Xoel López. Festival Porta Ferrada
Por Abel Farré /
7 de agosto de 2024, Sant Feliu de Guíxols. Llegamos a uno de esos inmejorables espacios a los que nos tienen acostumbrados en el “Festival de Porta Ferrada”. Olor de mar salada, rocas iluminadas, atardecer anaranjado y un village pre-concierto que auguraba una noche con mucha clase. Gracias, The Project, por seguir haciéndolo posible. Gracias por hacerlo bonito.
Tal y como nos tiene acostumbrados en sus directos, no se conforma con un simple cuarteto, le acompañaban teclados y una dupla de vientos. Y si había un denominador común en cada uno de esos músicos que estaban encima de ese escenario, es que sabían jugar con sus voces de manera increíble. Cada uno de los coros estaban mimados de belleza, lo que reafirmaba una vez más que Xoel es de aquellos que cuida cada uno de los detalles. Sí, tiene el arte de dar matices y sonoridades a cada una de sus notas, como obras de arte que se tratan.
Pasaría luego por “Salitre y humo” o “Esto no es amor”. La verdad es que si tuviéramos que destacar un momento del concierto no tendríamos otra opción que poner el setlist completo de esa noche y cerrar el artículo. Pues la verdad es que hubo de todo y más de lo que se esperaba. Fue una biografía traducida en 23 canciones.
Hacía años de la última vez que había visto al bueno de Xoel López encima de un escenario. Fue en el 2015 cuando colgaba un Sold Out en el Barcelona Music Hall. Los años habían pasado y estaba ansioso por ver si la energía de ese directo aún se mantenía. Hoy salía al escenario junto a sus acompañantes, con diferente vestimenta a la que recordaba. Parecía haber cambiado esos jeans y camisas de cuadros por un traje sin necesidad de corbata. Pues Xoel, haga lo que haga, siempre parece hacerlo todo con clase.
Arrancaba con “Albatros”, la pieza que abre su último disco “Caldo Espírito”. ¿primera sensación? Maravilla de voz y sonido. Un “Todo lo que merezcas”, cantada con más dolor y rabia que nunca. Un “Tierra” que nos llevaba a sus épocas de reencuentro personal en Argentina. Un “A serea e o mariñeiro” que nos llevaba a sus orígenes gallegos. Y como no, momentos memorables de aquella época llamada, Deluxe, “El amor valiente”, “Historia universal” y una inolvidable “Que no”.
Puestos a pedir, sólo me hubiera faltado que hubiera hecho un guiño a esa época en que Deluxe cantaba en Ingles. No os engañaré, soy un fan de “I’will see you in London”, me transporta a ese fervor del brit-pop y a todas esas bandas que arrastraban de alguna manera un toque de Paul Weller en ellas. Ahora miro a Xoel y me imagino que hasta cierto punto ha adoptado parte de ese proceso de transformación por el que ha pasado el que fue líder de los The Jam. Sí, tal vez sólo le faltaría un pañuelo atado a su cuello.
Sí, hoy Xoel, se vestía de traje, limpiando cada una de las notas de sus canciones. Sí, esas canciones que a pesar de parecer estar cargadas de dolor en muchos casos, son presentadas con aquella sonrisa y naturalidad de aquel sabio que a sabido sobrepasar los
golpes que le ha dado la vida y lo más importante, ha sabido traducir ese dolor en notas para desquitarse de lo malo, mientras se sube a un escenario o entra de nuevo al estudio para grabar. Sí, es como si nos quisiera transmitir ese dolor en cada una de esas canciones, pero que, al mismo momento, nos estuviera diciendo mediante escalas musicales que es momento de seguir tirando hacia “arriba”.
Es por ello que, tal vez para acabar, nos invitaba a hacer una conga para que nos cogiéramos unos a los otros. Sí, para que nos demostráramos unos a otros, lo bonito que es compartir, tanto lo bueno como lo malo. Ya que sólo de esa manera vamos a poder superar lo que nos pasa. Sí, fue con “Tigre de bengala” y seguía repitiendo «Arriba y arriba».
Editado por @elizabethslvtrr