Dante y Beatriz en la Ribera Sacra

ESPAÑA EN SORDINA

DANTE Y BEATRIZ EN LA RIBERA SACRA

 

 

Es posible que Dante estuviera en Galicia, haciendo el camino de Santiago. Y que la “Divina Comedia” sea una versión del Pórtico de la Gloria.  Se sabe que estuvo en París estudiando. Y en el Barrio Latino está la calle Dante, porque se supone que allí estuvo alojado entonces.

En el Paraíso Beatriz dice entusiasmada: “Mira, mira, ese es Santiago, el hombre por el cual uno viaja a Galicia”. Y en la “Vita Nuova” dice Dante: “Los únicos peregrinos son los que van a Santiago de Galicia”. Dante soñaba en Galicia. Es posible que en Galicia, donde importan tanto las mujeres, encontrara una mujer que le recordara a Beatriz. Y un hombre que la mira ilusionado en un puente.

En la “Divina Comedia” abajo está el Infierno con sus visiones furiosas, luego viene la purificación y después la gloria. Pero el Paraíso sería aburridísimo si antes no estuviera el infierno, como decía William Blake. Y arriba espera Beatriz, que es una mujer fuerte y viva. E impulsa con su vida a Dante en su viaje entre dimensiones.

En el Pórtico de la Gloria también abajo están los monstruos, uno con la boca tan abierta, para dar aliento al mundo. Si el Apóstol y los profetas están tan vivos es porque toman su vida de los monstruos de abajo que lo levantan todo.  Y arriba están mujeres intrépidas: Judith, Esther, la reina de Saba.

Beatriz es una mujer fuerte que inspiró la obra más visionaria del mundo.  Fue una mujer llena de irradiación. Porque fue capaz de provocar esa obra potente y vertiginosa.

Cuando vivía en Compostela yo  daba miles de vueltas por las calles de piedra y acababa a menudo en el Pórtico de la Gloria. Entonces estaba tenue y matizado, no lo habían “restaurado” aún con esa estridencia de ordenador de alta fidelidad. Y expresaba la pasión creadora, la búsqueda de absoluto.

 

La “Divina Comedia” sería el Evangelio de Beatriz. Que dice: toma la energía de las fuerzas que están abajo y concibe una gloria llena de energía y de vida. Una paz llena de inquietud como diría Unamuno, un cielo lleno de infierno y movimiento.

Consuelo de Arco imaginó que un Dante encontraba a una Beatriz en Belesar, en Lugo, en la Ribera Sacra que da un vino tan delicioso.

 

ANTONIO COSTA GÓMEZ

FOTO: CONSUELO DE ARCO

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