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No juegues con Carrie: potente autoficción sobre traumas de adolescencia

Horacio Otheguy Riveira.

Una creación teatral escrita e interpretada por quien padeció la embestida de compañeros durante la adolescencia en colegio religioso; chicos «normales» que reproducen actitudes de adultos, en su necesidad de hallar a congéneres diferentes a quienes machacar con claro afán de superioridad. Aquí se desarrolla una experiencia personal en torno al acoso por homosexual cuando ni siquiera hubo atisbo alguno… y se desarrolla de una forma muy interesante, en la que el actor-personaje se mueve en diferentes etapas, diversas edades, desde los 10 años hasta los 33 actuales: un recorrido de gran precisión paradójicamente, ya que la dramatización de las situaciones vividas, y los relatos, se producen sin orden cronológico, en una sucesión de emocionales visiones, a manera de un caleidoscopio.

El actor avanza con excesivo interés por interactuar con los espectadores en un afán de romper la cuarta pared, divertir o incomodar, en acciones que frenan la dinámica del eje de la función. Así es como él necesita moverse, y aunque considero innecesaria esa reiterada movilidad desde antes de empezar, comprendo que busca de ese modo una complicidad que, desde luego, es bien recibida, todos a su lado en la catarsis mayor de un teatro testimonial aparentemente deslavazado, pero que se sostiene en un principio clásico de comienzo, nudo y desenlace. El comienzo: la llamada de un tal Pedro que hace 12 años que no ve, para quedar en una terraza. El nudo: lo primero que sucedió con aquel cuando tenían 12 años. El desenlace: lo segundo y definitivo junto a él y otros compañeros.

Camino del reencuentro con el excompañero, vuelven los episodios del pasado, la memoria como una montaña rusa combinada con un tiovivo que se dispara sin control…

Arriesgada aventura, valiente necesidad del apoyo de anónimos espectadores para intentar reconstruirse con las dolorosas heridas del pasado. El personaje sufriente abrazado por su alter ego, el actor que se rompe entre bromas y estallidos, felizmente acompañado por dos mujeres de teatro que le dirigen, otra mujer a cargo de un montaje sonoro y musical rico en  matices, una escenografía espléndida, y un diseño de iluminación con impactantes oportunidades para avanzar hacia un conmovedor final «casi» susurrado  sentado en uno de los pupitres vistiendo una camiseta roja…

 

El actor nos recibe hablando, jugando como un niño, también como un adolescente. Interactúa con nosotros, incautos espectadores que buscan su butaca sin saber de qué irá la cosa.¿Una comedia surrealista? ¿Una comedia negra?

 

Enrique tiene 30 años. Recibe una llamada inesperada de un antiguo compañero de clase y va a su encuentro después de 15 años.

 

La libertad es una utopía que siempre navega entre la bruma de los traumas de infancia. Actor y personaje se funden en una autoficción de alta intensidad emocional.

 

El joven reza a la virgen en un colegio religioso. La escenografía de Alessio Meloni brinda un aula polivalente, con una gran pizarra que cuando se necesite dará un cambio radical. Imaginación, realismo y juegos sumamente destructivos entre chicos considerados «normales».

 

Primera edición estadounidense en 1974 de la primera novela de Stephen King cuyo éxito permitió una gran película y otras versiones posteriores; «Carrie fue mi ídolo en la adolescencia».

 

 

El amor por quienes fuimos o por quienes hemos visto dolerse. Por quienes hoy reciben un insulto al grito de Maricón. Por las que mañana se encerrarán en el baño de la escuela con el corazón en la boca. Por la que vomita para que no la llamen gorda. Por elle, que nadie le escuchó y se lanzó al vacío. Sólo tenía 11 años. También por el que empuja, agrede, insulta y calla. Un abrazo y un aviso. Porque es posible una sanación sí, pero también es posible la violencia o la masacre.
Y la fina línea que las separa es responsabilidad de todas. [Las directoras]

 

Dramaturgia Enrique Cervantes
Dirección Carolina Yuste y Sara Sierra
Reparto Enrique Cervantes
Escenografía y vestuario Alessio Meloni
Ayudante de vestuario Olalla Prado Gómez
Iluminación Rodrigo Ortega
Diseño de sonido y música original Pilar Calvo
Producción Ejecutiva Manuel Sánchez
Ayte. de Producción Javier Galán
Producción SANRA Produce, Carolina Yuste, Apoyo positivo, producciones OFF, Vania producciones, Tablas y más tablas y Fele Martínez

TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO HASTA EL 12 DE MAYO 2024

 

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