Gente feliz esperando “El Fin”: una comedia con cuatro números de revista y música en el alma

Horacio Otheguy Riveira.

“Música en el alma”, un concepto propio de cierto romanticismo, tiene mucha vida en esta función escrita por Paco Gámez, por primera vez sumergido en el género de comedia, previa investigación teórica. La práctica la lleva dentro como actor y dramaturgo que ha trabajado intensamente participando en una ópera como colibretista o creador de un monólogo muy personal que interpretó dirigido por dos mujeres; así como también en la dura experiencia de indagar en un crimen auténtico y sus posibles consecuencias… Al zambullirse con gran conocimiento de causa en el nuevo género, triunfa al ganar el Certamen Internacional de Comedia 2021, instaurado por el Teatro Español, entonces con dirección artística de Natalia Menéndez.

Su investigación hacia la creación de su pieza, el texto de ésta completo, y el trascendental aporte de Elena Sánchez en torno al género constan en el número 363 de primer acto (2022): un mosaico de textos de gran interés, ya que ofrecen una espléndida ocasión de adentrarnos en el mundo interior de una experiencia teatral que, como en este caso, al trasladarse al escenario cobra su verdadera dimensión, permitiéndonos entrar en el cuerpo y el alma de personajes que deambulan por situaciones hilarantes, sumidos en muy variados caracteres, dinámicas actorales y atractiva musicalidad, aportado por un director con un equipo de grandes personalidades, todo a su vez con intérpretes de excepcional talento, nunca antes reunidos, aquí con un fenomenal espíritu coral para contrastar la vida cotidiana de gente corriente nada corriente (como deben ser los personajes de comedia) con el anuncio del fin del mundo inminente.

Ante esta noticia, se aventuran personajes felices, incluso más allá del planteamiento del autor. Pero, dada la energía musical impuesta por la versión escénica, cada hombre y cada mujer viven una experiencia tan intensa que, envueltos en un marco de profunda ternura, la carrera hacia el desastre se nutre de un afán por sacar máximo provecho a las horas que quedan. Para ello, una profesora de instituto corre a despedirse de su madre cascarrabias, feliz sólo con disfrutar de su muy larga novela turca; también de su abuelo que, muy enfermo, le confiesa que haciendo la mili le enamoró un tipo llamado Frank Sinatra, mientras todos creían que estaba por Ava Gardner, pero solo quería amar al soldadito español… También la docente corre al reencuentro con su único hijo para conocerlo a fondo y demostrarle cuánto le quiere. Como en las mejores comedias del repertorio español, una fuerte cadencia melodramática se transforma en irónica o pura comicidad de buena gente en busca de alguna clase de recompensa por haber estado vivos y ahora mismo ser capaces de disfrutar el momento presente, el que toque, asociados a Séneca y el fulgor del Carpe Diem de Horacio, pero en un sin fin de acciones por las que se filtran muchas ideas, e incluso un muy divertido monólogo con guiños de otras funciones teatrales…

Para facilitar la capacidad de sorpresa de quienes corran a sacar sus entradas, doy pocos ejemplos del río de personajes formidables que, al desarrollarse con pocos, pero sustanciales, números musicales ofrecen un muy gratificante espectáculo, mientras el autor sigue investigando y llevando a cabo diversos temas, como el recientemente representado en el Teatro del Barrio, en torno a la pederastia: Roto.

Aquí y ahora, El fin es una formidable experiencia teatral dentro de una producción muy ambiciosa, de gran aliento, con un despliegue escenográfico, lumínico y musical que rinde tributo a la felicidad que irradian personajes e intérpretes: un elenco de mágica convivencia entre fantásticos veteranos y jóvenes muy brillantes…

 

Todo empieza con Marta Malone —Ljubicica, emigrante serbia que adora a Rocío Jurado— cantando maravillosamente El punto de partida. Coro de Rubén de Eguía, Esperanza Elipe y Álex Mola. Un comienzo magnífico para un sensacional recorrido con inesperado broche final [Foto: Vanessa Rabade].
Toni Acosta es Lina Martínez, una profe que corre por la ciudad en busca de reconciliarse con sus placeres sexuales y sus amores fraternales más cercanos: admirable creación de una mujer abierta al mundo que parece acabarse. Fuerza y seducción de quien confiesa 51 años con una cautivadora energía juvenil. [Foto Vanessa Rabade]

 

De pie: Álex Mola, Pepe Sevilla, Esperanza Elipe, Rubén de Eguía, Marta Malone. Sentados: José Martret, Toni Acosta, Paco Gámez. [Foto: gentileza Antonio Castro].
Uno de los más sorprendentes cuadros con muy logrado impacto visual; escenografía de Alessio Meloni e iluminación de David Picazo.

 

Reparto (por orden de intervención):

Toni Acosta – Lina Martínez
Marta Malone – Ljubicica
Pepe Sevilla – Eloy Barranco “El drogas”
Rubén de Eguía – Oriol
Astrid Jones – Sor Delia
Esperanza Elipe – Curra (madre de Lina)
Juan Carlos Sánchez – Felipe (abuelo de Lina)
Álex Mola – Rober (hijo de Lina)

Colaboración especial en vídeo de Sílvia Abril como Presidenta

De Paco Gámez
Dirección José Martret
Dirección de producción: Eva Paniagua
Diseño de espacio escénico Alessio Meloni (AAPEE)
Diseño de iluminación David Picazo (AAI)
Diseño de vídeo o Videoscena: Emilio Valenzuela Joan Rodón (dLux.pro)
Música Mariano Marín
Diseño Espacio Sonoro Sandra Vicente
Coreografía Amaya Galeote
Diseño Vestuario Ana López
Ayudante de Dirección Pedro Ayose
Ayudante de escenografía: Mauro Coll (AAPEE)
Ayudante de vestuario Sara Sánchez de la Morena
Equipo producción Come y Calla Juanfran García Hugo López

Una producción de Teatro Español y Come y calla

 

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