa ambición de “ver y sentir la belleza” que, según sus propias palabras, guía su quehacer artístico y literario.
Una amplia selección de esos manuscritos ilustrados son los que se exhiben ahora en la exposición Bosque de letras, inaugurada con motivo del Día de las Bibliotecas en Oviedo, y que tras su clausura el 8 de diciembre proseguirá su andadura hasta el 19 de enero en Gijón (respectivamente, en la Biblioteca Ramón Pérez de Ayala y en la Jovellanos).
No es la primera vez que el gran público puede contemplar dichas maravillas, pues antes se habían dado a conocer, entre otros lugares, en la Universidad de Valladolid (2005) o en el Museo de las Palabras de Vigo (2010). Asimismo, se realizó pequeña muestra de las mismas en el curso de la Semana del Aforismo de Sevilla, celebrada en la Biblioteca Infanta Elena en 2019. La exposición que acaba de inaugurarse reúne tanto creaciones del autor como otros materiales -caso de los utensilios que emplea para pergeñarlas- que enriquecen la propuesta.
La visita promete satisfacer al público más exigente, en la medida en que las obras de Menéndez resultan radicalmente genuinas, arriesgadas, imprevisibles e inconformistas -como debe serlo todo artista que no se resigne a repetirse a sí mismo una y otra vez-, pero sobre todo son excelentes; y es que no basta con innovar, hay que hacerlo en la buena dirección.
Como complemento necesario de la propia exposición se ha editado un magnífico catálogo en el que, aparte de desglosarse el contenido de la misma para orientación del visitante, se incluye una nutrida selección de textos escritos para la ocasión por algunos de los más reputados conocedores de su obra (como es el caso de José Ramón González, Juan Varo, Carmen Camacho o José Luis Trullo), además de muchos amigos y admiradores tanto de nuestro país como de México (Hiram Barrios, Marco Ángel) o de Italia (Donato di Poce, Gianni Ruozi, Fabrizio Caramagna). Y es que si un aforista concita en estos momentos en todo el mundo un consenso en términos de sincera admiración, ese es sin duda alguna Fernando Menéndez.
Esperamos que esta exposición, tras cumplir su periplo asturiano, pueda proseguir su singladura y poner ante los ojos de muchos lo que, hasta ahora, estaba reservado al disfrute de muy pocos.
EN COLABORACIÓN CON LA REVISTA AFORISTAS