Un amor particular que se rinde entre risas y canciones

Horacio Otheguy Riveira.

En el camino de dos que no cuadran para nada, se suceden momentos muy divertidos, precisamente por el hecho imposible entre una chica de Lavapiés y un chico del barrio de Salamanca. Sin embargo, perseguimos la posibilidad del enlace desde la butaca almibarada de quienes, desde el propio título, ya sabemos de qué va a ir el show: Un amor particular tiene que desarrollarse a la vista del público, con otra pareja haciendo música, acompañando a un lado del escenario.

Personajes cercanos, con más miedo a seguir fuera de juego que valentía evidente, y sin embargo, será el coraje de afrontar sus debilidades lo que hará que cunda la diversión de buscar fórmulas para salvar el desastre económico (Valeria) y la timidez ancestral (Alfonso). Un clásico melodrama convertido en comedia musical.

Brillante histrionismo

 

La aventura tiene mayor carga humorística en el joven casado y con hijos que es “invisible” en las reuniones familiares, a punto de ser abandonado por su esposa que a su lado se aburre, “porque todos dicen que soy un soso”. Va a tomar clases con una actriz en paro, sin un duro, deseosa de un cambio en su vida, pero para nada con un tío pijo que va siempre con traje y corbata. De entrada, imposible esperar suspense, sabemos que juntos consagrarán Un amor particular, pero nos interesa —y en ello se empeña la pareja encantadora de músicos a un lado del escenario, “vecinos” de Valeria— ver cómo lo harán, cómo será posible.

En el trayecto, ella es encantadora a fuerza de torpezas y sinceridad adolescente; Alfonso, un pobre tipo que se desdobla en muchos tipos posibles en busca de sí mismo, del salado que le gustaría ser: simpático, gracioso, y muy sexi.

El juego está servido con notable valor histriónico en el actor. Las canciones fluyen con el toque de muchos musicales de hoy: lo que piensan lo cantan sin el toque pegadizo de lo tradicional del género. Aunque, buen hallazgo, tras eso de “todo puede ir a peor” te encuentras con un leitmotiv que da en el clavo, sobre todo en la recta final, donde sube la espuma del amor en todos los aspectos, bien coreografiados y cantados.

 

El tipo envarado ha de aprender a liberar tensiones en busca de “ser lo más divertido posible”. La chica triste y dulce que sabe hacerse respetar le guía en un encadenado de divertidos encuentros… con su único alumno.

 

Estupenda pareja cómico-musical-sentimental. Mara Jiménez y Xavi Navarro.

 

Intérpretes: Mara Jiménez, Xavi Navarro

Músicos: Andrea Mir, Albert Solà

Texto y letras: Jumon Erra y Daniela Feixas
Música:  Miquel Tejada

Dirección: Jumon Erra
Dirección musical: Albert Solà y Andrea Mir

Escenografía y vestuario: Joana Martí
Iluminación: Paula Costas
Sonido: Jordi Ballbé
Movimiento escénico: Gara Roda

Dirección de producción: Maite Pijuan
Producción ejecutiva: Àlvar Rovira
Dirección técnica: Moi Cuenca
Coordinación técnica: Jordi Farrás

Ayudante de dirección: Gara Roda
Ayudante de producción: Sira Castells

Construcción de la escenografía: Carles Piera

Márquetin y comunicación: Focus
Diseño gráfico: Santi&Kco
Reportaje fotográfico: David Ruano

Con el apoyo de Generalitat de Catalunya – ICEC (Generalitat de Catalunya)

Una coproducción de Focus y Grec 2023 Festival de Barcelona

 

TEATRO LA LATINA. MARTES 20 HORAS

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