Realidades paralelas con “Cortázar en juego”
Horacio Otheguy Riveira.
Hace aproximadamente un mes que esta misma hermosa sala San Juan de la Cruz en el Teatro de La Abadía, rindió culto a un poeta argentino de vocación universal, Borges y yo, en libre versión teatral de una alemana también ciudadana del mundo, Hanna Schygulla. Ahora toca a otro rioplatense europeísta que, en realidad, vivió a caballo de mundos sin fronteras, haciendo de la imaginación y la pasión humanista creaciones incomparables.
Como Borges, nada tuvo que ver con el teatro, de allí la emoción singular al verle entrar en la escena española de la mano de Sanchis Sinisterra, un maestro del teatro, con amplia experiencia en el teatro breve para adaptar porciones cortazarianas en textos bellísimos, de fecunda capacidad de síntesis, y los haya escrito junto a su hija Clara, una actriz en creciente dominio de cuantas disciplinas teatrales se le crucen por el camino.
Con ellos, un equipazo dirigido por Natalia Menéndez, para quien ningún género le es ajeno, hermanando en varias ocasiones literatura y teatro. El resultado tiene tal capacidad de encanto que reclama una sesión continua, emulando los antiguos cines donde nos quedábamos para repetir.
Lenguaje teatral de Cortázar
Se trata de un espectáculo con sucesión de personajes y escenas con el hilo conductor de una versión radiofónica de Robinson Crusoe, escrita por el autor de Rayuela, de allí brota un caleidoscopio donde se entrecruzan misterios, pasiones, viajes en avión… parodias varias de poderes establecidos con especial hincapié en los disparates burocráticos: todo tiene una pátina de humor, prevalecen las sonrisas irónicas del maestro francoargentino, frente a otras peculiaridades de su estilo en el que incluso peregrinos acontecimientos u obras de gran compromiso político quedan a un lado.
También son ajenas las atmósferas de sus páginas, tan personal la relación de los lectores con sus obras, por eso tiene mérito y consecuente valentía esta aventura de gente asumiéndolo, hablando, bailando, atravesando casas tomadas, lenguajes incomprensibles o el avance sigiloso de sus célebres Cronopios.
Todo es Cortázar y no lo es, porque destaca especialmente el caudal imaginativo de quienes flotan en la clandestinidad de mirar y sentir al margen de cualquier lugar común.
Los dos intérpretes se divierten. Y nosotros con ellos, mientras el altísimo señor al que se rinde homenaje, don Julio Cortázar (Bélgica, 1914-Francia, 1984), parece observarles desde una última butaca, conocida su timidez y humildad de generoso “dador” de historias.
«Con la obra de Cortázar desplegada, deslumbrante, divertidísima, peligrosa, ¿hay forma humana
de escoger apenas un puñado de historias? No. Así y todo, inesperadamente, encontramos en el teatro que escribió el propio Cortázar -Adiós, Robinsón y Nada a Pehuajó- una puerta de entrada a este laberinto escénico que propone un recorrido humorístico, poético, fantástico, ético, político, filosófico… cortazariano, en fin. Un itinerario secreto donde, quizás, cada espectador encontrará su juego, su trama íntima y diferente. Como nosotros encontramos la nuestra. Cortázar en juego es también una antología viva a través de los relatos (Graffiti, Casa tomada…), fragmentos de Rayuela, Manual de instrucciones, Ocupaciones raras o Papeles Inesperados… que permita transitar al espectador por algunos de los muchos mundos de Cortázar.
Un homenaje al escritor y al hombre que tan íntimamente supo unir la libertad estética con el
compromiso ético; al hombre y al escritor que tan sólidos puentes tendió entre América y Europa.
La restitución al cuerpo y a la voz -a través del teatro- de una escritura que se adivina trazada a
golpes de aliento, a impulsos rítmicos: algo semejante a una sesión de jazz, o a un ritual de paso
(“es mi tarea de pobre chamán blanco con calzoncillos de nylon”). José Sanchis Sinisterra y Clara Sanchis Mira
Texto original: Julio Cortázar
Dramaturgia: José Sanchis Sinisterra y Clara Sanchis
Dirección: Natalia Menéndez
Reparto: Pablo Rivero y Clara Sanchis
Ayudante de dirección: Valle del Saz
Escenografía: Mónica Boromello
Música y espacio sonoro: Mariano Marín
Iluminación: Pilar Valdelvira
Vestuario: Laura Ferrón
Jefe de prensa: Nico García
Producción ejecutiva: Chusa Martín
Producción: Entrecajas Producciones Teatrales