El último viaje de Ana Briongos

JOSÉ LUIS MUÑOZ

Este está siendo un pésimo año por muchos motivos que ni las buenas noticias consiguen paliar ni por asomo. Un accidente estuvo a punto de costarme la vida a mí y a mi acompañante, un buen número de mis iconos generacionales se han ido últimamente (Jane Birkin, Paul Auster, Françoise Hardy, Anouk Aimée, Donald Shuterland) dejándome más solo y desarbolado ante el mundo y uno empieza a sentir en el cogote el aliento de la Parca mientras el mundo, a mi alrededor, enloquece.

Ana María Briongos, una apasionada viajera, ha emprendido su último viaje a poco tiempo de publicar ese libro memorialista titulado Mi cuaderno morado. Era una magnifica cronista además de buenísima persona que había estudiado en Irán en donde vivió diez años y también en Afganistán. Un invierno en Kandahar, Negro sobre negro, ¡Esto es Calcuta!, Geografías íntimas son los libros que nos legó como viajera y escritora. Ella y su marido, recuerdo, asistieron a la presentación de Cazadores en la nieve en Bossòst, se alojaron en mi casa y hasta se dejaron alguna prenda de abrigo en el armario, algo que suelen hacer casi todos mis huéspedes para tener una excusa para regresar. Pero ella no regresó.

La última noticia que tuve de ella fue desde Estados Unidos, y me dijo que sus nietos estaban leyendo Cuentos para Paula, lo que me produjo una enorme alegría y emoción.: aún hay niños que leen y abuelos que regalan libros a sus nietos.

Tenía pensado contar con ella en alguna de las ediciones del Black Mountain Bossòst para hablar de la relación entre viajes y literatura y mencionar a esos grandes viajeros que también fueron escritores como Jack London, Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad, Paul Bowles, Ernest Hemingway… No ha podido ser. O sí. Quizá el año que viene, si los comisarios sigan teniendo todavía fuerzas y ganas, que está por ver, ella va a estar muy presente como icono precisamente de esa relación entre literatura y viaje porque cada libro es un viaje y Ana María Briongos un exponente que yo tuve el privilegio de conocer.

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