Una nota sobre Bukowski
EL PÁJARO AZUL DE BUKOWSKI
Por Natalia Loizaga
Escribió Bukowski que un pájaro azul habitaba en su interior, encerrado en la cárcel de su pecho, amagando con salir. Él no le dejaba. Rociaba alcohol sobre sus plumas para que callase y apagaba los cigarros todavía calientes en sus alas suplicantes. Por las noches, si durante el día había permanecido en silencio, daba rienda suelta a su libertad. Le dejaba cantar.
Aquel ser azul no solo era un pájaro sino el inmutable espíritu de su infancia, que todavía permanecía y con el que parecía dispuesto a acabar entre bares y prostitutas. La suya no era una pena negra como la de Lorca, sino una pena azul, la tristeza nostálgica que emana de los resquicios de lo que un día fue asomándose a la ventana del presente.
Rubén Darío también tenía su azul. Tanto lo quería que tituló una de sus obras con esas cuatro letras, como si se tratase de la musa que había inspirado toda la poesía que recoge entre sus páginas. Para él, no era un pájaro de plumas celestes sino una evocación, un infinito de connotaciones, una llamada a la palabra.
Azul es tormento, desasosiego, belleza y tortura. Es un poeta en guerra con su pluma. Para un escritor, puede no ser cielo sino tierra, no ser mar pero sí montaña. Serlo todo o no ser nada. Pueden ser los ojos de la mujer a la que amaron o el color del cuaderno en el que escribieron su primer diario. Son las venas que recorren un cuerpo y se asoman a través de la piel, reclamando atención entre el pálpito de un latido y otro. Su tinta simboliza tristeza pero hay quien lo confunde con ternura.
Como todo Ulises tiene una Ítaca a la que regresar, todo escritor tiene su azul. Azul es poesía y es literatura tanto como el hombre es mortal y el dios omnipotente. Es el color del sueño; y no solo la vida, sino que la literatura también es sueño y, los sueños, sueños son.
La comparación con Rubén Darío añade otro matiz, enfatizando cómo el «azul» trasciende la mera imaginería para encarnar la inspiración y el anhelo. Es fascinante cómo el color azul puede simbolizar una gama tan compleja de emociones: tormento, belleza, nostalgia y ternura boxing random