‘La última función’, de Luis Landero
SERGIO VARGAS.
El genial autor de Juegos de la edad tardía, condensa sus preocupaciones de siempre, es decir: fracaso, ilusión e irrealidad en su nueva novela , La ultima función ( Tusquets). Donde evocará las turbulencias con su padre, la vida en el campo a edad temprana y lo poco que se gusta como escritor.
Un novelista para el cual el tiempo es oro, huidizo de cualquier ostentación y constante para conseguir que un texto quede bien pulido. Proviene de una familia dedicada a la venta ambulante y no le suele gustar mucho eso de que le premien.
El personaje principal de su última novela se llama Tito, y es conocido de Landero en la vida real, posee una voz prodigiosa y le tocará regresar a su pueblo después de llevar una carrera de actor más bien discreta. La última función es una obra coral, donde todos quieren participar en algo, destacar y sobre todo “ser otros”, es decir, un conjunto de máscaras en cada rostro para despistar y no mostrar quien de verdad somos y de paso dar pie al autor a jugar con lo irreal que tanto le divierte.
Tito, el protagonista, es un tío auténtico, oro puro, alguien extraordinario pero como escondido en su mundo. Y es que como el autor comenta: “ todos tenemos algo extraordinario hasta las personas más vulgares”.
Tito Gil con su apellido real y todo, ya apareció en Entre líneas, un libro donde se contaba la gira por las universidades de USA de un grupo de actorcillos que cantaban y recitaban versos de Lorca por motivo de su muerte. Tito actualmente sigue vivito y coleando a sus 85 años, una persona hecha a sí misma, fiel a sus principios y al que no le tienta el dinero ni el éxito sólo el amor por el arte.
También estará presente en la novela Paula que refleja un canto al azar, la duda, los sueños y las cosas extraordinarias.
Y de esta realidad que nos nutre, y que nos inspira, el escritor va tomando notas y da rienda suelta a su imaginación, tomando a Tito como un elemento inspirador para dar forma a su novela.
Y así es, como el Premio Nacional de las Letras por Lluvia fina (Tusquets) homenajea el mundo del teatro, por medio de unos personajes que parecen surgir de la neblina, provenientes de un viaje sin término.