‘Dirty Deeds-Actas Profanas-Mi vida dentro( y fuera) de AC/DC’, de Mark Evans
SERGIO VARGAS.
El primer legendario bajista de la banda más currante del mundo mundial AC/DC, publica sus memorias, ‘Dirty Deeds-Actas Profanas-Mi vida dentro( y fuera) de AC/DC’. Mark Evans que así se llama, participó en los primeros álbumes del grupo australiano, entre ellos en la obra maestra “Let There be rock”y de ahí sus jugosas historias que están en Español gracias a la editorial Libros del Kultrum.
Los hermanos Young, estrellas de la banda, siempre han sido muy herméticos, sus faenas las solemos conocer por el “boca a boca”, por ello se agradece que un músico tan trascendente como el Sr Evans nos adelante los hechos reales, cotilleos y mal rollos de este grupazo.
La portada de este titulado “Actas Profanas- Mi vida dentro (y fuera) de AC/DC” es austera pero con una foto muy llamativa, donde nos damos cuenta que empezaron a tocar cuando eran unos “yogurines”. Evans según cuenta se unió a la banda hace 50 años, cuando tenia 19 y para nada se sentían unos “pivitos” al lado de un perro viejo como Bon Scot “frontman” de la banda, diez años mayor que el resto del grupo.
Interesante el lado humano que se va destilando en el libro, como el grupo se va formando, su lado íntimo, a pesar de que Mark no estuvo un periodo largo con ellos pero sí muy intenso en cuanto formación musical, un periodo que empezó en Australia, Reino Unido y terminó en Europa y siempre junto a Bon, “un tipo que nunca fue aburrido” dicho por el propio bajista.
Una curiosa anécdota del libro, es saber que cuando Evans dejó la banda fue cuando más unido estuvo de Scott, quedaban en su casa de la playa, cerca de los suburbios australianos donde Bon encontró a su novia y donde ponía distancia de su ocio y a tocar con el grupo, era un claro defensor de su espacio, eso si sin dejarse de meter en líos ( puro rock n roll).
El autor también cuenta que no tuvo problemas para escribir el libro, el resto de la banda no les puso impedimento, se le acercaban algunos editores y debió elegir el que más pasta le dio ya que atravesaba malos momentos familiares. Interesante también cuando aborda lo difícil que era tocar en una ciudad como Melbourne, una ciudad áspera, llena de pequeños pubs donde siempre había peleas, eran los violentos años 70 y 80.
También llama la atención que su álbum preferido de AC/DC sea Highway to Hell, menciona que prefiera el material de la época con Bon, escritor de la mayoría de las canciones del grupo cuyas letras eran muy atrevidas, picaruelas y divertidas, las amaba.
A los más fanáticos, les gustará cuando en el libro se habla de como grababan sus discos, según Evans llegaban al estudio se sentaban en un piano en la misma butaca todos (sobraba espacio) los Youngs no destacan por su corpulencia y empezaban a componer de manera que ni el correcaminos, sí hay grupos que tardan un año en crear su obra ellos lo conseguían en seis semanas grabar tres álbumes y !vaya pelotazos!
Otra cosa buena del libro, es que le sirvió al autor para volver a encontrase con el grupo del cual no tenia noticias desde hacía mucho tiempo, exactamente tuvo lugar en el entierro de Malcolm el auténtico motor de la banda. Para concluir Evans reconoce que si hubiera sido más serio, más profesional, hubiera seguido en la banda como ha hecho hasta el momento su sustituto Cliff Williams, pero es lo que hay y no es esa clase de persona de darle vueltas a las cosas pensando en la estrella que podía haber sido y el dineral que hubiera amasado.
Sin más, disfruten de estas historias únicas de un testigo presente -con imágenes- y algo de rencor encubierto y mucho humor, entre 1975 y 1977, período prolífico de los cuatro jinetes del apocalipsis.