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‘Lo mejor de rue del 13, percebe’, de Francisco Ibáñez

EDUARDO SUÁREZ FERNÁNDEZ-MIRANDA.

Me imagino un edificio parisino al que se ha quitado la fachada… de modo que, desde la planta baja a la buhardilla, todos los aposentos que se hallan en la parte anterior del edificio sean inmediata y simultáneamente visibles. Georges Perec.

Con estas palabras, el genial escritor francés, hablaba de su proyecto: La Vie Mode d’Emploi (1978) -en su traducción española: La vida instrucciones de uso-. Georges Perec había imaginado, en su novela, una casa en la capital francesa, en la calle Simon-Crubellier, donde cada capítulo se parece a un fragmento de un gigantesco y fascinante puzzle, cuya ‘osamenta’ la constituye un edificio donde asistimos a la formación de un microcosmos, “una fascinante concatenación de existencias”.

Antes de la construcción literaria de ese edificio, Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936-2023) había creado el suyo, situado en el 13, Rue del Percebe. Dibujante e historietista muy longevo, fue el creador de míticos personajes de la viñeta española: Mortadelo y Filemón, La familia Trapisonda, El botones Sacarino, Rompetechos o Pepe Gotera y Otilio son algunas de sus creaciones más apreciadas. Dibujante prolífico donde los haya, acumuló unas 20.000 páginas dibujadas a lo largo de su vida.

La editorial Bruguera, en la que empezó su labor como dibujante Francisco Ibáñez en 1958, acaba de publicar Lo mejor de 13, Rue del Percebe. Una selección de las mejores páginas del edificio surgido de la imaginación de Ibáñez, y que vio la luz por primera vez en 1961. Durante veinte años fuimos testigos de la vida de unos personajes variopintos y sus pequeñas historias llenas de humor y ternura.

13, Rue del Percebe es uno de los cómics más famosos de Francisco Ibáñez, aunque, en realidad, no es un cómic propiamente dicho. Se trata, como indica Jordi Canyissà, de “una página en la que una docena de chistes independientes comparten espacio. Ese espacio es un edificio y entre cada uno de los chistes no existe esa relación de un antes y un después que encontramos en cualquier historieta y que nos obligan a leer las viñetas en un orden determinado”. Lo que encontramos en esta obra de Ibáñez es “una relación de cercanía o, mejor aún, de vecindad en todos los sentidos del término”.

Los habitantes de este edificio son un grupo de heterogéneos personajes que harán las delicias de los lectores con sus disparatadas aventuras. En la buhardilla está Manolo, personaje inspirado en el gran Manuel Vázquez, quien fuera compañero de Ibáñez en Bruguera y creador de Las Hermanas Gilda, o de Anacleto, agente secreto, personajes que son ya historia del cómic. En el tercero izquierda vive un inocente caco llamado Ceferino y su resignada esposa; en el segundo izquierda, una ancianita solterona y orgullosa de formar parte de la Liga Protectora de Animales; en el primero derecha vive doña Leonor y su casa de realquilados, entre otros desaforados personajes. Además de los invitados que aparecen ocasionalmente, como Rompetechos y los famosos Mortadelo y Filemón.

Lo mejor de 13, Rue del Percebe nos brinda una ocasión inmejorable de disfrutar con las historietas de un genio del dibujo y el guion. Desde que comenzó su carrera, allá por la mitad del siglo XX, Francisco Ibáñez no dejó de sorprendernos y divertirnos con sus míticos personajes.

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