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La poesía: caminar en solitario por un campo minado en tierra de nadie»

Hilario Barrero (Toledo, 1944), es poeta, prosista y traductor español residente en Nueva York desde 1978. Doctor por la Universidad de Nueva York, ha publicado los siguientes poemarios: In tempore belli, Verbum 1999; Libro de familia, El Brocense 2011; Educación nocturna (Antologia poetica), Renacimiento 2017; Blending, Cuaderno de humo 2017; Tiempo y deseo. Poesía 1971-2021, Editorial Libros del Aire; (2021) y Tarja, Renacimiento, 2024. Su obra en prosa la componen Un cierto olor a azufre, Libro de notas, 2009; Adiós, Toledo, Newcastle Ediciones, 2021. También ha publicado los diarios; Las estaciones del día, Llibros del Pexe, 2003; De amores y temores, Llibros del Pexe, 2005; Días de Brooklyn, Llibros del Pexe, 2007; Dirección Brooklyn, Universos, 2009; Brooklyn en blanco y negro, Universos, 2011; Nueva York a diario, Impronta, 2013; Diarios 2012-2013, La isla de Sitolá, 2015; Prospect Park: Diarios (2014-2015), Renacimiento, 2019 y Como si fuera a ser el último, Editorial Libros del Aire, 2022.

Su trabajo como traductor abarca las obras De otra manera, Jane Kenyon, Pre-textos, 2007; Delicias y sombras, Ted Kooser, Pre-textos 2009; El amante de Italia, Henry James, Trabe 2009; Lengua de madera. (Antología de poesía breve en inglés, I), La isla de Siltolá, 2011; La esperanza es una cosa con alas, Dickinson, Ravenswood Books, 2017; Luces y sombras y otros poemas de Nueva York, Sara Teasdale, Ravenswood Books, 2018; A quien pueda interesar. (Antología de poesía en inglés, II), Libros del Aire 2018; Camaradas, Antología, Impronta, 2021; Amor moderno, George Meredith, Libros del Aire 2021; Amor y tiempo, Sonetos, Impronta, 2024 y El escondite inglés (Antología de poesía en inglés, III), Libros del aire (2024). También dirige la revista de poesía “Cuadernos de Humo”. Hoy nos acompaña para darnos su primera impresión sobre Tarja, su libro de poemas más reciente.

 

Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?

Hilario Barrero: Es el final de una etapa, la salida del túnel de la poesía y la entrada al mar.

 

¿Cómo y cuándo surge la idea del libro?

Después de Educación nocturna, una antología publicada en Renacimiento, y de Tiempo y deseo, en Libros del aire, que recogían mi obra completa con algunos inéditos, pensaba que sería el final de una historia de más de medio siglo dedicado a la poesía. Y no fue así: la poesía volvió y me trajo una tarja para que fuera haciendo, con la cuchilla de la muerte, muescas en ella. No es la poesía quien muere, parafraseo a Cernuda, somos nosotros mismos.

 

¿Qué pistas o claves te gustaría dar a l@s posibles lector@s?

Es un resumen de lo que fui, soy y seré. Una crítica ha dicho: “Los poemas de HB son “palabras que matan” y en Tarja se amalgama la más aterradora oscuridad emocional y la belleza de unas palabras que solo HB puede combinar de este modo. Su “dolorido sentir” se expresa con la tersura y austeridad de un clásico como Garcilaso y con la intensidad y el minimalismo de la gran poesía anglosajona”.

 

¿Qué efecto esperas que tenga en ell@s?

Que sirvan de reflexión y ayuda. Que se reconozcan algunos de los lectores que nacieron en el siglo pasado y que, de alguna forma, siguen, seguimos, perteneciendo a él.

 

¿Qué importancia tiene la estructura o la disposición de los poemas en el volumen? ¿Fue algo deliberado o más intuitivo durante el proceso de creación?

Muy deliberado. El libro, que es breve, contiene tres tablas, donde el amor, la muerte y la vida forman un retablo ateo. El libro comienza con poemas que recuerdan la infancia donde se manifiesta ya, dice el crítico Carlos Alcorta, “los primeros brotes de la diferencia con respecto a sus amigos… los primeros impulsos sexuales son sometidos por los rigores doctrinales”. La segunda parte del libro, “Del deterioro”, es un breve diario amoroso en forma lírica. El libro finaliza con “Muescas” que hace referencia a las dolencias que aparecen con la vejez.

 

¿En qué medida veremos en él —o no— al Hilario Barrero de tus anteriores obras?

En el prólogo, García Martín escribe: “El dolorido sentir” de HB, transmutado en verso perdurable, enseña lucidez y ayuda a vivir. Cuando la fiesta termina, sigue siendo fiesta en la memoria. La poesía no se acaba nunca”.

 

Te pongo en un aprieto: si tuvieras que quedarte solo con tres poemas de Tarja, ¿cuáles serían?

Penélope, Danny Boy y El vacío. Los tres responden a la temática del libro. El primero es el recuerdo de mi infancia en Toledo, el segundo mi vida en Brooklyn, y el tercero la soledad, “la espina en el corazón” que es un poco lo que es la poesía: caminar en solitario por un campo minado en tierra de nadie.

