De Caryl Churchill: What If If Only, ¿Qué pasaría si solo…?
Horacio Otheguy Riveira.
Caryl Churchill (Londres, 1938) escribe 25 minutos de rara intensidad en What If If Only, y la Compañía Enebro Teatro la presenta junto a otra obra breve, Akademia, española adaptación de una parte de Gotcha, de Barrie Keefe (Londres, 1945).
Se unen para glosar conflictos emocionales y sociales propios de dramaturgias nacidas en los primeros rebeldes años 70 del gran teatro británico (léase: John Osborne, Harold Pinter, Shelagh Delanney…). La pieza de Keefe es de 1977, pero la de Caryl se estrenó en el Royal Court en 2021.
Tienen una ambición universal con profundas raíces locales, ya que de una manera u otra —con el horror de la influencia de la primera ministra Margaret Thatcher (Inglaterra 1925-2013) o su continuidad actual con el aluvión neoliberal—, sus personajes se identifican con las angustias, ansiedades y peculiar sentido del humor con que viven el presente o desandan su pasado, siempre en busca de una felicidad eminentemente solidaria frente al egocentrismo criminal del capitalismo salvaje.
Duelos éticos y emocionales
En Akademia, un estudiante universitario se enfrenta al director, acusándole de plagio y, a medida que éste se defiende malamente, aquel acumula rabia, le acusa de haber infligido la norma de no mantener relaciones íntimas con el alumnado, a sabiendas de que lo hizo con alumnos de ambos sexos.
Provoca una encerrona sentado en una moto muy hermosa, fuerte, pesada, y en el rifirrafe crece una atmósfera de poderío en el joven dispuesto a todo, y la angustiosa situación de quien se creía por encima de cualquier atropello estudiantil.
Solo el muchacho sabe que la situación será mucho más desesperante, y cuando acepta desnudarse para entregar su ropa, y que el ilustre catedrático intente encontrar el mando que mantiene cerrada la puerta… comienza un implacable, escalofriante episodio final.
Una pieza en la que el poder se da vuelta, y demuestra que no hay barreras imposibles de romper cuando la imaginación y la confianza en la búsqueda de justicia se hermanan. Carlos Manrique se ocupa del desgraciado personaje que antes de conocerle fue un crápula todopoderoso. Y Néstor Goenaga aporta un notable rigor en el complejo papel de quien al terminar la carrera, es capaz de crecerse en un desafiante protagonismo nunca antes conocido ni por él mismo.
En la pieza maestra de Caryl Churchill, un batido emocional de 25 minutos que da en el clavo de situaciones de enorme empatía: la dependencia de un pasado glorioso, hace de Alguien (Carlos Manrique) un ser desvalido, desesperado, al echar de menos a un gran amor (Emilia Uutinen) que regresa —como en un ejercicio espiritista— para asustarle, burlarse y asegurarle que a quien añora ya no existe para de ningún modo; luego «le asalta» el presente (Alejandro García) insistiendo en la importancia esencial del ahora… para llegar a un sorprendente epílogo que acerca al personaje y al público a la única esperanza posible: aquello que llegará bañado de inocencia…
Autoría: Indalecio Corugedo y Alejandro García López y Caryl Churchill (Traducción: Violeta Orgaz)
Dirección y dramaturgia: Indalecio Corugedo
Asistencia a la dirección artística: Alejandro García
Interpretación: Néstor Goenaga Ibeas, Carlos Manrique Sastre y Emilia Uutinen
Diseño de iluminación: Valentín Álvarez y Lua Quiroga Paúl
Diseño de escenografía: Lua Quiroga Paúl
Creación audiovisual: Manuel García López
Espacio sonoro: Indalecio Corugedo
Fotografía compañía: Manuel García López
Diseño gráfico: Alejandro García López
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TEATRO LAGRADA 5 y 6 de OCTUBRE 2024 – 10 al 19 DE ENERO 2025