Gordas y su mensaje muy body positive
Hada Torrijos Suelves.
¿A cuántos bocados has estado de comerte ese postre, pero te has frenado en el último momento? Comerse el mundo, tal y como una es, no es el postre, es el plato principal.
Dirigida y escrita por el dramaturgo Carlos Mesa, Gordas es una comedia con un mensaje muy claro y directo que los espectadores absorben desde que empieza la función: la lucha por romper los estereotipos y por encontrar un espacio que el contexto social ha decidido limitar y encorsetar.
Reza la sinopsis de Gordas sobre la obra que son “dos gordas que hacen de gordas, pero que pueden ser todo” y así es. A lo largo del desarrollo de todo este montaje tan reivindicativo como valiente, veremos en escena a dos actrices que interpretarán a diferentes personajes en distintas escenas, durante los 80 minutos de función. Todas estas historias tendrán en común precisamente esto, una visión positiva del cuerpo y una lucha por derrumbar el estigma físico impuesto por la sociedad.
Sin embargo, también queda claro durante toda la función que, aunque el hilo conductor de esta variedad de escenas es la gordofobia que muchas personas viven, va mucho más allá. La función habla de una manera exquisita de esa reivindicación de aquellas personas que se sienten fuera de lo normativamente establecido y que en algún momento esto les ha hecho sufrir.
Hay de todo, desde una crítica férrea a un mundo donde la apariencia lo es todo, donuts deliciosos, pactos con el diablo (diabla, en este caso) que promete un físico con el que triunfar y arrasar, monjas que quieren huir de su vida de clausura, chupitos de esos que dan una resaca que no sabes ni cómo te llamas y que los tomas por paliar dolores emocionales, dietas imposibles que generan todavía más ansiedad y una risa continua que acompaña a una sonrisa de orgullo por mostrar quién eres. Son solo algunos de los ingredientes de Gordas, pero si a esto le sumas unas actuaciones muy reales, ese donut te sabe a gloria.
Mara Jiménez y Teresa López son las encargadas de liderar y encarnar en Teatros Luchana el mensaje del body positive y la lucha contra la gordofobia, con unas interpretaciones que te conectan con la verdad de lo que están contando. El gran trabajo que hace Teresa López con la construcción de sus diferentes personajes es digno de ver y aplaudir. Como así lo es la complicidad de ambas en escena, logrando inundar de humor y realidad toda la sala. El monólogo final de Mara Jiménez es un broche que funciona casi como una arenga, lanzando mensajes directos con cada una de sus frases.
Un espectáculo que propone un canto, una oda al quererse, así, como a cada una tal cual somos. A liberarse de los yugos sistémicos y estructurales que nos lastran durante nuestro camino vital y que interrumpen el destino final de muchos de nuestros sueños. Lo ácido, irónico e irreverente de esta comedia, se entremezcla con lo real, incluso triste en ocasiones, de un contexto social actual al que ya va siendo hora de hincarle el diente.
Con este texto, Carlos Mesa deja claro que el amor propio siempre es el triunfo más delicioso por encima de cánones, envidias y estigmas absurdos.
Dramaturgia y dirección: Carlos Mesa
Reparto: Mara Jiménez y Teresa López
Producción ejecutiva: Isabel Verdú y Carlos Mesa
Ayte. producción: Alejandro Gil
Iluminación: Sergio Benito
Espacio sonoro: Sara Aguado
Fotografía y diseño: Nat Enemede
Producción Bendita Inocencia
Se puede disfrutar de esta función en Teatros Luchana hasta el 22 de junio los sábados a las 22.15h.