REDACCIÓN.

Avalada por la crítica americana llega al catálogo de Puck El bosque de los susurros de Greg Howard. Una relato realista sobre el camino a la madurez, la amistad, la pérdida, explicado con un toque de magia y humor. Una historia con corazón, que conmueve en cada página y que nos invita a transitar la pérdida desde el punto de vista de un niño.

Riley tiene once años y cree en los Susurros: ha- das mágicas que te conceden deseos si les rindes tributo. Y Riley tiene muchos deseos: desea que los abusones de la escuela dejen de molestarlo; desea agradarle a Dylan, el chico de octavo curso que le gusta, y también desea dejar de mojar la cama. Pero sobre todo, Riley desea que su madre regrese a casa. Desapareció hace unos meses, y él está decidido a resolver el caso. Incluso se reúne con Frank, un detective, para repasar su declaración de testigo una y otra vez.

Frustrado por la falta de avances en la investigación, Riley decide encargarse él mismo del asunto. Así que se va de acampada con su amigo Gary para encontrar a los Susurros y pedirles que traigan a su madre de vuelta a casa. Lo que Riley no imagina es que ese viaje cambiará su mente y sus creencias para siempre. Hay historias que nos abren la mente. Hay historias que nos hacen reflexionar. Y también hay historias que nos cambian la vida; El bosque de los susurros es una de ellas.

La primera novela de Greg Howard, El bosque de los susurros, fue nominada a un premio Edgar y muy aclamada por la crítica. Su segunda historia, Middle School’s a Drag, You Better Werk!, está siendo adaptado para televisión por el productor de Harry Potter, David Heyman, Heyday Television y NBC / Universal.

Howard escribe sobre personajes y problemas LGBTQ. Su propósito es escribir aquellos libros que le hubiera gustado leer siendo un niño gay: “Cuanto más de ti dejes en la página, más se conectarán y participarán los lectores. Pero una vez que escribes tu historia y la envías al mundo, ya no te pertenece. Pertenece al lector”, afirma el autor.

Greg Howard nació y se crio en Carolina del Sur, y su amor por las palabras y la historia floreció a una edad temprana. Quería convertirse en un compositor famoso y pasó muchos años en Tennessee produciendo música para otros, hasta que finalmente retomó su pasión por la escritura.