‘La revelación’, una novela de A.M. Homes
SERGIO VARGAS.
El partido republicano americano anda depresivo por la victoria de Obama en las elecciones de 2008 y deciden conspirar para tomar el poder, una historia que a ratos cojea y de tono arisco. A su autora, AM Homes le encanta llenar sus novelas de “machotes”, que detestan el modo de vida estadounidense, así nos llega “La revelación”(ANAGRAMA), donde su último héroe lo conoceremos como el Pez Gordo. La novela transcurre desde Noviembre de 2008 hasta que Obama toma la posesión en 2009, en ese tiempo los conspiradores sueñan con tener un hombre negro republicano durmiendo en La Casa Blanca.
Y así para corregir este error nuestro héroe se va rodeando de un grupo de personas influyentes con rasgos afines y mucha pasta. Pero los demócratas no serán su único problema: la mujer del Pez Gordo es alcohólica y su hija de 18 años, parece que está descendiendo a los infiernos en el colegio donde está internada y así Meghan como se llama, un día se encuentra un ciervo herido en el bosque y sufrirá una particular situación que la llevará a plantearse sobre su existencia.
Mientras tanto su esposa es trasladada a una clínica de desintoxicación y a la vez el Pez Gordo va formando su banda de insurgentes, sus reuniones son cada vez más extrañas incluidas en un salón de masajes coreano (muy a lo Better Call Saul) donde conoce hasta a un “general” conocido como Barry que quiere armar “la De Dios es cristo” y le va contando, a la vez que le hacen la pedicura: “estamos preparados como si fuéramos extraterrestres, las leyes de la constitución dan muchas cosas por sentado”.
Al principio, parece que todo es una broma o una metáfora, pero nada más lejos, estos conspiradores saben de lo que están hablando y esto produce en el lector un rollo voyeur para seguir espiando las hazañas de estos descerebrados. Pero en la tercera parte de la obra, el lenguaje un tanto absurdo está yendo en contra de la narrativa, te pierdes en el embrollo, no sabes específicamente que está organizando el grupo, a lo mejor aquellos fans del Economista o el Expansión puedan dilucidarlo mejor que yo.
En todo esto reaparece en escena la esposa del Pez Gordo, está sobria, pero fumando “maria” sin parar y de paso desvelará algún secreto familiar. Y más sorpresas que llegarán, pero sin ser concluyentes del todo, uno esperaba otro tipo de giro en la historia pero las pistas que tenemos los lectores deben estar camufladas.
Además la configuración del tiempo juega en su contra, es verdad que la navidad de 2008 supuso un crack político pero sobre todo significó un colapso financiero, las personas que formaron el grupo eran súper ricas y entonces porque no se habla de lo que hacían con sus montañas de dinero.
Y eso que la obra fue escrita antes de que el tupé de Donald Trump entrara en el ring.
Sergio Vargas