Yann Tiersen, hay mucho más a parte de “Amelie”

Por Abel Farré

Experiencia interesante la que vivimos en la Sala 1 del Apolo de Barcelona. Por suerte o desgracia todo el mundo lo conoce como aquel músico que compuso la banda sonora de “Amelie”. Pero la verdad es que Yann Tiersen, tiene personalidad y nombre propio. Sí, Yann Tiersen, es más que aquel que hace la gira moviéndose en velero por temas de sostenibilidad, es más que aquel que toca descalzo o se niega a tocar en conciertos las canciones de aquel álbum del 2001 que lo llevó a la fama, “Amelie”. Yann Tiersen respeta la música y nos la viene a presentar de la forma que él la siente.


El escenario se presentaba con dos sets diferentes. Por una parte, a la derecha nos encontrábamos con un piano de cola, el cual le serviría para tocar cada una de aquellas piezas que nos podían llevar a recordar ese disco del que hablábamos antes, Amelie. Es más, al empezar cada una de las canciones, un publico ansioso, intentaba descifrar cada uno de aquellos primeros acordes para saber si se acercaban a esas tonalidades que esperaban. Incluso en le momento en que interpretó “Porz Goret”, de su disco EUSA (2016), la cual se podría acercar a “Comptine d’un autre été, l’après-midi”, el público se volvía loco desenfundando sus móviles, mientras intentaban grabar ese momento para la eternidad.


Al cabo de unos segundos se daban cuenta que no era lo que esperaban, pero seguían grabando, a la espera que ese comienzo acabara con lo que llevaban toda la noche esperando. Pero no fue el caso, los loops y esas canciones introspectivas siguieron su curso, en ese piano de cola que Yann seguía acariciando. El segundo set del concierto se trasladó a la parte izquierda del escenario, en donde Yann Tiersen había montado unos sintetizadores analógicos. Cables aparecían por todos los sitios, los cuales nos irían transmitiendo aquellas canciones que nos muestras al Yann Tiersen más electrónico. Sí, aquel que nos ha ido presentado durante los últimos años y que sé han acabado coronizando en el Kerber Complete (2023).


La idea que me llevé es que, Yann Tiersen, nos trajo música, sí, lo que le gusta hacer. Para ello, se vino con su conjunto de amigos, los instrumentos, antiguos y nuevos. Sí, con los que lleva intimando toda su vida. Frente a él, se encontraba a una sala repleta, sí, un sold out, en donde la gente se acabó perdiendo un poco con las dinámicas del concierto. La gente parecía estar más pendiente se ese momento que todos sabíamos que no iba a llegar, mientras perdía la oportunidad de disfrutar del momento, pues las notas que iban sonando, iban quedando en el olvido a la espera de algo más.


Buen concierto, buena música, con mucha personalidad. Lo único que tal vez me preguntaba era si ese era la mejor manera de llevar el set a una sala. Tienes dos partes del concierto muy diferenciadas. Sí, la electrónica te empuja a estar de pie, moviéndote, pero a la gente le cuesta, ya que viene de un set más “clásico”, en donde tal vez se echa de menos un auditorio donde estar sentado y gozando, sin ruidos externos.

Así que muchas emociones diferentes a enlazar en tan poco espacio de tiempo. Interesante conocer cómo se presentará en las próximas giras. Eso seguro, con su propia personalidad. Algo que aún sigue encantando a aquellos que son fieles a su música, pues nunca se encontrará sólo, Yann Tiersen, con o sin Amelie.

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