La deshonra despiadada de Tito Andrónico en el Teatro Victoria

Hada Torrijos Suelves.

Es cuando menos metafórico que la adaptación de Max Ilzarbe sobre Tito Andrónico se represente en el Teatro Victoria de Madrid. ¿Salió victorioso Tito ante todas sus desdichas o su deshonra fue la que terminó por consumirle y convertirle en un descarnado sin escrúpulos?

Una de las obras menos conocidas de William Shakespeare, un texto escrito en sus primeros años como dramaturgo, donde las sombras y la oscuridad llenan las tablas de allá donde se representa. La decadencia, la violencia, la justicia y, por supuesto, la venganza, se entremezclan entre las diferentes tramas que la pluma de Shakespeare plasmó en esta tragedia, con todas las letras.

Una historia sobre la brutalidad, donde la descendencia sanguínea y el amor no superan a la venganza y la violencia. Tito Andrónico tiene tanto de sangrienta como de giros en su historia. El espectador no se puede posicionar con ninguno de los personajes, pues todos andan faltos de inocencia, humildad y buen hacer. Las sombras de todos ellos son las protagonistas por encima de la poca luz que les queda en su interior.

Max Ilzarbe se lanza y se arriesga con la adaptación de esta descarnada historia, siendo su debut, por otra parte, como director. La pasión puesta sobre este montaje se hace evidente en cada escena. Es de gran valor atreverse a llevar a cabo una historia interpretada por tantos personajes y tan compleja en construcción, que el director adapta hasta tener a nueve intérpretes sobre las tablas, a cual de ellos, por cierto, con más arco en el tiempo, en un espacio con dos alturas como es el del Teatro Victoria. Sin duda, el espectador estará ante un texto que se mantiene por sí solo y que ha perdurado en el tiempo.

En cuanto al reparto, al ser una pieza tan coral, todos ellos se complementan en escena, contando con verdad todo lo que aconteció en aquellos años en Roma. Especial referencia a David Cebolla que encarna a un Tito muy medido en tempo y expresión, gracias a lo que consigue que el espectador conecte desde el principio con cada uno de los parlamentos que va diciendo, casi a modo de arengas, y con cada una de las emociones que recorren sus fueros internos. También Sara Aylagas, quien da vida a Lavinia, la hija de Tito Andrónico, de una manera tan delicada como real. Su construcción del personaje desde las emociones hace evidente que ha interiorizado a la perfección los sentires de esta pobre e inocente mujer. Esto supone para el espectador una rápida y absoluta conexión y empatía con ella durante toda su evolución.

Por otro lado, Max Ilzarbe actualiza la historia de Tito Andrónico con la incorporación incluso de elementos audiovisuales, que facilitan a quien está en el patio de butacas seguir el hilo de una historia con tantos giros dramáticos como traiciones.

La puesta en escena es tan pictórica que parece que se van sucediendo cuadros uno detrás de otro, algo que convierte a esta adaptación teatral en muy vistosa y elegante. Además, juega con las luces y las sombras creando un efecto óptico muy conseguido con el que las diferentes escenas que se desarrollan detrás de unas telas dejan entrever las siluetas de los intérpretes, casi a modo de sombras chinescas.

En definitiva, y al finalizar esta tragedia, no sabemos si Tito Andrónico sale victorioso de su batalla vital, pues muchos son los actos de traición y venganza que se sucedieron a lo largo de sus días. Lo que sí podemos decir es que quien sale victorioso es un Max Ilzarbe muy valiente que decide recuperar este clásico teatral y ponerse al frente para dirigir a nueve actores en escena, y así superar todos los miedos y obstáculos con los que seguro se ha encontrado a lo largo de la construcción de esta adaptación.

 

 

 

 

• Reparto: Luna del Valle, Wendy Gara, David Cebolla, Sara Aylagas, Jose Riazzo, Senna Rodríguez, Natalia Viejo, Maria de Oliva, Jorge de Guillae.
• Adaptación y Dirección: Max Ilzarbe.
• Coordinador y Coreógrafo de Acción: Senna Rodríguez.
• Iluminación: Andrea Burgos.
• Casting: Wendy Gara.
• Producción: Héctor Manuel Moreno Betancourt.
• Vestuario: Rocio Galán Gil.
• Agradecimientos: Isabel Ucelay, Ana Montero, Carlos Olivella y Alba Carrillo.

 

Dónde: Teatro Victoria de Madrid.

Cuándo: últimos domingos de mes a las 20:30h en abril, mayo y junio.