 

¿De qué manera incide tu labor como traductor en tu obra poética?

Algún poema me ha servido de punto de partida para escribir otro poema. Y posiblemente ha influenciado en mi “voz”.

 

Muy pronto “Cuadernos de humo”, la revista de poesía que diriges, cumplirá 15 años –todo un hito para una publicación de estas características-. Háblanos sobre ella y sobre su trayectoria.

¡A ver si podemos llegar al número 50! Estos cuadernos hechos en Brooklyn con acento toledano acogen a poetas que admiro, que me ayudan a mantener viva la pasión por la poesía y a seguir conectado con mi cultura. Se distribuyen en papel y en formato pdf a más de 200 amigos del humo. Hemos publicado cerca de 250 poetas en español y varias traducciones de poetas de habla inglesa, así como varios números monográficos. ¡Ah y las ilustraciones de portada de artistas como Susana Benet, Federico Granell, Teo Serna, etc.!

 

A pesar de que resides en Nueva York desde hace muchos años, estás en contacto permanente con los y las poetas de este lado del mundo. ¿Percibes grandes diferencias entre el valor y el lugar que se le otorga allí a la poesía? ¿Y qué les llega a ellos de la que se escribe aquí?

¡Qué buena pregunta! USA no tiene ni a Berceo, ni a Garcilaso, ni a Quevedo, ni siquiera a Campoamor, pero la literatura, como todas las artes, a) recibe protección y ayuda monetaria del estado, b) se le da un valor y reconocimiento oficial (recordemos a Robert Frost invitado en la toma de posesión del presidente Kennedy), c) existe el título de poeta laureado nacional y numerosos estados y aún ciudades tienen sus propios poetas laureados, d) se convocan y conceden premios de gran importancia: el Pulitzer, el Bollingen, el Lenore Marshall, etc. e) El concepto de poesía es otro. Sirva este hecho: Cuando el atentado de11 de septiembre aparecieron pegados a los árboles numerosos poemas que ayudaron a los neoyorquinos a lidiar con la tragedia.

 

Por último, como lector, ¿de quién te gustaría conocer su “Primera impresión”?

De José Luis García Martín.

 

***

Tres poemas de Tarja

 

PENÉLOPE

 

En aquellas largas tardes de diciembre,

mientras mi madre y Celia recordaban a sus muertos,

la colcha iba creciendo. Por la noche nadie la destejía.

Una colcha hecha de trapos luminosos,

de rasos que cubrieron el rostro de una muerta,

seda de una blusa florida en los pechos de una madre,

un tapiz de bramante para un hijo de agua.

 

Celia, sin saberlo, iba tejiendo

una alfombra para que la muerte entrara sin hacer ruido,

pero la muerte entró como entra el olor a fuego

cuando a lo lejos arde un bosque,

llevándose a las dos.

 

Está la colcha ahora en un cajón oscuro,

como un devocionario con estampas gastadas,

envuelta en la quietud de una casa vacía,

abrigo en las frías noches de invierno

en que un viejo escucha entrar el silencio de puntillas,

tirita y se acuerda de pronto del rostro de su madre.

 

 

DANNY BOY

 

La fiesta terminaba con una taza de Irish coffee

y todos acompañábamos, entre alegres y melancólicos,

a la madre anciana y sin memoria al piano,

mientras cantaba Danny Boy.

Fuera, marzo mordía los narcisos

y la luz resbalaba en la escarcha de plata.

Por entonces los vecinos nos llamaban the boys

y tanto ellos como nosotros

somos ahora viejos que buscan el perfume del pasado.

 

Ha muerto casi todo:

el sabor a fiesta de la Guinness,

el inseparable olor a corned beef, patatas y repollo,

la luz esmerilada en la cristalería de Waterford,

el sonido del arpa tatuada en el pecho,

la azul caligrafía, las misas en latín,

la canción irlandesa que nadie toca ahora en el piano

y que a uno de los boys le hacía llorar:

al cantarla tenía la sensación de que algo acababa.

 

El tiempo, los nombres olvidados, los cuerpos bajo tierra,

los cajones abiertos, los ojos que tuvimos que cerrar,

aquel verano del 71, la brasa de tu lengua, el deseo,

todo nos iba enseñando lo que ahora sabemos:

que la vida son gestos cotidianos, recordar una calle,

las madrugadas rozando el deterioro, doce arras de piedra,

dos manos que desgastan un cuerpo de tanto acariciarlo.

 

 

EL VACÍO

 

De joven encontraste un dolor

y desde entonces vives con él.

 

Ahora de viejo aciertas

la imborrable contraseña de la muerte.

 

Cuando llega la noche y estás solo te preguntas:

¿quién llena el hueco que deja un dolor en el pecho?

 

 

ENTREVISTA REALIZADA POR JAVIER GILABERT
Granada, 1973. Maestro avemariano, es autor de PoeAmario (2017), En los Estantes (2019), Sonetos para el fin del mundo conocido (2021) junto con Diego Medina Poveda, Bajo el signo del Cazador (2021) junto con Fernando Jaén, Todavía el asombro (2023). Copromotor, antólogo, coeditor y periodista cultural.

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